domingo, 25 de diciembre de 2022

[Trasfondo] De cómo los pielesverdes descubrieron la Navidad

¡Ho, ho, ho!¡Feliz Navidad queridos y queridas snotlings! Hoy pensábamos no publicar nada, pero nuestros amigos de Moria Wargames nos han sacado una sonrisilla con su último vídeo, y nos han ofrecido reproduciros aquí el trasfondo que narran, para que disfrutéis este día al más puro estilo pielverde. Además, la historia no acaba aquí, mañana habrá más...si habéis sido buenos (dentro de los estándares pielesverdes claro).


Cuenta la leyenda que, hace muchos, muchos años, un garrapato y su jinete, que participaban en una gran batalla, saltaron tan alto que desaparecieron en la nubes y se encontraron con un reino perdido de altos y puntiagudos edificios que olían mal. 

Al aterrizar sobre un suelo de piedras cuadradas el jinete perdió totalmente el control de su garrapato que saltaba y saltaba sin parar mordiendo todo lo que podía morder y chocando contra el resto. En uno de sus saltos cayó sobre un suelo que ya no era de piedra, sino de madera. Una madera vieja y podrida que no pudo aguantar el peso y la inercia del garrapato desbocado, y que cedió en cuanto el peso de éste alcanzó a tocarla. 

El garrapato y su jinete cayeron y siguieron cayendo. Pero no fue una caída dura, sino divertida, porque no se trataba de un simple agujero en el suelo, sino que era una trampilla de ventilación que ascendía hacia la superficie trazando una espiral de piedra por la que en lugar de subir como hacía el aire y el viento, descendieron, jinete y garrapato, felices, disfrutando del improvisado tobogán. 

Al cabo de unos felices momentos el divertido tobogán terminó en otro enlosado suelo y el risueño pero mareado jinete salió volando, alejado de su impetuosa montura, que, por suerte, también estaba bastante mareado, por lo que dejó de saltar y botar por unos minutos. 

El sótano se encontraba en casi completa oscuridad, algo que al poderoso jinete goblin poco le importaba, al fin y al cabo, las cuevas oscuras eran su elemento natural. 

Pero algo perturbaba aquella oscuridad. En uno de los laterales de la sala había una caja y de esa caja salían ligeros destellos luminosos. 

Aprovechando el mareo de su montura, nuestro valiente protagonista se acercó a la caja y la abrió y lo que encontró dentro te sorprenderá… 

Dentro había solo un asqueroso libro… ¿para qué quería él un libro? Para absolutamente nada… además parecía garabateado en finas líneas que no significaban nada, ¡ni siquiera había una imagen de Morko, ni de Gorko! 

El goblin lanzó el libro a un rincón y se sentó enfurruñado en la caja… pensaba que podía haber alguna Koza Que Brilla dentro, pero solo estaba ese estúpido libro… 

Se sentó encima de la caja. La caja le gustaba, aunque dentro no hubiera nada. Además había escuchado historias de un poderoso goblin que iba a la batalla sobre una caja y que destacaba en altura sobre el resto de su peña de esa manera… Sin duda era una montura más manejable que aquel garrapato que él montaba… 

Según continuaban esos pensamientos la caja comenzó a lucir de nuevo. Nuestro querido goblin se asustó bastante porque por un momento pensó que era su impresionante trasero lo que lucía… Cuando se dió cuenta de que en realidad era la caja se entristeció un poco (porque no tenía un culo luminoso), pero volvió a abrir la caja y se encontró un precioso anillo dorado. 

Oooooooh- pensó nuestro querido jinete- esto sí que es mucho mejor que ese asqueroso libro… 

Ese bonito aro brillante convenció por completo a nuestro jinete de que se tenía que llevar la caja luminosa, así que buscó un saco por el sótano, metió dentro la caja y corrió a subirse sobre su garrapato que comenzaba a despejarse del mareo. Una vez subido encima, lo arreó para subir de nuevo por el tobogán a golpe de salto y salió todo lo rápido que pudo de aquella ciudad que olía mal, en busca de su peña y de la batalla que se estaba librando. 

Nuestro valiente amigo nunca jamás volvió a encontrar la batalla, pero su leyenda se hizo grande entre todos los pieles verdes del viejo mundo, que cuentan en las hogueras, alrededor del fuego en el que cocinan (enanos), cómo es posible conseguir Kozaz Que Brillan si eres capaz de acercarte lo suficiente al poderoso Jinete Goblin Klauz, a su saco mágico del que no paran de caer cosas y eres capaz de sobrevivir al mordisco de su gran garrapato Rudolz. 



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