viernes, 25 de noviembre de 2022

¡Por Sigmar! (Crónica de torneo: Segunda parte)

Buenos días sabandijas y también gente de bien. La semana pasada se estrenó por estos lares TitoMC, complementando las narraciones de Alba y un servidor sobre el II Torneo Batalla por Maisontaal, y tras introducirnos su lista y trasfondo, hoy pasará a contarnos las partidas. ¡Se vienen tortas!


¡Buenas de nuevo generales! 

En el anterior artículo estuve contando un poco sobre el torneo y comenté la lista que había preparado para la ocasión, pues bien, ¡llegó el momento de hacer la crónica del gran día! 

La verdad es que la organización estaba en todo y antes de que abriesen las puertas de la tienda nos mandaron al móvil los emparejamientos y la mesa en la que jugaríamos, para que al llegar pudiésemos después de saludar ir a dejar todo preparado en nuestro sitio.

 

Primera partida:

 


 

En mi caso mi primer enfrentamiento fue contra Garvec, quizás os suene el nombre pues tienen un canal de Youtube recomendadísimo dedicado en su mayoría a Warhammer fantasy en el que suben partidas completas llamado Moria Wargames.  Mi rival traía un ejército de demonios de Slaanesh muy bonito, y dado que en el trasfondo que escribí el ejército comienza sus andanzas luchando contra demonios me pareció un cruce más que adecuado.  Su ejército contaba con un sexy demonio mayor que volaba y causaba terror, un par de unidades de diablillas, un par de unidades de demonios de Slaanesh, un carro desollador y un personaje especial llamado La máscara de Slaanesh el cual tiene una habilidad especial capaz de bajarte el liderazgo en 1D3, que unido al lo que otras unidades te lo reducen y causando miedo hace un poco complicado cargar a su unidad. Por suerte como él acabó antes de colocar, uní el cazador de brujas a la unidad que iba a enfrentarse a la de este héroe para ser inmune a psicología y poder evitar esta habilidad.

El despliegue por mi parte quedó de la siguiente manera, en el flanco izquierdo la orden de caballería, que cubriría la colina, y a los arcabuceros y cañón de salvas allí desplegados, así como podría amenazar el centro gracias a su movilidad. A continuación en el centro mis dos unidades de infantería con sus destacamentos para aguantar el frente y por último en mi flanco izquierdo los otros arcabuceros y la unidad de herreruelos la cual en este combate realizó un gran papel aprovechando que mi rival no tenía los típicos proyectiles ligeros que tanto les hacen sufrir.

 


 

Al comenzar la batalla mi rival avanzó todo manteniéndose a larga distancia de mis arcabuces, los cuales se llevaron un par de diablillas el primer turno y le hicieron una herida a su carro. Más suerte tuvo el cañón de salvas, por un fallo de cálculo de mi rival que dejó una de las unidades de diablos de Slaanesh a su alcance y casi acaba con la unidad completa.  Yo en ese turno había avanzado la infantería y la caballería por los flancos para tomar el centro y poder rodearlo.

En su segundo turno su príncipe demonio que estaba escondido tras un muro cargó contra mi unidad de arcabuceros que protegía la colina y estos fallaron el chequeo de terror por lo que todas mis tropas en la colina tendrían que realizar una buena cantidad de chequeos de psicología (terror, pánico…) pero los superaron todos dejando a su príncipe a merced del cañón de salvas, el cual lo borró de la partida.

Ese mismo turno, su carro me había cargado contra los espadachines comandados por el sacerdote guerrero y había hecho un buen destrozo pero gracias al Bastón de Mando aguantaron la línea. Las diablillas de la derecha habían avanzado lo suficiente para amenazarme el flanco de la unidad de espadachines o los arcabuceros pero usé los herreruelos para redirigirlas de manera que tuviesen que cargarles y encararse hacia otro lado, haciéndoles perder dos turnos frente a mis arcabuceros. En el flanco derecho, gracias a su movilidad el diablo de Slaanesh que había se escapó de mi caballería  y amenazó también a mis unidades sobre la colina.

Durante un par de turnos los combates se mantuvieron en el centro hasta que consiguió romperme la unidad de espadachines maltrecha, la cual dejó a su unidad de diablillas muy mermada y con unos herreruelos detrás para rematarla y al carro a una sola herida. Lo que ocurrió con el carro en mi turno fue gracioso porque mi mago le lanzó una bola de fuego, y salió una disfunción mágica, pero al lanzar en la tabla saque doble 6, por lo que el hechizo se lanzó con fuerza irresistible y acabó abrasando la última herida del carro.

Finalmente se produjo un combate en el centro en el que una de sus unidades de diablillas explotó en la resolución y la otra había sido aniquilada por completo a excepción de La Máscara la cual cayó por resolución también. Resultado: Masacre a favor del imperio que había perdido una unidad de espadachines, un sacerdote, media unidad de lanceros y algún destacamento.

 

Segunda partida:

 


 

La segunda partida (tres objetivos centrales) la jugué contra Juan Alfredo, un veterano general orco que me hizo sudar la gota gorda en este clásico de imperio contra orcos. Su ejército contaba con un centro muy fuerte de infantería formado por Orcos, Orcos grandotes, Goblins nocturnos, Kobolds de fuego y un carro, mientras que sus flancos estaban cubiertos por un gigante un carro y dos unidades de jinetes de lobo. Además contaba con dos lanzapinchoz que le rentaron bastante y un chamán que realizó su papel a la perfección equipado con un pergamino y un objeto que le permitía lanzar dos veces el mismo hechizo.

En este caso desplegué bastante peor que la partida anterior, tapándome varias líneas de visión y dejando una unidad con un héroe en un flanco en el que no haría nada más que coger un objetivo de +200 puntos cuando en realidad su valor era mayor y podría haberle sacado mucho más rédito en el centro ya que ese flanco me lo había cedido el rival para centrarse en los otros dos objetivos.

Mi rival avanzó a buen ritmo y yo tomé posiciones en torno al centro también con mis espadachines y mi general en su interior. Usé al destacamento de arqueros para adelantarse y obligarle a sacar a sus fanáticos un turno antes de lo planeado pero aún así en turnos posteriores estos como si estuviesen teledirigidos continuaron su avance hacia mis tropas por lo que tuve que abatir a uno a disparo y el segundo acabó enganchándose con su propia cadena antes de chocar contra mis líneas.

El cañón de salvas cubría el otro flanco junto con la orden de caballería haciendo que mi rival no pudiese mover el gigante de manera cómoda y dejándolo toda la batalla entretenido con la caballería. 

En esta partida mis arcabuceros no paraban de matar goblins, kobold, y algún que otro orco pero esto no hacía que se detuviesen.

Mi rival por cierto estaba usando al héroe especial Borgut Machakajetoz, una mala bestia, sobre todo en desafíos, que además al ser orco negro le daba bastante fiabilidad a su centro en temas de animosidad y que iba protegido por sus los orcos de Borgut, una unidad de grandotes.

Llegado el turno 3 los orcos se pusieron a distancia de carga y se prepararon, yo había conseguido colocar mis herreruelos tras sus tropas pero un disparo de lanzapinchoz certero acabó con los 5 de una vez!. 

Con mi centro amenazado por un carro, y dos unidades de orcos fue cuando tuve que confiar en el corazón de los dados y jugármela. Le intenté redirigir el carro con un destacamento de ballesteros para que aguantase un turno aunque al final no tuvo relevancia este movimiento pues huyó por pánico, disparé con todo lo que pude y use todo mi poder mágico sobre su unidad de orcos ese turno para que chequease pánico y cargué a sus orcos grandotes con Borgut a la cabeza con mi unidad de espadachines y mi cazador de brujas en su interior.  Borgut me desafió y el sargento de la unidad se abrió paso a salvar el día. La cosa es que solo consiguió hacerme una herida al sargento y acabó perdiendo el combate completo por 1 y fallando el chequeo de liderazgo. Fue un movimiento temerario pero gracias a Sigmar la suerte estuvo de mi lado.

A pesar de que perseguí a su unidad estrella no la alcancé, así que volvió en busca de venganza en turnos posteriores cuando se reagrupó, recibiendo otra carga pero esta vez sí que acabó con mi unidad y tomó el centro para conseguir el objetivo así como con su gigante tomó el objetivo de flanco derecho tras arrasar con la caballería.

El resultado de esta partida fue un empate por muy poco margen y tener la suerte de haber conocido a una persona majísima con la que da gusto jugar.

Tras esta partida nos fuimos a comer todos para hacer un poco de piña y comentar la mañana.

 

Tercera Partida:

 


 

Con toda la tarde por delante comenzó la tercera ronda del torneo en la cual me enfrenté a Paco, un chico súper simpático con el que además de jugar estuve charlando mucho sobre Warhammer en general. Tiene un ejército muy trasfondístico de elfos oscuros recién bajados de un arca negra para el que había escrito una historia de lo más adecuada. Su ejército era bastante móvil, y estaba formado por dos unidades de corsarios con héroes dentro, una unidad de 8 jinetes oscuros con ballesta de repetición, un par de carros con un lanzavirotes montado, dos unidades muy versátiles, una de arpías y otra de sombras y como joya de la corona un kharibdyss.

El campo de batalla esta vez tenía los flancos despejados  pero en el centro había dos edificios impasables que formaban un pequeño cuello de botella bastante  táctico y la batalla que jugábamos tenía como objetivo especial acabar con el general enemigo por +300 puntos.

Para esta batalla desplegué cada bloque de infantería listo para avanzar y cubrir los estrechos pasos centrales, en el flanco derecho coloque tanto a la caballería pesada como a los herreruelos y por último a mi izquierda las unidades de proyectiles las cuales pronto se quedaron sin objetivos. Mi rival colocó también centradas sus dos unidades de corsarios para tomar el paso y su Cabify acompañándolas, a la derecha me amenazaba mi flanco con sus dos carros y a la izquierda colocó su unidad de jinetes oscuros.

 


 

Comenzó él avanzando con todo y abriendo fuego contra mis tropas. Yo en mi turno me posicioné listo para bloquear los pasos en mi siguiente movimiento con mis bloques pero dejando ángulo al cañón de salvas para disparar entre los dos edificios.

Los elfos oscuros contaban en este caso solo con una hechicera de nivel 1 con dos pergaminos, por lo que pude dominar en la fase de magia, de hecho solo me pudo colar uno de sus hechizos en toda la partida porque al igual que a mí en la partida anterior sacó una disfunción mágica y un doble 6 en la tabla de disfunciones.

En el flanco derecho la caballería aguantó bien a los carros los cuales no paraban de fallar sus disparos. (He de reconocer que esta partida pese a que los elfos oscuros podrían haber roto mi frente o flancos varias veces tuvieron muy mala suerte con los dados, tanto en disparos como en liderazgos). Mientras tanto en el centro yo no podía apoyar mis unidades con sus destacamentos como de costumbre ni usarlos para redirigir pero mi rival tampoco podría cargarme cómodamente pues no había suficiente espacio.

Los elfos oscuros amenazaron con sus arpías y con uno de sus carros al salvas lo que me hizo mandar a los herreruelos en su defensa y usarlo para acabar con el carro dejando a su infantería avanzar por el centro intacta antes del inminente combate. Su monstruo cargó contra una de mis unidades por el paso central sin apoyo porque no cabía nada más y acabo rebotando, mientras que su otra unidad de corsarios no llegó a cargar por 2cm a mi unidad de espadachines con el general por lo que quedó en mitad de la mesa. Sus caballeros oscuros muy mermados tras mi primer turno de disparo cargaron al destacamento para evitar una contracarga a su bloque que no había al final llegado en realidad a cargar, y no solo no hicieron bajas si no que los alabarderos acabaron matando a varios de ellos por lo que huyeron y no sé pudieron reagrupar. Tras acabar con sus apoyos, los combates se estancaron en el centro entre los bloques restantes ya que cuando me ganó yo use el Bastón de Mando y cuando le gané yo, él aprovechó la regla del capitán del arca para hacerse inmune a desmoralización. Finalmente acabé haciéndome con la victoria en una batalla en la que la escenografía fue clave para controlar la superior movilidad del ejército de mi rival. Fue una partida muy divertida y que no estuvo decidida en realidad hasta el final prácticamente.

 


 

Y bueno con esto concluyó mi participación en el torneo, aunque después del mismo y tras la entrega de premios varios participantes alargamos la velada con comida y cerveza. En general estoy más que satisfecho y para los más curiosos, la Maisontaal continuó en manos bretonianas tras un heroico combate en la última partida en la mesa 1, os dejo a continuación la clasificación para los interesados:

 


 

Para terminar comentar que fue un día muy agradable por el que le agradezco a todos los participantes, a la tienda de Estalia, a los que colaboraron y patrocinaron el torneo, y sobre todo a los organizadores Alba y Tono el haber hecho que este evento merezca tanto la pena. Un saludo a todos los que hayan leído hasta aquí, ¡y puede que nos crucemos en las mesas en el Torneo de Leyendas en Miniatura estas navidades!

Nota de Cordo: ¡Enhorabuena por ese pedazo de segundo puesto y en general por la crónica! Ha sido un gusto poder leerla por adelantado

TitoMC

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