viernes, 15 de abril de 2022

I Torneo del Valle: Culto al Placer (tercera parte)

¡Buenos y placenteros días! Tras las dos primeras entregas de la crónica del I Torneo del Valle (de Sant Cugat) por parte de Enric, hoy retomamos, esta vez con un escenario más clásico, pero un enfrentamiento atípico. El Culto de Placer dirigida por Morathi se topa con...¿la Caza Salvaje de Orion?¿Comorrrr?


Crónicas del I Torneo de Sant Cugat 03: Segunda Partida

¿Por dónde nos habíamos quedado? Ah sí. Morathi se había dirigido a las tierras de Sant Cugat en busca de tesoros y gloria para garantizar el resurgir del Culto del Placer, y, en su primera batalla, había conseguido expulsar al profeta Tehehauin del Círculo Ogham y hacerse con sus secretos. Con ellos, se dirigiría a los bosques silvanos en busca de más saqueo.

En la segunda batalla, pero, los Silvanos se adelantaron a recibir a Morathi a campo abierto, en terreno desértico. El oponente sería David y su avatar del torneo: el peligroso y furibundo Orión. Muy interesante, ya que mi experiencia con silvanos es (o era… en este torneo me he curtido XD) prácticamente nula. Nos contamos un poco “qué hace cada ejército” mientras nos acabábamos la cerveza-desayuno (que no falte, jaja. Aunque sea para echarle las culpas de malas decisiones… que en esta partida tuve muchos lapsus y decisiones horribles).

Nota: en el último torneo hice un montón de fotos de la primera partida, unas pocas de la segunda, y dos de la tercera. Al narrar el torneo “en orden”, pude detallar muy bien la primera, decentemente la segunda, y mal la tercera.
En este torneo, viendo que pasó lo mismo con las fotos, he empezado al revés: apuntarme todo lo que pude de la tercera partida al principio, y dejar la primera para el final, puesto que con las fotos podía recuperar lo perdido. Y esta… se ha quedado a medias. Ni mi memoria ni las fotos recuerdan todo lo que pasó… así que veréis un montón de “creo que”, o “supongamos que”, porque Tzeentch ha hecho de las suyas en mi cabeza…

La Batalla

En cuanto a la batalla, se trataba de una batalla campal, con despliegue oculto, y con tres objetivos repartidos en diagonal (uno en el centro, y uno en cada lado de despliegue). Estos darían 300 puntos de victoria a la unidad básica de potencia superior que lo controlara… o, al personaje especial, que capturaba objetivos por encima del resto.

En mi caso, las unidades básicas del Culto son solo de infantería, y me imaginé el objetivo de su lado de batalla bien protegido con la típica guardia eterna o similar con filas, y un porrón de arqueros… dada mi escasa armadura en las unidades básicas, decidí que pasaría bastante olímpicamente de ese objetivo (como mucho, enviaría a Morathi volando el último turno, o lanzaría algún Deseos Inalcanzables para sacar a su unidad apostada ahí).



Hechizos

David llevaba una sola hechicera, con la que obtuvo el hechizo de mover árboles… y otro más, que no recuerdo, y que no llegó a usar. Aparte, su hombre árbol tendría también el cántico de mover bosques.

En mi caso, la hechicera obtuvo el 2, “Tormento Lujurioso”, mi favorito, especialmente en esta partida contra caballerías ligeras y arqueros silvanos, y uno de los altos, que cambié por el 1 (proyectil mágico 30cm F6).

En cuanto a Morathi, elegí repetir “Tormento Lujurioso” y “Deseos Inalcanzables” (me encantan ambos, jejeje), y, en cuanto a magia Oscura, el rayo de Kharaidon, y el Sometimiento de Lamekh (a 30cm, evita que una unidad mueva, dispare, o lance hechizos). La variante de Slaanesh es, en general, mucho mejor (45cm, y afecta a “todo”, incluido no combatir y ser impactado automáticamente), pero no afecta a inmunes a psicología. Siendo Orion y los jinetes de Kurnous (que debía llevar) inmunes, así como las posibles dríades, bailarines y hombre árbol… no tenía sentido jugármela con un hechizo que podría no tener objetivos útiles en toda la partida. Sin embargo, sí que quería tener un hechizo de “impedir mover, o disparar”, tanto para evitar capturas de objetivo el último turno, como para despistar a Orion, que me daba bastante miedete…



Despliegue



Gané elegir campo de batalla, y así a lo tonto escogí el que estaba lejos del bosque, puesto que no conozco mucho de silvanos, pero sé que pueden hacerte mucha pupa si estás dentro de uno y que ellos no tienen penalizadores al mover a través… así que mejor no meterme en líos. Después me fijé que el objetivo central me quedaba al otro lado de un lago y me di cuenta del primer error de la partida (¿Veis lo que os decía de la cerveza matutina? XD) así que sería difícil de alcanzar con una unidad básica, que en mi caso eran todas de infantería… pero no pasaba nada, tenía a Morathi y su pegaso, que con 50cm de movimiento podría ocupar un objetivo de esos fácilmente.

En cuanto al despliegue, opté por abandonar el objetivo más lejano, que imaginé que estaría lleno de elfos cobardes disparando desde el bosque, con alguna unidad con filas para tocar las narices… y me centré en intentar rodear el lago con las unidades básicas. Dejé una de ellas (las diablillas, que ni aportaban filas o habilidad de combate como para ser imprescindibles en el centro, ni podían huir solas como los bárbaros, y daban cierto respeto). Realmente lo que tenía en mente eran unos silvanos tradicionales, que no molestarían mucho en mi lado del tablero. Por si las moscas, puse a los gélidos acompañándolas. El flanco derecho quedó más vació, con los bárbaros y el engendro para distraer sus flechas de elfo, y las diablillas montadas y los brujos fuegoletales, más atrás, que entre su alcance y movimiento podían ir donde quisieran en cualquier momento (a cazar arqueros si eran pocos, o a ayudar en otra parte si eran muchos).

David me sorprendió con su lista, muy atípica, con Orion, que venía buscando el cuerpo a cuerpo, con solo dos unidades de disparo: el propio Orion, con su lanzavirotes, y los jinetes del bosque, (y el hombre árbol) y el resto eran caballerías de Kurnous, dríades, bailarines con héroe, y un hombre árbol. Upps… mi estrategia estaba totalmente equivocada entonces, tendría que recalcular. Por suerte, su ejército se veía muy pequeñito en comparación con el mío (que tampoco es para tirar cohetes).

Nota de Cordo: En mi experiencia esto no tiene nada de atípico, las listas silvanas más eficaces se basan en la movilidad, precisión y las ostias como panes, con disparo de apoyo y el cambiante metralleta o flecha Lluvia de Muerte.

Dividió sus fuerzas en dos, dejando en cada parte “un troncho” (Orion en uno, y el hombre árbol en el otro), y una de Kurnous, y una de hostigadores (dríades / bailarines con noble), en cada uno. Mitad y mitad. Los jinetes del bosque vigilarían el último objetivo en el extremo derecho. Ganó la tirada para empezar, y eligió empezar él.

Despliegue silvano




Turno 1 Elfos Silvanos



Me esperaba una cacería salvaje viniendo directa, pero nada más alejado de sus intenciones. Precavido, avanzó un poco con el centro para ir a por el primer objetivo, pero el flanco de Orion se quedó a verlas venir, sin quererse exponer tan pronto.

En fase de magia, tenía el objeto de “mover árboles varias veces por turno” + el cántico del hombre árbol, pero, exceptuando este primer turno (que movió el bosque con los Kurnous dentro porque, al no saber que sorpresas tendría, preferí guardarme dados de dispersión y fallé la tirada), conseguí dispersárselo toda la partida, así que esta fase de magia… la omitiremos.

En la fase de disparo, consiguió matarme un fuegoletal con los jinetes a caballo (grrr, se nota mucho el pasar de lvl5 a lvl4), y dos guerreros con el lanzavirotes de Orion.

Turno 1 Culto Slaanesh



Sin ningún temor por esos debiluchos de los bosques, por muy “Caza Salvaje” que fueran, me acerqué a buscar el combate, sin ningún plan en concreto, más allá de intentar aprovechar mi superioridad en unidades para buscar algún error suyo (o crearlo yo con magia) y rodearle. El engendro gritó “Brbrbloaagh” o algo así y hala, se fue a lo suyo alejándose del resto.

Aquí, ambos pecamos de estúpidos. No de desconocimiento, porque nos lo dijimos, sino directamente de estúpidos. Mira que me advirtió: Orion mueve 44cm… que yo, aprovechando que sus Kurnous estaban dentro del bosque sin ver fuera (colocados así expresamente por él, para que no se los friera a magia el primer turno), me acerqué ahí a lo bruto a controlar la zona con los gélidos.

Y mira que le advertí antes de la partida: ojo con la Cantora, que si le cae el Tormento Lujurioso dile adiós muy buenas, no lo dejes solo que son 60cm sin línea de visión y después ya no se dispersa (no hay nada más frustrante que no saber las reglas de otro ejército y que abusen de ello. Yo lo del Tormento lo cuento siempre, que bastante asco da el hechizo de por sí XD)… pues ni caso… En vez de meterla con los bailarines, la dejó solita ahí plantada.

Yo aún no sabía las consecuencias de mi error, pero si podía ver las del suyo.

Final de la fase de movimiento, a esos jinetes del bosque no les esperaba nada bueno

En la fase de magia, Orion le daba 2 dados de dispersión, y la Cantora, uno más. Con mis 8 dados (y el +2 de Morathi al lanzar hechizos, y los fuegoletales), confiaba en engañarle para que dispersara otras cosas, y conseguir colarle Tormento Lujurioso a la Cantora.

Así que empecé forzando las cosas, lanzando el hechizo de los fuegoletales, de lvl 4, a los jinetes del bosque, para obligarle a gastarse dos dadetes (era la única unidad que había dejado para capturar ese objetivo). Sin embargo, lo dejó pasar, y los jinetes murieron en un torbellino de llamas. Empezaba bien la cosa.

Después lancé con la hechicera el Delicioso Suplicio a 3 dados, sacando una burrada de tiradas altas, y gastó el pergamino de dispersión.  “Pues nada”, pensé, me quedan 5 dados, y a él 5 más… a ver si hay suerte y entra un hechizo. ¡Y sí! Falló en dispersar tanto el “cebo”, de Deseos inalcanzables a las dríades (originalmente se lo quería lanzar a los Kurnous, pero al estar dentro del bosque, solo tenían visión del propio bosque… haciendo inútil el hechizo, así que se lo puse a las dríades para que se acercaran, y le bloquearan cargas a los Kurnous si estos salían del bosque), como el segundo intento de Tormento Lujurioso a la Cantora. Ese +2 de Morathi al lanzar hechizos pica, jeje.

En fase de disparo, el lanzavirotes consiguió hacerle una herida al hombre árbol.

Final del turno 1


Turno 2 Elfos Silvanos



El turno empezó bien para David, ya que su Cantora, que ya estaba “muerta en vida” y no podía hacer nada para evitarlo, no sufrió ninguna herida, así que seguiría teniendo una fase de magia más.

Empezó el turno declarando carga con Orion a mis gélidos, dejándome con cara de tonto de “¿Para qué he movido yo los gélidos ahí si me ha dicho que cargaba 44cm…?

Además, haciendo este artículo pienso “Uas, eres doblemente tonto”, porque, si hubiera declarado huir, hubieras huido de la posición original de Orion, en dirección más o menos en diagonal hacia la esquina del tablero, teniendo una oportunidad de reagrupar a 10s (L9 más el músico), pero en aquel momento tuve el lapsus de “tal como los he encarado, si huyo hacia atrás se van fuera” (como cuando huyes del combate). Cosas del directo, los nervios, la cerveza matutina, etc. XD
Así que aguanté, pasé el chequeo de miedo (Orion causa terror), y, Spoiler, en fase de combate me mató a 3 gélidos, y, con potencia 6 y miedo vs mi potencia 4, los gélidos huyeron automáticamente, y, persiguiéndolos salió del tablero. Aaah, que burro que fui.

Mi único consuelo es que, en el próximo turno, si la Cantora caía, como Orion estaba fuera, solo tendría 2 dados de dispersión, y me iba a poner las botas (seguro que había sido un plan de Morathi para deshacerse de algún noble molesto… que manía le tenía Morathi a aquellos gélidos).

El resto de la fase de movimiento, avanzó las dríades obligado por el hechizo, y el resto se reorientó un poco, aún con miedo a avanzar, mientras los Kurnous del lado izquierdo se preparaban para contracargar si alguien derrotaba a las dríades.

En fase de disparo, descubrí que el hombre árbol tenía un proyectil de corto alcance letal que hubiera acabado con mis furias, si estas hubieran estado 1cm más cerca. Ya os digo, que silvanos es el ejército que menos me conozco XD iba de noob total.

Turno 2 Culto de Slaanesh



La maldita Cantora siguió sin sufrir daños autoinfligidos (grrr), pero, sin Orion, solo tendría 3 dados de dispersión.

En fase de movimiento, las iniciadas cargaron a las dríades que habían quedado desubicadas. (Bua… tengo una memoria horrible. Me sonaba que habían fallado la carga, y que habían contracargado las dríades el turno siguiente… pero por las fotos, no tendría sentido. La batalla tiene lugar donde mueven las dríades en el turno 2. Además… en algún momento se llevarían un virotazo de…Bueno, da igual. Imaginemos que cargo yo XD que más da. No dejes que la verdad te arruine una buena historia, jaja)

Mientras, el flanco izquierdo avanzó siguiéndoles el ritmo para no dejarlas solas. (las diablillas tenían tiempo de volver a por el objetivo si hacía falta, y los guerreros, optimistas, creían que podrían hacerse con el centro). Las furias, viendo que el hombre árbol era peligroso a distancia, retrocedieron, esperando un momento mejor para actuar.

En el flanco derecho, lancé al engendro a taponar un poco el paso, mientras los bárbaros se fueron a la carrera a ver si había suerte y se olvidaban de ellos, y conseguían llegar al objetivo vacío del lado de David. Las diablillas montadas, aprovechando su movimiento 50, se pusieron a presionar la retaguardia silvana.

En fase de magia, David dejó pasar el proyectil de los fuegoletales al hombre árbol (hería a 6s… pero cada herida inflamable serían 2, a ver si caía alguna), pero no hubo suerte, creo que logré una sola herida y la paró con la armadura. El lanzavirotes en cambio logró acertarle, pero solo le hizo una herida.

Del resto de los hechizos, creo que logré causarle una herida a los Kurnous del flanco izquierdo con 1D6 de F5, y, una vez debilitados, colarles Deseos Inalcanzables para que vinieran a tope hacia las diablillas para que, si las Iniciadas ganaban el combate y perseguían a las dríades, no se comieran una carga el turno siguiente, y en cambio, tener una oportunidad cargando yo con las diablillas antes de que Orion viniera a por ellas (al principio de la partida le pregunté qué  hacían sus unidades… pero después, se me quedó en la cabeza que tenían +1A al cargar en vez de +1A al ser cargados XD así tonto de mí iba con mucho miedo a su carga, y mi estrategia era mala, no, lo siguiente XD).

En fase de combate, las Iniciadas lo hicieron genial, matando a 4 dríades, y, aunque las dos que respondieron consiguieron matar a una Iniciada, perdieron el combate y huyeron., siendo perseguidas de cerca por las Iniciadas.

Final del turno 2


Turno 3 Elfos Silvanos



Ahora sí, la Cantora decidió que nada le excitaría más que hacerse cortes a sí misma por todo el cuerpo…y murió desangrada gracias al Tormento Lujurioso… oh, cómo me gusta este hechizo. Al menos, las dríades se reagruparon.

Los Kurnous de la izquierda se lanzaron impelidos por Deseos Inalcanzables a lo loco en busca de nosequejuana que creyeron ver plantada cerca de las diablillas.

Los Kurnous de la derecha… no recuerdo si cargaron al bloque de guerreros y fallaron (que, con tanta fila estática, era arriesgado) o si simplemente se posicionaron para envolverles más adelante con el hombre árbol (tiene más sentido esto segundo), aunque, sin darse cuenta, les dieron el flanco a mis furias, que ya llevaban tiempo aburridas esperando una oportunidad.

En el flanco derecho, los bailarines con el noble cargaron al engendro (maldito, lo había acercado pensando que quedaría escondido tras el bosque controlando la zona, y no, el tío estaba ahí con ganas de “bloueeergh baaaaagh” a tope y se lanzó a lo suicida).

En fase de magia… ah no, que ya no había mago :P

En fase de disparo demostró que, aunque sea un silvano que va al combate, siempre tienen trucos sucios en la manga (¡parecen druchiis!). Orion se había acercado a las iniciadas, y les disparó un virotazo por el flanco que se cargó a 4 (en caso de que esas bajas las causaran las dríades en combate… no se que hizo Orion. ¿Fallar el tiro? Ni idea… hagamos ver que fue así).

El hombre árbol a su vez fue a por los guerreros druchii, y sacó 10 impactos del estrangulamiento, con F4 hirió con ocho de ellos, y solo logré salvar 1 a 6s. 7 Muertos. Mis dos bloques se habían reducido a la mitad en un abrir y cerrar de ojos :O Por suerte, iban tan drogados que no tenían que tirar pánico.

En combate, el engendro fue destrozado por los bailarines, sin que hiciera falta la intervención del héroe, y arrasaron hasta colocarse amenazando la retaguardia de los bárbaros. Upps… esto había dado un giro que no me gustaba nada.

Turno 3 Culto de Slaanesh



Pese a las pérdidas no previstas, tenía claro que hacer ese turno ¡A cargar! El turno pasado había dejado bastante preparada la cosa y quería limpiar un poco las unidades silvanas. Cargué con las diablillas a los Kurnous de la izquierda (sin recordar que tenían 2A XD), Con las Iniciadas, a las dríades recién reagrupadas, y, viendo que si no hacía nada los guerreros morirían bajo una carga de caballería, lancé las furias al flanco de los Kurnous de la derecha.

La cosa pintaba mal para los guerreros, ya que, ahora que eran la mitad, y con menos filas, poco tenían que hacer contra el hombre árbol, así que los avancé al máximo para que salieran de su arco de visión y no pudieran ser cargados.  Confiaba en que las furias darían cuenta de los Kurnous o los entretendrían y delante suyo estarían a salvo, incluso para cargarles más adelante. Eso sí, por si las moscas, la hechicera abandonó la unidad para irse a buscar mejores pastos (esta tía parece Skaven), igual que Morathi, que, aprovechando su vuelo, se alejó de la zona conflictiva.

En el flanco derecho, pensé un plan: ese objetivo de la derecha tan abandonado me iba a dar 300 puntos si lo alcanzaba con los bárbaros, y, en cambio, tal como pintaban las cosas (con sus Kurnous, básicas en esta lista, medio trabados en la otra punta), David no tenía opciones de capturarlo. Tenía el problema de los bailarines en su retaguardia, pero, si los alejaba, y eso hice, podrían huir sin ser atrapados si les cargaban el turno siguiente: en combate, así desnudos no tenían nada que hacer contra una carga de bailarines. En cambio, quedaban turnos suficientes para que se reagruparan y acabaran llegando al objetivo. Mientras, redirigiría los esfuerzos de los fuegoletales hacia los bailarines…. Si conseguía acabar con ellos, el plan podía funcionar. Y si no… aquellos bailarines con héroe de 300 puntos se pasarían la batalla cazando bárbaros de 60 en vez de ayudar. Un win-win de manual.

Para acabar, las diablillas montadas vinieron a presionar por la retaguardia de los Kurnous (Si estos aguantaban el embate de las furias y no huían, podría hacer una carga múltiple “de emparedado” con los guerreros por delante y estas por detrás, como a Slaanesh le gusta) y los brujos fuegoletales se reposicionaron lejos de los bailarines.

En fase de magia, lancé bolas de fuego a los bailarines, pero con su resistencia mágica lo dispersó (a la que muere un fuegoletal, la cosa queda como un portahechizos de energía 4 y ya poco puede hacerse, sobre todo con RM(1)…).

Con Morathi, estuve tentado de potenciar con Tormento Lujurioso y dar furia asesina a las furias, para que acabaran con la unidad de Kurnous sin problemas… pero eso significaba condenarlas a ellas totalmente, ya que el hechizo no se dispersa… y no me salía muy a cuenta: van a atacar 4 furias, a 4+, 3+ y sin la salvación de 5+ alguno tiene que entrar…pensé, iluso. Al ser por el flanco, no podrá devolver, y ganaré la batalla. Pensando que se trataba de una caballería “media” al uso (rollo la pesada de Khemri, mejorada), ni me planteé que perdiera ese combate aunque fallara y un jinete respondiera. Además, aunque no les hicieran huir, tenía dos unidades preparadas para rematarlos…

Así que cambié de táctica. Empecé lanzando el Tormento Lujurioso al hombre árbol para marearle (realmente, para ver si colaba y lo dispersaba, pero me podía venir bien), pero lo dejó pasar. Ya no venía de +1A, en ese bicho, y que se dejara de disparos me podía ayudar más adelante. Después seguí con el cebo, lanzándole Sometimiento de Lamekh al hombre árbol, sin tener claro si llegaría o no…pero tampoco coló, y lo dejó pasar. Al menos, justo entró en los 30cm de alcance, y se estaría quietecito y sin dispararme un rato (no tenía a los guerreros en la línea de visión).

El hechizo que quería lanzar realmente era Deseos Inalcanzables a Orion, la mayor amenaza para mis tropas, pero no había colado, y pese a que ambos íbamos a 3 dados y yo tenía un +2, logró dispersarlo.

En la fase de disparo, lancé otro virotazo al hombre árbol, y volví a fallar. Me estaba cansando…pensé que me saldría más a cuenta intentar diezmar bailarines, a pesar de ser hostigadores, y conseguir ese objetivo del fondo, que seguir tirando virotes a 4+ para herir.

En la fase de combate, las Iniciadas mataron a un par de dríades más, y las hicieron huir (creo que quedaban 3… o 4. Las suficientes como para reagruparse) … y ahí me llevé la sorpresa de que los Kurnous respondían con dos ataques. Glupps… pues mal. Muy mal. Ahí la había liado bestia cargando. Ya nunca se me olvidará XD

Las diablillas mataron a un Kurnous, y a David se le cayó la mano, y al responder, fallaron en el rebote. En parte gracias a muy malas tiradas, pero también a que pasé la única herida que logró hacer con una especial de 5+. Recuerdo que se lo comenté: ¿Estos, que tienen la regla espíritus del  bosque (especial de 5+ vs no mágicos, inmunes a psicología, etc) no tienen también ataques mágicos? -No, que va, llevan lanzas normales- ¡Ah ok! (spoiler: en la tercera partida al enfrentarme a otros Kurnous descubrí que sí eran ataques mágicos XD). ¡Recordad! Kurnous tiene 2A cuando no cargan, y ataques mágicos. Y a todos los efectos son espíritus del bosque. ¡Y los caballos también!

Pues sea como fuere, el resultado fue una baja, potencia y fila a mi favor, y, a pesar del liderazgo de Orion, salieron huyendo y los perseguí, para alejarme del arco de visión de este (que se quede el objetivo si quiere, a mí que me deje en paz XD).

Tocaba el combate de las furias, y ahí pensé… “Buas, que si fallo al herir… se rebota con dos ataques y el corcel… uff… ahora pinta peor”. Me arrepentí de no haberles puesto furia asesina para asegurar el tiro, aunque después se hubieran muerto estampadas contra los bailarines o el hombre árbol, ¡Pero no, va, que ellas pueden! Y que va… que habían de hacer…4 ataques a 4+, 3+… Fallaron vilmente las cuatro al impactar, sufrieron una baja a cambio, y perdieron de 1. Bueno, tengo a Morathi y su L10… Pum, un 11, y furias a su casa XD Vaya gentuza. Al menos como David había pinchado con los otros Kurnous, no nos podíamos quejar ninguno, jaja. Qué horror. Los Kurnous se iban a poner las botas en el flanco de los guerreros el turno siguiente. Suerte que la hechicera se había largado. Ella tiene siempre estos presentimientos…

Final del turno 3



Turno 4 Elfos Silvanos



¡Las tornas habían cambiado, y sus caballerías estaban en una situación inversa a la prevista! El turno empezó, como no, declarando las suculentas cargas: los bailarines a los bárbaros Hung, que huyeron sin ningún tipo de sentimiento de vergüenza, y los Kurnous del centro al flanco de los guerreros (en el dibujo parece que sea frontal, pero otra vez, cosas del plano, que se hace lo que se puede), pero… antes, el hombre árbol se puso todo calenturiento y con los 1D6 impactos de F3, a pesar de la R6 y la armadura de 3+, se hizo una herida a latigazos, jeje.

Las dos unidades que huían (Kurnous y dríades del lado izquierdo) se reagruparon sin problemas...aunque las dríades tenían pocas expectativas de supervivencia.

No recuerdo si es que Orion no tenía visión de la retaguardia de las diablillas, o que prefirió no ir a por ellas (despreciando su potencial) y se centró en disparar a “objetivos más suculentos”. La cosa es que apuntó… y ¡Nyac! Acertó, le dio a Sulephet, el Pegaso Negro de Morathi, le hirió, y sacó las 3 heridas en el 1D3. Pobre Sulephet... Suerte que no le había dado a la Reina Madre, pero me dejó sin opciones de ir a capturar puntos el último turno…Esta cayó rodando en el barro y se levantó dignamente. ¿Quién había osado hacerle eso? Lo pagaría caro…

En fase de combate, como era de esperar, los guerreros cayeron empalados por las lanzas y cascos de los caballos, sin llegar a responder, huyeron, y fueron atrapados. Por suerte, la tirada de persecución fue baja, y dejaron el flanco expuesto a las diablillas montadas.

Los Kurnous acaban con los guerreros...


Turno 4 Culto de Slaanesh



Desde aquí hasta el último turno no tengo fotos XD Así que hay detalles y cosas que voy a rellenar por mi cuenta, por lo que me parezca lógico de la situación. Disculpas si hay cosas que no fueron exactamente así, jeje.

Estábamos a más de la mitad de la partida, parecía bastante igualada, y, dado que no tenía potencial como para acabar con Orion o el hombre árbol, tenía que empezar a ver cómo ganar puntos capturando objetivos… y evitar que David los capturase.

Respecto a los cuadrantes que podía ocupar, tenía opciones con el situado en su zona de despliegue, de la derecha, si acababa con los bailarines guerreros y los bárbaros se reagrupaban. Pero el resto… pintaban mal.
En el del centro, el hombre árbol estaba ahí metido y, o bien conseguía marearlo y sacarlo de ahí para meter una de mis básicas, o no iba bien. Aparte… había un segundo problema: solo puedo tener infantería como básicas, y no estaban bien posicionadas como para poder llegar, si me impedía hacer marchas. Así que descarté ese objetivo.

La otra opción era el de mi lado. Tampoco pintaba bien: las diablillas se habían alejado mucho para escapar de Orion, y ahora él estaba ahí al lado cual perrito guardián. Pero mira… al menos tenía opciones de enviar las diablillas. Gracias a mis hechizos, quizás podría sacarlo de ahí en el último turno y meter mis diablillas… si seguían vivas.

El segundo problema eran sus básicas: mucho más móviles que las mías, podían ocupar los dos objetivos sin problemas, así que decidí priorizar eso: acabar con sus unidades básicas para que al menos no se llevara él los puntos (Como dicen en Ghrond: o follamos todos, o tiramos la Iniciada al río).

Con los Kurnous de la izquierda, eran dos pájaros de un tiro: moví a Morathi al bosque, evitando que Kurnous intentara empalarla de nuevo (si caía, eran más de 500 puntos que se iba a llevar, y me quedaría sin fase de magia), en el flanco de la unidad, para reventarlos con el proyectil mágico que tenía.

La segunda básica, sus dríades, ya no podían capturar… pero si tocarme las narices, y puesto que no quería darles la retaguardia con las iniciadas, la opción lógica era cargar de nuevo con las iniciadas.

Con lo que más dudas tenía era con la tercera unidad de Kurnous, la del centro. Le había dado el flanco a mis Diablillas Montadas, y eso era un regalo… pero cargar con ellas implicaba acercarme mucho al Hombre árbol y sus disparos mágicos, que acabarían con ellas. Sería un intercambio de caballerías, a lo ajedrez. Yo me quedaría sin caballería -sin contar los Fuegoletales que estaban en la otra punta, y tenían otras cosas que hacer- ni forma de maniobrar y apoyar a las diablillas a pie… pero la alternativa era peor: imaginé los Kurnous alejándose, para volver y capturar el punto central. Nunca tendría una oportunidad mejor, así que me lancé a por ellos sabiendo que sería lo último que harían.

Las diablillas a pie dieron media vuelta, y volvieron hacia la zona de despliegue, acercándose al objetivo en un plan suicida, poniéndose a los morros de Orion, pero confiando en poder lanzarle esta vez un Deseos Inalcanzables para que no se las cargara.

Los bárbaros se reagruparon a pesar de que no había pagado el músico (originalmente, iban a morir y punto. Se lo pagué en el último torneo y fueron puntos tirados), y la hechicera Drukhira se escondió detrás de las diablillas montadas. Lo que menos quería era que la ensartara Orion así a lo tonto, y podría lanzarle un proyectil al hombre árbol, a ver si lo bajaba a menos de la mitad.

En fase de magia, me dediqué a la repartición habitual (fuegoletales, 3 dados un hechizo, 3 dados otro hechizo, 2 dados un tercero, en orden diverso). Seguramente debió dispersar el Deseos Inalcanzables a Orion, y yo debí fallar al herir con los 1D6 de F6 al hombre árbol… así que solo entró el Rayo de Kharaidon, que acabó con dos de los Kurnous recién reagrupados del bosque (irse con Morathi al huerto no suena tan bien como parece), y los fuegoletales, porque entre ellos y el lanzavirotes, acabaron con 4 bailarines.

En combate, sin sorpresas: las iniciadas acabaron con las dríades que quedaban, y las diablillas montadas lograron causar dos heridas a los Kurnous, sufriendo una del rebote, y hacerlos huir. Creo que no perseguí, para no meterme en el ángulo de visión del hombre árbol.

Turno 5, Elfos Silvanos



Las cosas me estaban saliendo bien, pero David pensaba luchar con uñas y dientes hasta el final. En lugar de cargar con Orion a mis diablillas (No lo pensé, pero esto le hubiera alejado del objetivo un poco… y 150pts de diablillas vs 300 de objetivo no sale a cuenta. Quizás habría podido hacer las dos cosas: reventar diablillas y volver al objetivo, pero supongo que al ver a mis diablillas ahí a lo suicida yendo para allá pensó que tendría un as en la manga. Pues que va XD en mi cabeza no había nadie a los mandos, jaja. Confiaba en el Deseos Inalcanzables y me había salido mal. Quizás debería haber lanzado 4 dados y asegurar que no dispersara con sus 3… pero tenía tan, tan tan claro que sacaría dos 1s si lanzaba 4 dados que ni de coña me la iba a jugar por unas diablillas hasta que no hubiera otra opción).

No recuerdo si reagrupó los Kurnous y el último turno los usó para marear, pero no le sirvieron de nada, o si siguieron huyendo, ya que no tengo fotos de estos turnos… haremos ver que siguieron huyendo, por el bien de esta historia. El otro Kurnous superviviente se alejó de Morathi para no dar los puntos de su unidad, y ocupar cuadrante.

Total, que, como era de esperar, cargó de nuevo con los bailarines a los bárbaros, que huyeron un montón (nice! Si reagrupaban, no los alcanzaría en una carga del turno 6, y, además, se habían quedado tocando el objetivo), y el hombre árbol avanzó un poco hacia el objetivo de abajo a la izquierda, pero quedándose cerca de las diablillas montadas, para dispararles justo después, y enviarlas de vuelta al Reino del Caos.

Orion disparó a alguien (quien más sentido tendría es la hechicera, una vez muertas las diablillas montadas, pero supongo que, tras mover, miniatura individual, largas, etc. Debió fallar el tiro).

Turno 5, Culto de Slaanesh



Ambos estábamos ya casi sin unidades ni recursos, y, haciendo cálculo de los puntos pintaba a empate: ambos nos habíamos hecho bastante daño, pero viendo el coste de Orion y el hombre árbol, que eran altos, y seguían intactos… tenía que conseguir más puntos como fuera. 

Fallé el chequeo de reagrupamiento con los bárbaros, que salieron de encima del objetivo, y ya no podrían capturarlo aunque se reagruparan la ronda siguiente, así que tuve que jugármela a todo o nada en el lado inferior izquierdo (por suerte, fallé de mucho. Me hubiera sentido muy mal conmigo mismo si fuera por el músico, que siempre meto y justo esta vez acabé quitando).

Nota de Cordo: Pues te lo hubieras merecido...por rácano, los músicos se pagan.

Las diablillas avanzaron a saco hasta ocupar el objetivo. Tenían a un hombre árbol con furia asesina detrás, y un Orion delante… así que, si no salía bien, serían un emparedado muy jugoso… pero ya llevaba varios turnos lanzando hechizos a “tres dados+2” vs “tres dados a secas” y siendo dispersado… alguno tenía que salir.

Morathi salió a dar juego: si todo salía mal, recibiría un tiro de Orion (si el hombre árbol se encargaba de la retaguardia de las diablillas) … pero ella no es de esas que se quedan quietas mientras el otro (o la otra) hacen todo el trabajo, y marchó para acercarse a 30cm del hombre árbol. Esta ronda, tenía que ir a por todo: hombre árbol, y Orion.

En fase de magia, la resistencia mágica de los bailarines dispersó el hechizo de los fuegoletales (y solo logré hacerles una herida con el lanzavirotes), pero en fase de magia sonó la campana: dejó pasar el inmovilizar del Sometimiento de Lamekh al hombre árbol, guardándose los dados para el Deseos Inalcanzables, como el resto de rondas… y, entonces sí, cambié de táctica, y en vez de lanzar 3 y 3 dados, me la jugué a 4 dados, que, junto con el +2, ya no podía dispersar. No salieron los temidos dos 1s, ¡Y las diablillas se salvarían! Desesperado, gastó sus dados en un último intento, pero creo que había sacado un 17 en total (15+2) y no salió (O quizás me suene de algún otro intento XD recuerdo a alguien desesperado intentando dispersar 17 a 3 dados en algún momento, jaja). En vez de darles su merecido a las diablillas, el hombre árbol se quedaría enraizado en el suelo, y Orion se iría a buscar setas, o a Ariel, o lo que fuera que haya visto en sus perturbados sueños…

Intenté algo con el dado que quedaba (¿Darle al hombre árbol?) pero no lo conseguí. Daba igual, tenía 150 puntos de diablillas que iban a vivir, y 300 del objetivo. Aquello era lo importante, jaja. Quizás debería haber ido a 4 dados toda la partida (aunque me da que la vida de Morathi hubiera sido mucho más corta).

Instantes antes de que Orion se fuera a por setas


Turno 6



Ese fue un turno muy rápido para ambos, ya que nos quedaban pocas cosas que hacer. En su fase de movimiento… reagrupó los Kurnous, movió obligatoriamente a Orion a buscar setas a un descampado que había visto (ya había puesto a las diablillas dejando espacio para poder poner un objetivo en la línea de visión de Orion que no implicara poderlas cargar “porque está en el camino”, tampoco es tan fácil como parece el saber de Slaanesh 😉 hay que posicionarse bien). El hombre árbol tuvo que quedarse quieto, y no llegaba a disparar, y, además, volvió a herirse él solito… ya estaba mitad de heridas. Una más, y me daría puntitos.  El resto de unidades tampoco tenían nada bueno por hacer.



Y en mi turno, reagrupé a los bárbaros, que no capturarían el objetivo, pero al menos no darían puntos, e intenté conseguir que sus unidades bajaran a la mitad, o acabar con ellas…pero ya se me había acabado la suerte. Creo que el lanzavirotes, o uno de los hechizos, hizo una herida a la de 3 Kurnous, dejándolos a mitad, pero el resto falló todo (grr, quedaba 1 triste Kurnous arriba, 3 bailarines supervivientes y desnudos a la derecha, y un hombre árbol con 3 Heridas, todo ahí a puntito a puntito de caramelo, pero no… fallé con todo).

Disfuncioné con la hechicera, pero por suerte el resultado, un 5, no me afectaría (cae al suelo, y no puede combatir este turno, ni lanzar hechizos este turno ni el siguiente).

Resultado…

Con Orion, el noble, y el hombre árbol intactos; las dos de Kurnous y los bailarines a medias, y el resto muerto… no pintaba bien para David, aunque Orion seguía conservando el estandarte de los gélidos (el de los guerreros lo habían abandonado al huir posteriormente). ¡Pero, realmente, al contar… es que su ejército era muy pequeño! En realidad, solo había matado a la Cantora, a los jinetes del bosque y las dríades, y dejado a la mitad a sus tres otras unidades… tampoco era tanto.

Por mi parte, tampoco estaba para tirar cohetes: tenía a Morathi (sin Sulephet) y la hechicera, las iniciadas, las diablillas, los fuegoletales, los bárbaros, y el lanzavirotes. Ah, y un cuadrante, los bárbaros sí habían conseguido algo al final (si no, hubiera ido con los fuegoletales… pero dejemos que crean que han ayudado…), pero los guerreros, los gélidos, las diablillas montadas, el engendro y las furias habían caído. 

Al final, la diferencia fue de 400algo puntos, en el primer tramo de victoria marginal (si el último turno no hubiera conseguido parar a Orion o al hombre árbol habríamos empatado).

Había sido una batalla chulísima, con muchos altibajos, y momentos de tensión, y los planes acabaron saliendo bien solo por los pelos. Bendito saber de Slaanesh.

Me llevé una muy buena experiencia, tanto de la partida, como de David (a ver si nos cruzamos en la campaña mis Ogros contra sus Druchii 😉), y un buen aprendizaje de Elfos Silvanos, aunque esa hubiera sido una lista muy distinta a lo habitual con disparo, y la famosa flecha lluvia de muerte y esas cosas.

…Yo aún no lo sabía, pero pronto me iba a tener que enfrentar con una de esas XD

Post-Partida

Una vez acabada la ronda, nos fuimos de bocatas al bar más antiguo de Sant Cugat (y el más lento XD tardaron casi 2 horas en servir a los últimos), a hablar del torneo, de la pólvora Bretoniana (¡Aquí uno a favor! Viva la pólvora :D) de hazañas y recuerdos Warhammeros (quería contar la historia de los tres tripasduras que cargaron a un gigante y se estuvieron toda la partida matando entre ellos, ronda tras ronda, herida tras herida, hasta que al final, el último tripasduras, al cual le quedaba una sola herida, consiguió matar al gigante… y este se le cayó encima y lo aplastó XD Pero justo entonces llegó mi bocata y tenía un hambre de matarife… así que os lo cuento aquí, jaja).

Durante la comida anunciaron la tercera ronda: En primera posición estaba Mikhail y su Naestra y Arahan conversionados (tiene un ejército persa muy chulo que emula silvanos)… y en segunda, un servidor con Morathi…

Así que en la ronda final nos veríamos las caras en la primera mesa (¿No querías silvanos? Pues toma dos tazas XD).

Nos leemos en el próximo y último artículo, de las crónicas de Morathi :D

Enric


2 comentarios:

  1. Estoy enganchado a las aventuras de Morathi, deseando ver qué le depara el destino ante las miles de flechas silvanas.

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