domingo, 19 de septiembre de 2021

[YOUTUBE/INFORME] Batalla en Twitch #4: Guerreros del Caos VS Altos Elfos (1000 puntos)

Buenos días fans de las tortas. Las batallas en directa del Twitch siguen progresando semana a semana, y hace nada se emitió también en Youtube la última, continuación de la batalla narrada que ya tuvimos aquí en el blog. Xanathos ha preparado esta vez algo de trasfondo previo, que os incluyo en la entrada por si os apetece ver la partida. 


EL ASEDIO DE TOR ANDAR

Mientras veía partir a su hermano a defender los monolitos del sur de la isla, el corazón de Sinegud se estremeció. La defensa de esos antiguos monumentos era vital, razón por la que había destinado a toda su caballería a defenderlos. Pero no podía permitir que el sentimentalismo nublara su juicio, los barcos enemigos comenzaban a acercarse a la ciudad y todavía quedaba mucho por hacer. 



Sin perder ni un segundo, volvió a su puesto en lo alto de las murallas. Frente a él, una multitud de drakkars, los barcos de los norses, avanzaban impulsados por los remos hacia la costa. Algunos de ellos ya habían conseguido desembarcar algunas tropas, que empezaban a formar en la playa. Alzando su espada, Sinegud ordenó a las batería de lanzavirotes garras de águila que concentraran sus proyectiles en el resto de barcos, hundiéndolos antes de que aquellos bárbaros sacrílegos hollaran con sus sucios pies el suelo de su noble y bella nación. 




Como gobernante de Tor Andar, suya era la responsabilidad de hacer resistir la ciudad e impedir que los enemigos penetrasen en el reino Asur. Sus soldados poseían siglos de experiencia defendiendo sus costas, pero Sinegud sabía que el valor sin prudencia era simple temeridad. Por ello, dio las instrucciones necesarias para que se encendiera el Gran Faro de Mathlann, dando así aviso al resto de Islas Escudos de la amenaza. Pronto, el mar se llenaría de rápidas Naves Águila repletas de soldados elfos dispuestos a dar la vida por defender su patria. Sinegud solo esperaba que llegasen a tiempo de evitar una matanza. 




En la playa, Ansgar organizaba a los guerreros bárbaros que habían conseguido ya desembarcar. De repente, el cielo se llenó de virotes y flechas que descargaron sin piedad sobre los barcos que se acercaban. Las andanadas de pequeñas saetas barrían las cubiertas, atravesando a todo aquel con el que se encontraran ignorando todo tipo de armaduras y escudos. Los inmensos proyectiles de los lanzavirotes impactaban contra los cascos de las naves, consiguiendo abrir inmensos boquetes en algunos de ellos, haciendo que comenzaran a hundirse. Los monstruos marinos que poblaban aquellas aguas se darían un festín aquel día. 

Pero nada de eso preocupaba a Ansgar. Su tribu, los knukelinger, eran fieros guerreros que no conocían el miedo. Unas pocas flechas y algún naufragio no iban a impedir que extendieran su campaña de saqueo y pillaje a aquellas tierras. Y además, tenían a Khorne el Sangriento, Gran Señor de la Guerra y la Destrucción, de su lado y ningún grupo de orejas picudas iban a conseguir oponerse a su voluntad. Pronto, las murallas de la ciudad quedarían teñidas por la sangre de sus habitantes.




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