Buenas tardes amigos del canal. Las cosas no han ido según lo previsto los últimos meses, pero en ningún momento teníamos pensado dejaros sin más videoinformes de batalla. De hecho Pumu estaba ultimando la edición del próximo videoinforme cuando el canal alcanzó los 5.000 suscriptores, así que que menos que iros dejando ya el trasfondo de la batalla.
Ya no habrá que esperar mucho más...
Conocidas son las historias de los enanos y sus fortalezas a lo largo del Viejo Mundo. Su rudeza y su camaradería, sus conflictos y sus alianzas, sus banquetes en los salones repletos y su ferocidad en el muro de escudos. El declive de su raza, y como poco a poco se atenúa el brillo de Karaz-a-Karak, Karak-Kadrin o Karak-Ocho-Picos. Pero menos se resaltan otras facetas de su personalidad…como la codicia que más de una ocasión ha sido su perdición.
Este es el caso de sus colonias en Lustria. Pues sí, no solo los elfos o los imperiales han puesto su pie en el Nuevo Mundo, hubo un tiempo en que el enclave norse de Skeggi no era conocido, y los enanos ya se habían asentado en Lustria, pues tal es el carácter intrépido de algunos de los miembros de esta raza.
Hay enanos, como Sven, que se hicieron conocidos por sus aventuras en las junglas de Lustria, y hay otros que no tuvieron tanta suerte.
Pues poco tardaron en crear sus asentamientos, pero también poco tardaron en comenzar a explorar y descubrir los tesoros que la jungla escondía, sin requerir siquiera del uso del pico y la pala. Y pronto los enanos decidieron reclamar lo que de nadie parecía, pero también poco tardaron en empezar a desaparecer, pues no todo lo que está a la vista carece de guardia, y hay guardianes a los que no conviene enfurecer.
Algunos de estos aventureros encontraron algo que jamás debieron tocar. Tras semanas vagando entre la vegetación y la fauna salvaje, atacados por los mosquitos, la humedad y las fiebres, aún tenían un enemigo más terrible, pues lo que creyeron su merecido botín encerraba protecciones arcanas más allá de su comprensión. Enloquecidos vagaron, sin saber que sus acciones a su vez habían desencadenado dos búsquedas con muy distinto objetivo…
Los guardianes no podían dejar la codicia sin castigo…
…pero cuando no regresaron al campamento según lo previsto, la expedición enana al completo salió en su busca.
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