jueves, 20 de agosto de 2020

[OPINIÓN] Una reflexión sobre el hobby y lo que lo limita

Buenos días frikis, frikas y frikos. Estaba yo ante una página en blanco rascándome la cabeza sobre qué podía contaros, y al final me ha dado por una entrada de tipo reflexión, porque a todos (bueno, a los que escribimos aquí y a los que nos leéis) nos gustaría poder disfrutar aún más del hobby, pero la vida da para lo que da. Y como a mí me gusta el tema analítico, pues hoy trataré de desglosar o aislar un poco los distintos factores que influyen.


Como os contaba en la introducción, a todos nos gusta disfrutar del hobby, todos lo hacemos en mayor o menor medida, y sobre todo, cada uno en distintas facetas, al ser bastante amplio. Hoy no voy a entrar en los tipos de hobbysta (¿hobbyista?¿jobista?¿aficionadillo? introduce tu propio término malsonante), que seguro que sería un tema de interés para otra entrada, y tengo que dosificar las ideas, sino en como cada uno trata de exprimir esta afición, y como la vida real (marca registrada) trata por todos los medios de impedírselo, porque la vida real es como un elfo silvano, casi siempre jorobando, aunque de ciento en viento está de tu lado y se lo perdonas un rato.

En primer lugar me gustaría comentar que entiendo por disfrutar del hobby o afición las facetas que cada uno quiera explorar, ya que los límites son difusos y se amolda a cada persona. Lo clásico es etiquetar a la gente como jugadores, pintores, coleccionistas, amantes del trasfondo y poco más. Pero la mayoría abarcamos varias facetas en diferentes repartos de recursos e interés, y además normalmente entre distintos juegos, por lo que no, hoy no va el tema de Manuscritos, de Fantasy, de Warhammer, de juegos de Games Workshop e incluso limitarlo a wargames igual es pelín corto, aunque sería lo más cercano. 



Para mí por ejemplo, que soy predominantemente jugador, las dos facetas más importantes son la de juego, y la social. Me encanta jugar con otras personas, hacer grupo y comunidad, charlar, comentar, debatir, y entablar amistades con las que luego te puedes ir a comer, de cañas o de viaje, más allá de los muñecos. Pero trato de pintar con regularidad, odio montar minis pero llevan su tiempo, escribo la mayoría de los trasfondos del canal, leo novelas sobre el tema de vez en cuando, veo informes de batalla o guías de pintura, leo mucho lo que escriben otros, y sobre todo, escribo artículos aquí, o le echo una mano a Pumu con el canal. Pero no se acaba ahí, hay gente mucho más coleccionista que yo, que busca completar facciones hasta sus primeras ediciones, o hacer sus unidades con determinadas miniaturas, gente que es un as de la escenografía, que tocamos el rol, los videojuegos o la última irrupción, el tema de la impresión 3D, con todas sus posibilidades. 

En resumen, que lo que cada uno disfruta del hobby, y su forma de hacerlo, es un mundo. Pero curiosamente, las limitaciones que nos encontramos, suelen ser comunes, solo que de nuevo, el equilibrio entre ellas, y cual o cuales forman el cuello de botella al final, es lo que cambia persona a persona.

Vamos a ver si coincidís conmigo en este desglose, se os ocurren otras...o en vuestro caso os limita otro asunto.

Espacio

Bien, empezaré por aquí porque es la que más me trae de cabeza, ya que es recurrente y además normalmente inmediata, del tipo: "he acabado de pintar esto" o "vengo del mercadillo con estas joyitas"...y a continuación surge el "¿y dónde cojoños lo meto?".


Hoy en día la vivienda está muy cara (bueno, ahora está bajando, culpa de la crisis del coronavirus, pero sigue siendo un tema espinoso) y el espacio es un bien preciado. Por lo general, los que disfrutamos del tema miniaturas, tenemos una cierta tendencia a la acumulación, sea más o menos controlada, y sea a mayor o menor ritmo, pero tiende a crecer, salvo normalmente en casos concretos de perfiles muy jugones que no tienen apego a sus ejércitos y no les importa venderlos para comprar otros y mantener viva la frescura jugando. 

Si eres de las personas que compra en caja y acumula para el futuro, sabes que las cajas ocupan más que su contenido, y sin duda, te da cierta cosilla cada vez que llegas con algo nuevo y ves la pila pendiente. Si eres alguien que pinta con cierto cariño, sobre todo si imantas, barnizas, haces las peanas y toda la pesca, también habrás notado que las minis montadas en gris se pueden guardar apiladas y te da igual, pero según las cosas se pintan...o bien les buscas donde tenerlas en formación, o vas comprando espumas y espumas donde tenerlas sueltas, pero de nuevo, esas espumas significan más espacio (o maletines). Y ya si tienes monstruos y miniaturas delicadas...puffff. Claro, que puede que seas un jugador puro de los que utilizan minis grises (no te estoy juzgando, sabéis que yo proxeo cuando hace falta sin problema), y entonces por suerte para tí, en cajas de zapatos cabe todo ocupando poco.

Pero en resumen, las minis ocupan espacio, cada vez más, y cada vez ese espacio es más valioso. Si aún no te has independizado el espacio colonizable es limitado, si te has independizado solo probablemente tampoco tengas mucho, y si tienes una familia alrededor...aunque tengas más espacio también sois más a repartir y los críos no deberían darle un porrazo a los muñecos por estar en un lugar inapropiado. Así que bueno, irremisiblemente este punto dependerá de otros factores a comentar luego: qué facetas del juego explotas (especialmente tema pintura/coleccionismo) y cómo estás de panojita, pues un sueldo majo te permitirá disponer de más espacio.

Dinero

Las miniaturas cuestan dinero. Las pinturas cuestan dinero. Y el pegamento, el material para peanas, las bases, los imanes, las espumas, los maletines, los dados, el láser, el aerógrafo, los pinceles...al final es tu afición, e inviertes dinero en ella porque te gusta y te hace feliz (al menos un poquito). Pero lógicamente tienes que controlar cuánto gastas en ella y a qué ritmo.


Dependiendo los juegos a los que seas aficionado, y las facetas del hobby que explotes, y sobre todo, tu capacidad de autocontrol, tu nivel de sibarita y tus ingresos, este factor será más o será menos limitante. Si compras en caja te saldrá más caro que si compras segunda mano, si compras solo sagrado metal te saldrá más caro el bendito plástico, y si pagas a un pintor profesional para tener tus miniaturas impresionantes, también supondrá un gasto adicional. 

Curiosamente, es habitual que tener más dinero implique tener menos tiempo, por lo que uno de los dos está jodiendo la marrana casi siempre, pero es cierto que este factor si no te supone un problema, puede paliar muchos otros, ya sea acabando con el problema de espacio, de cola de pintura, o de novedades en modo bombardeo. 

Personalmente soy de los que piensan que cuando tienes un hobby como este, especialmente por el lado de los wargames más que los juegos de tipo banda, y no se alimenta de una colección realizada hace tiempo o durante muchos años, es que el dinero no es el problema más acuciante en tu vida, y si lo es, lo que te preocupa no es que te limite tu dedicación al hobby. Pero eso no quita que si te va este mundillo, tampoco tiene porqué sobrarte el dinero a espuertas, y que sea conveniente un comportamiento responsable y un cierto autocontrol.

Me encantaría daros unas claves sobre el tema, como sacarle más rendimiento a lo gastado, y como controlar ese impulso comprador para minimizar los gastos evitables, pero tengo visto que no soy capaz de transmitirlo bien (o que no son suficientes) porque será por compañeros con Diógenes crónico y crítico...

Tiempo

Aunque seguiremos viendo factores después de este, para mí es el tercero de la terna de limitaciones principales. Igual que se dice que en la juventud tienes energía y tiempo y te falta dinero, en la madurez tienes energía y dinero pero te falta tiempo, y en la vejez tienes tiempo y dinero (bueno, eso está por ver) y te falta energía, aquí pasa un poco igual, siempre flaquea algo.


Por lo general igual que es un hobby relativamente caro, también supone un consumo de tiempo relevante. Sea en tiempo de compras, montaje, imprimación, pintado, barnizado, peanas, imanes, juego, estudio de listas y reglas, preparación de escenarios y escenografía, lectura de contenido o cualquier otra cosa, el hobby consume tanto tiempo como le quieras dedicar, y todos tenemos una vida personal más allá de esto, aparte de vida laboral/estudiantil/proyectos de futuro, así que el tiempo que le puedes dedicar, es limitado. 

En ocasiones son un par de tardes al mes, en otros unos ratos los fines de semana, y los más afortunados podemos echarle alguna hora casi cada día, pero desde luego en jugar una partida te echas una mañana o tarde casi completa, y en pintar una unidad o banda, dependiendo de tu dedicación y exigencia, puedes pasarte unos días, o unos meses. 

En este punto entrarían los clásicos family points o noviapoints, ya que como decía la vida personal no puede ni debe parar por esta afición más que esporádicamente en lapsos de tiempo razonables, para que ni tu afición, ni el resto de tus quehaceres se vean perjudicados.

Así que saber gestionar tu tiempo es clave para disfrutar la afición, pero sobre todo es clave ser consciente del tiempo que tienes y puedes dedicar, para tratar de no agobiarte con proyectos y expectativas fuera de tu alcance, de forma que en vez de disfrutar, estés siempre con sensación de prisas y de ir con retraso. No tiene sentido fastidiarte así algo que te gusta.

La opresión de la marea gris

Con este punto ya empieza la parte menos obvia, aunque entro con la marea gris porque es algo extremadamente común, ya que como he comentado, simplemente el hecho de preparar, montar, pintar y acomodar al resto de detalles de juego cualquier compra, suele llevar un tiempo superior al que supone ver una nueva tentación, sea una oferta o una novedad, de forma que tendemos a ir adquiriendo para poner en cola, al menos hasta que empiezas a ser consciente de que la cola crece más rápido de lo que trabajas en ella.


En ese momento hay tres opciones: reducir el ritmo de entrada porque eres un adulto funcional y responsable (ja, jajaja, jajajajaja), dar salida en forma de reventa o regalos a parte de lo que has dejado en cola pero has perdido el interés (y habrás perdido normalmente dinero y espacio durante un tiempo) o hacer como no te das cuenta y no cambiar nada (pero antes o después estallará por algún lado). Lo habitual es una combinación de las tres que ralentice un poco el efecto de que se va acumulando, todo sea dicho.

Pero a lo que iba, es a que saber que tienes X cosas en la cola, o directamente apiladas sin perspectiva de tocarlas en varios años, supone normalmente un cierto remordimiento (la dimensión de dicho remordimiento varía mucho de persona a persona), y un malestar a la hora de comprar algo, dejar de pintar en un momento dado, probar una demo de un juego interesante, o simplemente mantener una charla distendida y que de casualidad salga el ejército en caja que compraste hace 4 años y no vas a abrir en los próximos 4, mientras piensas en comprarte dos más. No tiene sentido que esa pila de matrices te fastidie la satisfacción de añadir algo jugoso (pero realmente jugoso, no me refiero a la satisfacción garantizada del comprador compulsivo por el mero hecho de comprar), de disfrutar tu ratito de pintura, o de probar un nuevo juego porque te da miedo caer y acumular aún más.

De nuevo, no tengo grandes claves, más allá de lo obvio: hay que aprender a ser selectivo, y a tomar decisiones, no se puede tener todo lo que te guste, igual que no se pueden ver todas las series y películas o leer todos los libros de temática afín que salen, ni viajar a todas partes a la vez. A veces algo te atrae, pero tienes que aprender a aguantarte el hype (el mono) que te crean las compañías a base de marketing, y valorar realmente la satisfacción y el disfrute que te puede o no proporcionar ese capricho. Y sobre todo, si tienes un grupo de juego...aprende a compartir, y tendrás menos marea gris, menos dinero gastado y menos espacio ocupado, pero podrás pasártelo bien igual.

Tus aptitudes y ganas de pintar

Quizás a algunos este punto os suene a chino, pero para mí es una limitación, y me consta que hay unos cuantos compañeros que también la sufren. 

Para la gente que directamente no le gusta pintar y no pinta salvo en ocasiones muy contadas miniaturas muy concretas, pintar mejor o peor, y más rápido o más despacio, no supone ningún problema. Para la gente cuya faceta principal de la afición es la pintura, no es una limitación, sino un disfrute, ya que buscan de forma activa dedicarle tiempo, hacer pruebas, aprender y quizás exponer sus progresos. Pero para los que como yo, pintamos por gusto, pero sobre todo para jugar (algunos solo para reducir la marea gris), no ser capaces de pintar más rápido o de pintar mejor, puede ser fuente de frustración.

No es que no te guste pintar algo, es que tu interés va disminuyendo cuando ves que pasan los días o semanas y aún sigues con lo mismo. O es una unidad con muchas miniaturas y se te hace repetitivo. O quieres hacer algo especial por encima de tus posibilidades (el clásico correr antes de andar) y no hay manera. Pero claro, tampoco quieres dedicarte a ir a cursos, sea de calidad de pintura, técnicas, o speed painting...porque no te apetece, no quieres invertir ese tiempo y dinero o no crees que le vayas a sacar partido.

Sobre la velocidad y paciencia, es habitual ver dos enfoques, la gente que pinta en serie unidades completas (como yo) porque es más rápido aunque sea repetitivo, e intenta arreglarlo mediante la consecución de pequeños objetivos (por ejemplo marcarse como objetivo del día pintar la capa base de las pieles de la unidad completa), y por otro lado la gente que pinta completamente miniatura a miniatura, todos los colores y detalles, normalmente hasta la peana. A corto plazo es más llevadero, siempre que no tengas que esperar a que se sequen capas o lavados, pero igualmente acabas repitiendo lo mismo X veces, cambiando el orden. También hay casos intermedios, gente que para pintar 20 saurios, los divide en grupos de 5, con las ventajas de cada enfoque, y sobre todo, poder usar miniaturas antes si por ejemplo a veces usas unidades pequeñas. 

Sobre la calidad, es más bien cuestión de aceptar lo que hay, pedir consejo, y tratar de mejorar paso a paso. Hay muchas fuentes de información, sea escritas o en vídeo, pero en mi opinión para mejorar realmente hace falta o tirar de cursos y ponerle empeño, o para objetivos concretos, prueba y error. Yo soy de los segundos, no suelo tratar de inventar la pólvora, pero cuando me encapricho con alguna miniatura, sí que intento replicar las técnicas que leo y veo en internet, a veces con más y a veces con menos grado de éxito. Pero también está bien para salir de la pintura rutinaria.

Otro truquete, aunque parezca mentira, es cambiar de colores. Tanto pintar algo con colores nuevos que hasta ahora no habías acomodado en ninguna parte, como pintar miniaturas de esquemas diferentes, ayuda a ir cambiando de mentalidad y no aburrirse. Que hasta yo acabo de verde hasta las narices...

Las facetas del hobby que más te atraen

Consideraría esto una limitación light, o incluso de contorno, y quizás debería haberlo mencionado antes, pero lógicamente tu forma de afrontar el hobby se amolda a que esperas de él. 


Si no te gusta jugar, sino solo coleccionar y pintar, pues quizás no te preocupes de conseguir 20 miniaturas de X, sino que quieras menos, o te centres en coleccionar personajes. Si lo que te va es el aspecto narrativo y trasfondístico, podrás encontrar en internet muchas novelas y archivos interesantes, y el desembolso es reducido, además de la dedicación en tiempo. Si eres solo jugador, igual te da igual comprar nuevo que segunda mano, o jugar en gris o con tres colores base. Por otro lado si quieres abarcar mucho, pues como decíamos antes, no te da el tiempo, el dinero o el espacio, ya que quieres tener 4.000 puntos pintados bien para hacer todas las listas, tenerlo ya, sin contratar pintores profesionales, y sin tirar de clones...pues igual se complica. De la misma forma, para algunos la edición o marca de la miniatura (o material) no será especialmente relevante, pero otros buscarán miniaturas concretas, e incluso disfrutarán como parte de su hobby el proceso de búsqueda, como aquel que persigue un tesoro, y estarán radiantes al adquirir su noble guardia del león de X edición original, en vez de simplemente meterlo a la pila de cosas pendientes. Lo importante es encontrar un equilibrio en que los recursos que destinas se repartan de forma parecida al interés en estas facetas que tengas.

Y luego está también siempre el ser un cuñado, no jugar ni hacer nada, pero aparecer por todos lados opinando, pero eso es un hobby en sí mismo, va más allá de este ámbito...y es mucho más barato en tiempo, dinero y espacio.

El agobio de estar al día

Esta es una limitación para el disfrute también dirigida, porque depende mucho del juego o marca que te interese, de si es un "juego principal" y si está "activo", o de si depende de la propia comunidad. Y no se limita solo a los jugadores, sino que es igual de pesado o más para los coleccionistas y para los compradores compulsivos, puesto que la cantidad de novedades que se lanzan hoy en día y su ritmo es totalmente abrumador, y no está pensado para tratar de "hacerte con todos" (lo siento profesor Oak).


Recientemente hemos tenido la salida de New40K, o novena de 40k, acompañada de dos libros de actualizaciones, y publicación de erratas, incluso cambio de reglas del recién estrenado reglamento, y primeros vistazos a los cambios previstos con el lanzamiento de los primeros códex de la edición. Y aún no he dicho nada de las nuevas unidades. Lo mismo pasa en otro juego principal como Age of Sigmar con el lanzamiento de nuevas facciones y de manuales anuales para generales, además de campañas, pero probablemente sea incluso poco comparado con lo anterior. Casos parecidos vimos con el auge de Kill Team, con las expansiones en lapsos de...¿4 meses? Por salir de GW, en 9th Age de Fantasy, también era una crítica común, con las continuas actualizaciones, pero casi nadie se libra, como vemos con la próxima contienda en Blood Bowl entre BB2020 y el LRB, o para qué ocultarlo, las revisiones y adiciones en los Manuscritos de Nuth. Y lo digo como jugador de Magic, un juego de cartas que saca más a un ritmo vertiginoso y donde las cartas se pueden depreciar drásticamente.

Depende mucho a qué juegues el ritmo varía, y en función de la dedicación que le quieras poner, o si eres o no competitivo, te afectará más o menos, pero hay algo importante de asumir. En un juego de cartas como Magic donde compras y juegas directamente es más fácil mantenerse al día que en un juego de miniaturas de bandas (bueno, creo que Infinity es la excepción), y a su vez es más fácil estar al día de un juego de bandas, que de algo enorme como 40k, AoS o Fantasy...pero si tu tiempo no te permite seguir el ritmo, la sensación de quedarte atrás no es agradable, y puede acabar frustrando.

La limitación oculta: la tendencia a quemarse

Como último punto, yo creo que uno tiene que conocerse a uno mismo. Hay personas más nerviosas y menos, más dedicadas y menos, más caprichosas y menos, y también gente que a casi todo se mete a full y gente a la que gusta más el "menú degustación".

Cuando dedicas gran parte de tu tiempo, energía o esfuerzo a algo, debe gustarte realmente, y si algo lo convierte en frustrante, puedes entrar en una vorágine en que deje de gustarte y dejes de disfrutar. Yo por ejemplo en eso soy bastante obsesivo, cuando me meto con algo que me gusta le dedico mucha atención, y corro el riesgo de darme cuenta de que ya no lo estoy disfrutando, por lo que tengo mis rachas de más interés y menos. Pero lo que quiero decir es que hay que ser capaz de pararse un momento y valorar con perspectiva...¿sigo disfrutando y me sigue gustando? Yo en su momento le dediqué muchísimo tiempo a World of Warcraft, pero llegado un punto...me di cuenta que prefería dedicar mi tiempo e interés a otra cosa, y no he vuelto a tocarlo. En cambio a Magic, como mencionaba, lo mandé solo a un segundo plano, sigo jugando y leyendo del tema pero de forma relajada. ¿Y qué pasará con Fantasy? Pues no lo sé, en más de una ocasión me han dado ganas de mandarle al carajo, pero en general, me sigue dando alegrías y sigo disfrutándolo, especialmente por la gente con la que comparto la afición.

Resumiendo, si al final estás comprando por no quedarte atrás, pese a que no lo montes, pintes o juegues, estás yendo a torneos solo porque se supone que es lo que haces, estás pintando solo para evitar la marea gris, o sigues jugando al mismo juego solo porque tienes un montón de muñecos del mismo...quizás deberías pararte a reflexionar si realmente merece la pena seguir igual solo por la inercia. Siempre es más difícil cambiar algo que seguir igual, porque requiere una decisión, pero en ocasiones, es lo apropiado.

Conclusiones

En fin Serafín, que me ha quedado mucho más largo de lo que esperaba, pero os he dejado mis reflexiones sobre las diferentes cosas que limitan tu disfrute de tu afición (me refiero a este hobby, aunque la mayoría son aplicables o a otras aficiones), y es que creo que cada uno tiene su cuello de botella, pero todos en mayor o menos medida hemos experimentado lo comentado en varias de ellas. Pero al final no deja de ser una afición, y a veces podrá ser más relevante en tu vida y otras menos, pero siempre debería ser fuente de disfrute y válvula de escape de problemas mucho más graves.

Dicho esto, ¿cómo lo veis vosotros?¿Creéis que me he dejado algo importante?¿Nadáis en billetacos y nada de esto os suena? Espero que en todo caso, os hayáis dado cuenta en estos últimos meses de lo valioso que es tener una afición como esta, que hemos podido disfrutar en mayor o menos medida pese a los tiempos que vivimos y las restricciones encontradas. ¡Que no es poco!

5 comentarios:

  1. Me encantan estos artículos! Todo lo que sean reflexiones sobre el hobby son siempre bien recibidas jeje. Por mi parte me concentro exclusivamente en warhammer fantasy, pero me interesan todas las facetas del hobby. Por desgracia el coleccionismo tira mucho y siempre hay una miniatura descatalogada que te pone ojitos en wallapop, un suplemento nuevecito, etc, así que aunque solo me dedique a un juego hay que andar al loro de no comprar más de lo necesario, porque si no fuera por la pasta...

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  2. Enorme artículo, muy entretenido. Solo comentar que si el problema de la marea (o el tsunami) gris lo tienes más o menos controlado, los del espacio y dinero no suelen ser tan importantes así que si controlas tu ansia viva puedes matar 3 pájaros de un tiro.

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  3. Gran artículo! He ido marcando mi opción (como en los horóscopos) en cada uno de los puntos... XD.

    A mi, por ejemplo, me afecta mucho también el circulo social más habitual que tengo, ya que ninguno de mis amigos con los que quedo casi todos los findes son aficionados, por lo que limita todavía más. Tengo que quedar con otros amigos con los que no quedo tan asiduamente, expresamente para poder jugar.

    Y luego se me junta que en las épocas que he estado más "liberado" no ha habido (a mi alrededor) tanta pasión por el juego. Eso sí, en 5a de 40k no tenía una mierda de tiempo por los estudios y exámenes, o ahora con manuscritos no tengo una mierda de tiempo porque he sido padre, son momentos en los que tengo ganas infinitas... vaya por Dios... Lo mismo ocurre para poder dedicarle horas a poder pintar.

    Por otro lado, yo para la marea grises tomé una decisión hace poco: Tener una lista pintada. De Caos tenía bastantes cosas, y todo lo que rodeaba a mi lista que no iba a usar nunca, lo vendí. Con eso saqué dinero para terminar los elfos con una única lista, que es la que estoy pintando actualmente, y el resto o lo vendí o está a la venta. ¿Problema? Acabas palmando pasta (aunque he vendido cosas pintadas más caras que su valor nuevo en tienda), pero en mi caso la marea gris me pone nervioso, me desmotiva, y me descentra. Sobretodo me descentra. Necesito ver que los objetivos a corto plazo son asumibles, lo que me permite centrarme y avanzar. Si veo que es una locura me desmotivo totalmente. Al parecer ayuda, pues se lo he comentado a amigos, y parece que también les ha funcionado a ellos. Y una vez que tienes una única lista (a 2.000 puntos) pintada de tu ejercito, cambias a otro. Luego siempre tienes la opción de volver al primero con un pequeño añadido, pero cuando ya vas dejando ejercitos completamente pintados. Que esa es otra, ver un ejercito completamente pintado y jugable en una estantería te motiva más que nada para seguir pintando otras cosas.

    En fin... que como bien dices al final, tenemos que dar gracias por ser aficionados de ésto, que ayuda mucho en muchas ocasiones.

    Un saludo

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  4. En mi caso el principal motivo de no poder dedicar más tiempo a nuestra afición es por temas familiares, que me consumen el 95% de mi tiempo libre. Espero que cuando las niñas crezcan... pongamos que 10 años más, empezaré a tener más tiempo libre XD.
    De todas formas, creo que todos los factores que indicas tienen en algún momento mayor o menor peso que condiciona la dedicación al hobby. A mi por lo menos me ha pasado que en unos momentos me condicionaba el espacio, otras el dinero, otras simple apatía... Lo principal es sentirse motivado y disfrutar lo que se haga y el hobby creo que es lo bastante amplio como para poder ir haciendo cosas variadas: pintar, hacer escenografía, jugar, leer...
    ¡Gran artículo como siempre!

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  5. A mí un factor que me complica mucho las cosas es mi enfermiza tendencia al análisis-parálisis. Si tengo tres cuartos de hora libres, me paso media hora mirando lo que tengo ya pintado para valorar si necesita más luces, o tengo que mejorar tal o cual detalle, o se me ha quedado alguna manchita inapreciable de pintura en... bueno, que para cuando estoy por fín en actitud de pintar ya me queda solo un cuarto de hora y ya entonces ¿pa qué?

    La marea gris, en cambio, la controlo bien a base de quitarmela de la vista. El mega-ejército imperial que compré hace quince años, antes de que naciera mi primer hijo, está convenientemente embalado y escondido detrás de unas maletas, con lo que la tentación -y el consiguiente desánimo- me quedan lejos.

    Y bueno, un factor más: tengo 57 años y mi vista va cayendo en picado. Ahora tengo que pintar sí o sí con unas gafa-lupas y, aún así, los resultados no son los que eran. Pero también es verdad que como no veo un carajo, si miro un ejército cualquiera con mis gafas normales me parece que está pintado de putísima madre. Así que el que no se consuela es porque no quiere.

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