lunes, 28 de octubre de 2019

[Juegos de mesa] Expansiópolis

¡Más juegos! Pues eso, después de ver los juegos de mesa de nuestra excursión "al campo", y aunque haya quedado algo oculto por las Freak Wars 2019, también le pegué una visita a las Jornadas Ludo Ergo Sum de Madrid, que se celebraron a primeros de septiembre, centradas en los juegos de mesa. Y hoy os hablo de uno de los que probé, de nombre Expansiópolis.




Como hago siempre, y estoy aburrido de explicar con palabras ligeramente distintas, os incluyo mi clasificación genuina y superoriginal para los grupos de juegos de mesa. El Expansiópolis será un juego del grupo 2, gracias a su vertiente cooperativa, y dinámica sencilla de juego, con partidas cortas, válido para distintos grupos de jugadores y que tiene cierta profundidad, pero no te da tiempo a acabar con dolor de cabeza. 

1. Juegos de mesa clásicos (y relativamente fáciles). Son los juegos masivos que puedes encontrar en cualquier sitio, sean un poco más complejos y largos o no. Me refiero al Monopoly, el Cluedo, el Risk, el Trivial...

2. Juegos de mesa sociales (y que suelen ser fáciles). Estos juegos tienen una explicación corta, suelen tener duraciones menores o en torno a una hora, y son juegos que fomentan la interacción por encima de la competitividad. Por lo general, son ideales para echarse unas risas con amigos, o para sacarlos después de cenar, y ganan si hay bastantes jugadores (bastantes me refiero a más de 4). Un ejemplo para mí es el Díxit, del que hablaré en otra entrada.

3. Juegos de mesa intermedios (como Stone Age). Aquí cruzamos la frontera hacia los "juegos frikis", aunque en los últimos años se han popularizado bastante más y una tarde de juegos de mesa es algo mejor visto. Estos juegos suelen tener un componente táctico/estratégico importante, cierta competitividad, y aunque las reglas no sean excesivamente complejas, hay más cosas que controlar y decisiones que tomar. Normalmente se juegan con 3-5 jugadores y la duración se acerca a las 2 horas.

4. Juegos de mesa complejos. Estos son los juegos frikis puros. Hablamos de juegos desafiantes, en que hay que comerse la cabeza, lo que no significa que no sean divertidos y haya risas. Son juegos en que la explicación puede ser extensa, a veces es conveniente que todos los jugadores se hayan leído las reglas previamente, y cuya duración va de las 2 horas a las 6 (o más). Para mí un ejemplo puede ser Arkham Horror, que es especialmente peculiar porque es un juego cooperativo, no competitivo.

En Expansiópolis solo hay un elemento de juego, las cartas, aunque tienen dos caras, lo cual hace que tengamos cartas de objetivos, y cartas de construcción. Tenemos que tener claro que la idea es desarrollar una ciudad cooperando con el resto de jugadores para alcanzar una puntuación objetivo, y los bonos nos orientarán sobre cómo lograrlo. Claro que, si los bonos ayudan mucho, el objetivo también sube.

Básicamente, al comenzar el juego, se extraen tres cartas del mazo aleatoriamente (o no tan aleatoriamente si quieres encadenar partidas y que sean distintas), las pones del lado con texto, y te marcan dos cosas:

-Por un lado, la puntuación objetivo es la suma de los números en amarillo en las tres cartas. Lo habitual es que la suma esté entre 15 y 25 puntos más o menos.

-Por otro, los bonos. El texto te explica bonificaciones y penalizaciones a la puntuación por construir determinadas cosas o de determinada manera. Esto condiciona toda la estrategia del grupo. Por ejemplo abajo podéis ver una carta que da puntos por carreteras que no terminen en bordes, otro por encadenar en carreteras zonas naranjas y azules, étc.


El resto de cartas serán el mazo, así que para empezar la ciudad, se coloca una en el centro por el lado de los distritos. Hay distritos residenciales, industriales, comerciales y parques (identificados por colores), siempre hay una carretera en cada carta (no entran en los bosques) y todas las cartas tienen los cuatro tipos, aunque cambia la configuración y el trazado de la carretera.

La dinámica de juego es sencilla, el jugador activo tiene tres cartas, usará una y pasará las otras dos, de manera que el otro jugador roba carta (vuelve a tener tres), usa una y pasa el resto...y así hasta que no quede nada en el mazo, que es cuando se cuentan puntos.

Usar cartas es muy sencillo, simplemente se colocan adyacentes a las que ya hay construidas, y está permitido solapar distritos, de forma que puedes pisar distritos o carreteras que te incordien, de acuerdo a los objetivos de la partida.

Antes de hablar de la estrategia, es mejor explicar los puntos:

-El equipo obtiene puntos igual al número de casillas del mayor distrito de cada color de la ciudad. Es decir, si al final has ido poniendo colindando parques hasta conformar un grupo de 4, te dará 4 puntos, y lo mismo para por ejemplo, distritos industriales.

-El equipo pierde un punto por cada carretera en la ciudad. Es decir, que te interesa ir conectando la carretera para que sean las menos posibles, y no perder muchos puntos.

-Finalmente, los puntos que te dan las tres cartas iniciales de objetivo.

¿Bastante sencillo no? Básicamente tratar de agrupar los colores, y de no hacer muchas carreteras, sino conectarlas.



Pues ahí está la gracia del juego, en que la aleatoriedad de tener tres objetivos extra, y que se van combinando, te cambia totalmente el plan. Puede que te interese tener muchas carreteras, o que te den puntos por la carretera más larga. Puede que te bonifiquen por los parques dentro de la ciudad y te resten los de los bordes. Puede que los distritos industriales te quiten puntos y te pases la vida pisándolos. Puede que te interese conectar las carreteras a parques...la clave del éxito del equipo es identificar la estrategia adecuada para maximizar los puntos, ya que si te han dado objetivos que puntúan mucho, también vas a tener un objetivo más elevado.

Realmente el juego una vez pruebas una partida, es muy dinámico y rápido, y aunque lo normal es quedarse lejos de ganar en la primera partida, se le coge rápido el truco. Y por eso este juego incluye cuatro pequeñas expansiones, como las costas, que te delimitan el crecimiento de la ciudad en determinadas direcciones, o las obras, que te estorban.


Ya para ir acabando, parecía una chorrada, pero es un juego que va muy bien entre juegos más complejos, ya que requiere concentrarse igualmente, pero es ágil, y al ser básicamente un mazo-carterita de cartas, es realmente pórtatil, cabe en cualquier lado y no tiene una preparación pesada. Puedes jugar solo si te da por ahí, pero con 3 o 4 jugadores, pues vas discutiendo como actuar, e incluso tratas de pensar tu jugada y la que le dejas al siguiente jugador con las cartas que no usas. ¡Que sois un equipo leche!

Pues nada, otra reseña de otro juego distinto, para cuando no quieres sacar las miniaturas y los dados (suponiendo que algo así pueda llegar a suceder...).

Seguiremos esta serie prontito espero, si no se me ha olvidado la mecánica de los juegos...

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