martes, 15 de noviembre de 2022

[Trasfondo] El ejército eterno

¡Buenos días! Seguimos a lo nuestro, ya que durante las próximas semanas vamos a seguir intercalando entre las publicaciones previstas los trasfondos de ejército que los participantes del último torneo por bandos de Panzerhammer presentaron.  En la entrada de hoy cambiamos radicalmente de bando, y pasemos al de los malévolos Demonios del Caos, gracias a la lista de Víctor (Leonidas).




Leon´Vik Thariok hacía siglos que había ascendido al rango más alto que ofrecían los dioses del Caos: el rango de Príncipe Demonio. Durante décadas había sido un líder temido, un guerrero formidable que arrasaba con su ejército todo lo que tenía por delante. Pero de eso ya ha pasado mucho tiempo y desde que obtuvo la demonicidad, Leon´Vik odiaba a los humanos y al resto de razas inferiores, hasta el punto de querer aniquilar a todo el Viejo Mundo. 

No servía a ningún dios en particular, no sentía preferencia por ninguno. Servía a todos por igual, y en cada batalla, según sus intereses, solicitaba el favor de uno u otro. 

Para esta ocasión, Tzeentch le había reclamado. El dios del cambio, del conocimiento y del engaño le propuso que a cambio de luchar en la siguiente batalla, le otorgaría algún favor en un futuro próximo. El Príncipe Demonio no estaba muy convencido, ya que él decidía cuando y dónde luchar, pero finalmente pensó que esta batalla le reportaría no solo un futuro favor del dios del cambio, sino poder llamar la atención del resto de dioses. Para ello, le regalaría un buen puñado de tropas, y le concedería un mayor control de los vientos de la magia que soplan desde el norte. 

Duzu´Thun no era la primera vez que luchaba al lado del Príncipe Demonio. El heraldo de Tzeentch, llamado entre los mortales como “Portador del Conocimiento”, era del agrado de Leon´Vik. Como hijo de Tzeentch, tenía un profundo conocimiento de la magia y además portaba el portaestandarte demoníaco que congregaría a todos los demonios bajo el mando del Príncipe Demonio. Siempre acompañado de su escolta de Horrores Rosas, criaturas chillonas y enfadadas, que a ojos del enemigo parecen débiles pero a la hora de la batalla desataban su poder con rayos de energía mágica y chorros de fuego azul, que destrozan y queman a enemigos por igual. 

La guinda del pastel que el dios del engaño brindó en el campo de batalla fue a los gemelos Xrisias y Saisirx, dos incineradores que cabalgaban un carro flamígero, dispuestos a llevar la muerte y el cambio sobre la batalla. 

Obviamente, Khorne, el dios de la sangre, no iba a permitir semejante insulto. Furioso por la afrenta que suponía que Tzeentch se pudiese llevar la gloria que obtuviese Leon´Vik en el campo de batalla, le ofreció a sus mejores guerreros, apostando con el Príncipe Demonio a que gracias a ellos conseguiría la gloria en el campo de batalla, y que si conseguía mas cráneos y sangre que las tropas de Tzeentch, le cubriría de favores. 

Leon´Vik no iba a rechazar poder tener a su mando tropas de Khorne, los mejores y más fieros luchadores de los Reinos del Caos. Los Mastines de Khorne, fieros sabuesos que olfatean a su presa y buscan sin cesar hasta dar caza de sus enemigos, acompañarían en la vanguardia del ejército de Leon´Vik a otra unidad aun más temible del dios de la sangre: los Estrujasangres. Agresivos y fuertes Desangradores montados sobre feroces y temibles Juggernauts. Seguramente no hay nada más formidable y peligroso en el Reino del Caos que una carga de esta singular tropa. Y como último favor de Khorne, desplegó un temible Cañón de Cráneos, dispuesto a arrojar muerte y cráneos desde la distancia, antes de poder demostrar todo su potencial en el combate cuerpo a cuerpo. 

Por último, Leon´Vik recordaba que una heraldo de Slaanesh llamada Axiatris tenía una importante deuda con él, y aprovechó para recordárselo antes de la batalla. Ella no tenia ningún interés por luchar bajo el mando del Príncipe Demonio, pero a mala gana le obsequió con una unidad de Diablillas de Slaanesh montadas, para poder olvidar la deuda, por lo menos de manera temporal. Y de paso, Leon´Vik pudo desplegar una unidad rápida y mortífera que seguramente, gracias a su velocidad y precisión, podían incurrir rápidamente en las líneas enemigas. Y un Diablo de Slaanesh, solitario y a la vez veloz y mortal, acompañaría a estas a la batalla. 

Leon´Vik aprovechó para convocar unas Furias, demonios alados y furiosos, que le servirían para poder llegar a los puntos mas difíciles del campo de batalla gracias a sus poderosas alas. 

Estaba muy orgulloso con el ejército que iba a desplegar. Un ejército demoníaco, digno de los mismísimos dioses, y que le llevaría a la gloria, quería demostrar porque era uno de los Príncipes Demonios más poderosos y temidos del Reino del Caos. 

Y para esta batalla, no estarían solos…



Comandantes

  • Príncipe demonio con Volar, hechicero de nivel 4, Marca del Caos Absoluto y Esplendor Diabólico, 480 puntos

Héroes

  • Heraldo demoníaco portaestandarte de batalla, Marca de Tzeentch y Rompehechizos, 245 puntos

Básicas

  • 9 furias, 135 puntos
  • 15 horrores de Tzeentch, 225 puntos
  • 5 diablillas montadas, 150 puntos
  • 5 mastines de Khorne, 80 puntos
  • Diablo de Slaanesh, 40 puntos

Especiales

  • 3 estrujasangres con portaestandarte, 260 puntos

Singulares

  • Carro flamígero de Tzeentch (incineradores), 140 puntos
  • Cañón de cráneos, 245 puntos

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