lunes, 28 de noviembre de 2022

[Trasfondo] Un nuevo amanecer en el páramo

   ¡Buenos días! Otro día más vamos a seguir disfrutando de estos relatos de trasfondo, y hoy de los presentados en el torneo de Panzerhammer tenemos uno que me resulta especialmente bueno. Puede que sea porque va de elfos oscuros o puede que ser porque simplemente es muy bueno. Os dejo con la creación de Agustín (Anónimo).




El páramo Snaegr es conocido por su clima indolente. Su gran extensión desprovista de vegetación y accidentes naturales lo convierte en el lugar ideal donde divisar una fuerza enemiga. Tiempo ha, en la época de la gran migración, una tribu de bárbaros humanos fue aniquilada bautizando la región. Al norte descansan en eterna guardia las torres de vigilancia del Rey Brujo, así como fortalezas menores como La Espina del Destino, un enclave portuario orientado al comercio de esclavos que vivía ajeno a lo que estaba a punto de ocurrir. 

La brillante luz de Morrslieb ilumina un millar de tiendas que descansan sobre el páramo. Las tiendas conforman la clásica disposición militar druchii. En el centro del disciplinado mar de agujas punzantes se alza una tienda ostentosamente mayor que las demás, escoltada por braseros y blasones de la noble casa de Lorr, regentada por Lord Evorash, tirano de Punta Gélida. 

La enorme jaima tiene poco que envidiar a los salones de muchos palacios. Como si de estrellas se tratasen, una constelación de farolillos de fuego brujo ilumina la estancia, delicadas alfombras de Ind protegen a los invitados del gélido suelo y varias docenas de elegantes sillas y mesas con motivos de marfil están distribuidas en torno a un trono de alabastro. 

Un discreto bullicio acompaña la escena en el interior de la tienda, rodeados por un vaivén de sirvientes, la disposición de la sala es una muestra de la jerarquía la casa Lorr. Presidiendo desde su trono se encuentra Lord Evorash, y junto a él su hermana lady Elith, la Dama del Dolor. El regente de la casa de Lorr es un elfo atlético y curtido, de porte orgulloso y lacio pelo negro recogido en una cola de caballo, degusta una copa de vino con elegancia casi divina. Su hermana en claro contraste es estridente y disfruta llamando la atención rodeada por un conjunto coral de sirvientes que satisfacen sus más nimios deseos. A continuación, cinco nobles lideran la comitiva de invitados con lord Urlian a la cabeza, ataviado con su orgullosa e impoluta armadura de caballero. El resto de los líderes de la casa permanecen sentados mientras cuchichean y apuran su cena. Detrás suya diez curtidos soldados mantienen un semblante adusto decorado por cicatrices que certifican su valía en combate. 

Una docena de guardias plantados firmes distribuidos por la estancia observan la escena con disciplina. Por cada noble o señor al menos tres sirvientes aguardan para rellenar las copas de los jerarcas, ofrecen viandas, compañía o simplemente sirven a los oscuros caprichos de sus amos. 

Enfrente del trono de alabastro una elfa hinca la rodilla con actitud penitente, esperando a que su señor le de permiso a hablar. Evorash se levanta del trono apagando el bullicio de la sala, mira a la elfa y declama: 

   -Y bien querida Lisistrah, comparte con mi consejo lo que sabes de la llamada “Princesa de los Parias” ¿es cierto que posee las dos crías de dragón de mi primo? -Preguntó el regente.

   -Así es mi señor, se hizo con ellas al igual que con todo el tesoro de Lord Flaviel y parte de su guarnición le ha jurado lealtad. Además, una legión de esclavos y sirvientes se ha enrolado en sus filas, las rebeliones se han disparado por toda la región, la semana pasada abordó dos navíos con valioso cargamento -Lisitrah se explicaba con un tono profundamente neutral, evitando soliviantar a alguno de los nobles damnificados por la “princesa”. 

   -Así que comanda un ejército de harapientos, enfermos y traidores. También he oído rumores de que posee varias bestias, ciertamente he oído rumores de que es una devota de Atharti especialmente depravada que yace con bestias para subyugarlas -la sala interrumpió entre risas la alocución del príncipe. 

   -En realidad, es una conocida seguidora de Anath Raema. -Contestó Lisitrah. Ya desde su época como gladiatrix atesoró una hueste de fieles seguidores que admiran su destreza en la arena como el más exquisito de los artes. Ella misma cabalga sobre una mantícora parda a la que llama RaethMa “madre venganza”. Además, cuenta con aliados de otras sectas. Devotos Nethu protagonizaron la masacre en el templo de Khaine en La Espina del Destino y se dice que Arian, el sacerdote guerrero de Eldrazor, unió fuerzas con ella a lomos de su pegaso. 

   -¿Eldrazor? -Preguntó jocosamente la Dama del Dolor. Con razón la llaman la Princesa de los Parias. No importa cuantas bestias la acompañen o cuantos caballeros renegados se unan a su causa, Khaine exige derramar su sangre y la de todo aquel que la acompañe, sus huestes no son rival de nuestro ejército. -Lady Elith estaba especialmente enfurecida.

   -En efecto mi señora, no cuentan con un ejército capaz de resistir nuestras poderosas huestes y carecen de tropas curtidas en batalla, en un combate abierto sin duda optará por una retirada, pese a su orgullo no es estúpida -La infiltradora mantenía el mismo tono complaciente. 

   -Lo sé -Aseveró Evorash.- Por eso mañana partiremos al alba con el viento en contra. Yo dirigiré la hueste principal de infantería que tomará la fortaleza de mi primo. La artillería esperará desplegada al norte, donde el páramo no permite cobijo de la lluvia de saetas que les esperan. Urlian y su caballería tomarán el puerto, dos naves halcón se dirigen allí para dar cobertura contra las bestias. Arrasaréis con todo aquel que intente huir, no habrá piedad ni misericordia, aquellos prisioneros que sean tomados irán directos al altar de sacrificios de Punta Gélida. -Evorash continuaba repartiendo órdenes con probada destreza marcial.- Es imprescindible recuperar las dos crías de Dragón, mi abuelo ganó su derecho sirviendo exitosamente a Malekith, sólo MoraiHeg sabe por qué decidió legárselas al idiota de mi primo. 

   -Lisitrah, me has servido bien, recuérdame ¿cuánto tiempo llevas a mi servicio? – Preguntó el señor de la casa de Lorr. 

   -Doscientos años mi señor, mi madre Erian ya servía a su padre como ayudante de cámara desde la fundación de Punta Gélida y yo fui concebida en los galeotes. -Explicó Lisitrah refiriéndose a las habitaciones comunales del servicio.- Desde mi nacimiento mi madre fue designada a las mazmorras donde crecí entre las sombras. 

   -Me alegra que nacieras en los galeotes, gracias a ello contamos con la mejor espía a nuestro servicio y no con otra aspirante a ocupar mi posición, sin duda habría tenido que eliminarte -rió para sí de forma repelente. Si sigues sirviéndome tan bien otro siglo reconsideraré tu posición como recompensa -Dijo con tono magnánimo.

   -Sería todo un honor, mi señor. -Replicó la elfa agachando la cabeza en señal de respeto. 

   -Una cosa más Lisitrah, puedo llegar a entender que una elfa sin estirpe, pero curtida en los pozos de pelea, asesinara al pusilánime de Flaviel, pero ¿cómo lo hizo para matar a su círculo? Contaba con capitanes y guardias competentes, Lord Tulis sirvió con mi abuelo a las órdenes de Malekith. ¿Cómo los mató? – Preguntó Evorash mientras se llevaba la mano a la barbilla.

   -No lo hizo ella. -Replicó la elfa. 

   -¿No? ¿Entonces quién? -un murmullo y toses resonaron en la sala. 

   -El servicio. -Contestó secamente Lisitrah. 

   -¿El servicio los mató? -Preguntó incrédulo.- ¿Cómo? 

   -Muy sencillo, la mayoría fueron envenenados en sus habitaciones o apuñalados por la espalda, aquellos soldados leales murieron ahogados por gases letales en sus barracones, ni el más agudo de los mastines de la corte se habría dado cuenta. -Las toses en la sala comenzaron a multiplicarse.- Aquella mañana cientos despertaron siervos y se acostaron dueños de su destino. - El tono de Lisitrah se volvía más contundente mientras comenzaba a erigirse mirando a los ojos de su señor. 

El rostro de Evorash pasó en un instante de la calma a una tensión máxima, miró de reojo los restos de la cena de su hermana que empezó a toser de forma compulsiva. El coro de toses se tornó en un coro de agonía, los comensales expulsaban secreciones sangrientas por los ojos, orejas, nariz y boca mientras se retorcían de dolor, muchos caían desplomados causando estruendo debido a sus pesadas armaduras. Varios sirvientes acuchillaron a los guardias que apenas pudieron oponer resistencia y se armaban con las espadas y alabardas de sus antiguos señores. 

Un hedor a sangre contaminada y excrementos llenaba los sentidos del señor de la casa Lorr que asistía atónito al espectáculo dantesco que le rodeaba. Sin embargo, se encontraba en perfectas condiciones, por alguna razón no le había afectado el veneno como a su séquito, pero estaba desarmado y sabía que no tenía oportunidad en un combate directo, su esperanza pasaba por que irrumpieran más miembros de la guardia. 

La sala parecía que había vuelto al silencio cuando una campana de advertencia comenzó a sonar. Tal y como se temía, el campamento estaba siendo atacado y estaba desprovisto de la cadena de mando, sus tropas estarían distraídas haciendo frente al enemigo y nadie vendría a ayudarle. 

   -Dime que te ha prometido la “Princesa de los Parias”. -Exigió Evorash sorprendido de seguir aún con vida. 

   -Ella prefiere que se refieran a ella como Lady Malis. Tú mismo lo has dicho, si mi padre me hubiera reconocido ahora ocuparía tu puesto, sólo me prometió la posición que me merezco y poder asesinar con mis propias manos a mi “hermanito”. -Con una rapidez sobrenatural incluso para una elfa, Lisitrah desenvainó y acuchilló a su medio hermano en el pecho mientras le miraba a los ojos. 

   -Anath Raema te reclama-Sentenció.





Comandantes

  • Príncipe Oscuro en mantícora con armadura pesada, ballesta de repetición, capa de dragón marino, escudo, Corona de Hierro Negro y Guantelete de Poder, 443 puntos

Héroes

  • Hechicera de nivel 2 con 2 Pergaminos de Dispersión, 180 puntos
  • Hechicera de nivel 2 con Vara de Kharaidon, 170 puntos
  • Noble en pegaso negro con arma a dos manos, armadura pesada, escudo, capa de dragón marino y Robavidas, 171 puntos

Básicas

  • 10 ballesteros elfos oscuros con escudo y músico, 125 puntos
  • 19 guerreros elfos oscuros con escudo y grupo de mando completo, 158 puntos
  • 20 guerreros elfos oscuros con escudo y grupo de mando completo, 165 puntos
  • 5 jinetes oscuros con lanza, músico y portaestandarte, 111 puntos

Especiales

  • Carro de gélidos con lanzas y ballestas de repetición, 107 puntos
  • Carro fustigador con cuchillas y arco gigante, 115 puntos

Singulares

  • Hidra de guerra real, 255 puntos

1 comentario:

  1. Chulísimo el trasfondo, me ha recordado mucho a las novelas de Malus Darkblade y la escena de Aria asesinando a los Frey en juego de tronos. Enhorabuena!

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