Parecía que habíamos acabado con la escalada de los lectores de 2019, y sí. Pero no. Porque hoy tenemos la suerte de ver la increíble organización de uno de los mejores pintores del grupo MDNR de Madrid. Sentaos y tomad nota de los avances de Narbek en 2019, que no tiene desperdicio. Un articuar de bandera.
¡Zorpreza, zonrozaoz! Si
creíais que ya habíais leído todas las entradas de Escalada de 2019, estábais
equivocados.
Cuando Cordo propuso
inicialmente la Escalada de lectores, yo tomé la decisión de no participar;
como buen goblin, soy errático y anárquico, por lo que una escalada al uso,
clasificando y planificando, no era para mí (además de que tenía miedo de
contar lo que tenía, así como de llevar una cuenta de lo que sigue entrando
xD). Pero, según fue avanzando el año y ante la considerable cantidad de minis
(para mi sorpresa) que estaba pintando, empecé a llevar una cuenta de lo que
iba abandonando el “montón gris”.
Y aquí me tenéis, presumiendo
de números y dispuesto a daros la lata algo de lectura. Pero
lo primero es antes, empecemos por una foto de familia:
Como podéis ver, ha sido un año
productivo; productivo y ecléctico.
En cuestión de entradas/salidas
no me voy a meter, prefiero la ignorancia a enfrentar mi compulsividad, por lo
que no sé exactamente qué ha entrado este año. Lo que sí sé es que he vendido
prácticamente todo aquello que tenía claro que no le iba a dar un verdadero uso
(reinvirtiéndolo en más minis, eso sí. Pero a estas les daré uso… ¡Que sí, ya
lo veréis!).
El comienzo del año estuvo
marcado principalmente por la Escalada/campaña que iba a llevar a cabo con
Nalter, Jezumán y Julio; campaña que nunca se llevó a cabo y en la que el único
que cumplió el primer tramo de pintura fui yo xD. En dicha campaña yo iba
llevar Elfos silvanos, con el objetivo de ir pintando mis fuerzas poco a poco y
terminar el año con 1500 puntos listos para dar guerra (sí, en la foto hay más,
pero ya llegaremos a ello). Al llegar marzo y ver que esta gentuza los
compañeros no habían dado palo al agua habían tenido otras
obligaciones y la campaña tenía pinta de estancarse (lo cual no es
sorprendente, teniendo en cuenta que Jezumán había pasado a intentar convencernos
para jugar a Hail Caesar), decidí dedicarme a otra cosa, por lo que, ante la
inminencia del II Torneo de Leyendas, aproveché para avanzar mis abandonados
pielesverdes. Además de lo pintado “de cero” le di los últimos toques al
gigante de plástico y rematé las peanas de unos 50 goblins (aunque esos no lo
contabilizo para la escalada). Con la tontería, me quedé a apenas 25-30 minis de
finalizar el ejército por completo (al menos de momento), pero el atracón de
verde me dejó sin ganas de más temporalmente.
Pasó el Leyendas y en el sorteo
me tocó un bellísimo señor enano de Scibor, por lo que tenía que empezarme un
ejército enano (no quería yo, lo quería el destino). Ni corto ni perezoso me
puse a acumular pintar y entre abril y junio me quité
prácticamente lo que tenía de enanos, a la espera de futuros hermanos de armas
(sí, el señor enano precisamente se quedó fuera, está esperando dos porteadores
de escudo). Entre tanto barbudo, también cayó una unidad de lanceros alados de
Kislev, para warmaster, ya que se suponía que iba a jugar con Nalter en breves
(cuando escribo estas líneas, aún no hemos jugado dicha partida xD).
En julio me dio un aire y me
puse con Bretonia, pero me duró poco; en agosto, en otro veleidoso arranque,
decidí subirme a la ola de Kill team con varios de los habituales del grupo de
Madrid. Hay que decir que Kill team es muy agradecido a la hora de la
acumulación; en apenas un mes me compré y pinté una escuadra bastante apañada,
cosechando mis primeras derrotas en un nuevo juego xD
Y aquí viene el otro acelerón
del año. Como el Corredores de Sombras se acercaba y no me apetecía volver a
llevar pielesverdes, ya que quería tener posibilidades de ganar alguna partida
(spoiler: salió mal), decidí retomar los silvanos previamente abandonados,
incluida la construcción de un hombre-árbol (mvp de mis partidas en el torneo).
Por lo que, en lugar de terminar el año con 1500 puntos de silvanos, lo hice
con 2000, ¡hurra por mí!
Con el subidón del Corredores
reciente, me lancé a pintar Bretonia de nuevo, pensando en el próximo octubre y
en pelear el premio de pintura (del Mejor general mejor me olvido xD), pero…
¡Nalter ataca de nuevo! Ha conseguido convencerme (sin mucho esfuerzo) para
jugar una campaña siguiendo la trilogía del Señor de los anillos, así que me
puse a adelantar trabajo, aprovechando la motivación inicial; cayeron 18
guerreros de Minas Tirith, junto con Boromir con estandarte y Faramir en
armadura. Más tarde se les unió Gandalf el gris y Legolas (los de plástico de
la caja de Moria). También pasó a la lista de pintadas el Kaudillo en sierpe
alada, mi general en la campaña que está dirigiendo Abraham (Rass os habló de
ella aquí).
Pues hasta aquí mi 2019 en
pintura. La friolera de 178 miniaturas pintadas de 4 juegos diferentes (con un
claro favorito, pero 4 distintos, a fin de cuentas). Si aún seguís leyendo,
gracias por aguantar el rollo y una cerveza a vuestra salud.
¿Y para 2020, preguntáis? Quién
sabe. ¿Mantendremos la motivación con el Señor de los Anillos? ¿Retomaré
Bretonia? ¿Serán los enanos? ¿Me despistaré de nuevo y terminaré haciendo
cualquier cosa radicalmente distinta? ¡Todo puede pasar!
¡Un saludo y nos leemos!
Narbek
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