[TRASFONDO] Un mensaje de Winterbeard (V Torneo Leyendas en Miniatura)

 ¡Buenos días para aquellos con lustrosas barbas! La cosa marcha con estas entradas del V Torneo Leyendas en Miniatura y para seguir acompañando a todas esas listas que os tengo que enseñar, hoy metemos otro trozo de trasfondo, esta vez cambiando orejas picudas por gente más robusta y testaruda, con los Enanos de TitoMC.

Por si en vuestra pantalla cuesta de leer, os lo transcribo:

Mi buen señor Alrik, me reconforta poder escribir esta misiva, aunque mucho me temo, las noticias sobre nuestro trayecto no son las más agradables de escuchar, espero que nuestro hombre sea capaz de regresar portando mi mensaje con el fin de informarle sobre nuestra causa con urgencia. 

Como bien sabéis, partimos de la fortaleza con el único propósito de acudir al auxilio de nuestros aliados que defienden los poderosos artefactos mágicos ocultos en la Abadía de la Maisontaal, debido al reciente interés de las fuerzas ruinosas por hacerse con ellos. En nuestro empeño por impedirlo, reunimos a algunos de nuestros mejores hombres, guerreros de la fortaleza armados con ballestas, potentes balistas supervisadas por ingenieros, tropas de rompehierros ataviados con su armadura de gromril y una parte de la guardia personal de Karak-Hirn dispuestos a dar su vida por nuestra causa si fuese necesario. 

El viaje transcurrió sin contratiempos hasta nuestro primer destino, la cervecería de Bugman, donde fuimos recibidos como reyes y pudimos comerciar y abastecernos de todo tipo de provisiones y cerveza. Una vez cargados nuestros pesados carromatos de gromril emprendimos al día siguiente nuestra firme marcha, atravesando el paso montañoso en dirección al norte. Durante el trayecto los malignos tótems grobi tallados en las rocas de la montaña no fueron más que una señal de lo que nos esperaba a continuación. Sin previo aviso, cuando atravesábamos el cañón principal, una marea de pieles verdes ataviados en negro asaltaron nuestra caravana acompañados por una horda de trolls provenientes de las colinas cercanas. Conseguimos ahuyentarlos no sin perder una buena parte de nuestro equipo y a algunos de nuestros mejores hombres. 

Este contratiempo no ensombreció nuestro espíritu y continuando el paso serpenteante de la Cuenca Seca llegamos al fin a las puertas del nivel exterior de la ciudad de Karak-Norn, cuyos habitantes tienen un carácter sombrío, y su señor, Brokk, al que presentamos nuestros respetos en cuanto ingresamos, tiene bien ganado su sobrenombre de “Adusto”. Desde lo alto de la cima de la fortaleza, pude observar con mis propios ojos el enorme bosque que se hallaba a nuestros pies, el cual abarcaba cuanto alcanzaba el horizonte y que por la noche parecía iluminarse de una forma antinatural. Ese mismo día, en los salones más profundos del bastión, celebramos un banquete en vuestro honor en el que abrimos los mejores barriles que teníamos, y donde contamos historias, comimos, fumamos y bebimos hasta que el último de los nuestros cayó rendido.

Después de unos días de merecido descanso, nuestros hermanos de las montañas grises nos advirtieron de los peligros del camino que debíamos retomar, y un pequeño contingente de ellos se unieron a nuestra causa. El aprendiz de herrero rúnico Ragstein Norvar, conocedor del carácter de los hombres que habitaban las tierras a las que nos dirigíamos y un grupo de valientes defensores de la fortaleza con sus artilugios de reciente creación nos acompañarían en nuestra vital misión. 

Partimos de nuevo pues con espíritu retomado hacia nuestro destino. Si de algo debo advertir a cualquier enano que por aquí transite en el futuro, es que evite a toda costa adentrarse en este viejo bosque. El bosque de Loren es traicionero y aunque no estaba en nuestros planes atravesarlo, el mero hecho de rodear sus lindes nos hacía sentirnos observados. Pero este no fue el peor de nuestros problemas, una noche, pequeñas y sigilosas siluetas fueron avistadas por nuestros guardias, y antes de que pudiésemos evitarlo sabotearon nuestras provisiones, obligándonos a desviarnos hacia una aldea que se encontraba no muy lejos de nuestro destino para abastecernos, firmes en nuestro empeño de no volver atrás hasta haber cumplido nuestro deber. 

Llegamos al lugar y encontramos numerosos signos de combate por todo el pueblo, pero el sitio se encontraba vacío. Nadie en su interior, ni si quiera los cadáveres que deja tras de sí una batalla. Su pequeño cementerio había sido profanado, parecía que todo resto de cualquier ser vivo se hubiese desintegrado, pero el olor putrefacto a descomposición seguía en el ambiente. 

Mientras escribo este mensaje mis hombres e ingenieros están fortificando nuestra posición ya que hemos detectado movimiento en el exterior del pueblo, Ragstein usa su voluntad para anteponerse a los vientos de magia oscura que fluyen por el ambiente y en ocasiones me asaltan las dudas sobre nuestro porvenir. No sé si conseguiremos llegar a nuestro destino a tiempo para cumplir nuestra misión, pero a mis ancestros pongo por testigos de mi juramento, que volveré habiendo cumplido mi misión, ataviado con mi escudo, o muerto sobre él. 

Señor Oldak Winterbeard 

Comandantes

• Señor de las runas en yunque rúnico con escudo, Runa de Piedra, Runa de la Resistencia y Runa Rompehechizos

Héroes

• Señor del clan con arma a dos manos y Runa Magistral de Gromril
• Maestro ingeniero con pistola

Básicas

• 10 atronadores con escudo
• 10 ballesteros con escudo
• 10 guerreros enanos con escudo

Especiales

• 20 martilladores con escudo, portaestandarte, músico y Runa del Coraje
• 10 rompehierros con portaestandarte, músico y Runa del Estoicismo
• 10 mineros
• 2 lanzavirotes, uno con Runa de Penetración y el otro con Ingeniero

Singulares

• Cañón órgano
• Girocóptero