Buenos días amantes del caos más absoluto. Hoy la cosa en la escalada de los lectores no va de Caos Absoluto, pero le toca el turno a Narbek que realmente es una encarnación del mismo, y nunca sabes por dónde te va a salir.
¡Hola de nuevo!
Pues ya estamos
otra vez por aquí. Cómo pasa el tiempo… Este mes ha sido bastante
prolífico y ecléctico (tres meses centrado ya eran demasiados). Aviso que el
artículo de hoy ha quedado largo, ya que hablo de todo; hasta traigo reglas de
personajes especiales caseros (si pasan la censura de Cordo, claro). Pero
primero echemos un ojo a lo pintado…
Os dije que había sido ecléctico...
Empecé el mes
tratando de “ser bueno” y mantenerme centrado en el proyecto principal (ya
sabéis, la campaña narrativa para el canal que he decidido montar por mi cuenta
y riesgo). De este modo, me lie a pintar algunos de los personajes
especiales, pero ya volveremos sobre ellos más tarde.
Porque, ay, da
igual lo que haga, sigo siendo un goblin de corazón, anárquico y con capacidad
de concentración limitada; así que, como ya vaticinaba el mes pasado, terminé
pintando kislevitas de Warmaster.
Y la verdad que
son un gustazo para desconectar. Colores base y tirando millas, que total, a
esta escala tampoco se ve un pijo de lejos… En lo único que decidí perder un
poco más de tiempo fue en el estandarte de la peana del general. A fin de
cuentas, tiene que resaltar, ¡qué pa' eso es el que manda, leñe!
Terminados estos,
sin más “microturas” imprimadas y sin una nueva partida en el horizonte, decidí
cambiar de escala. ¡Y vaya si cambié!
¿Quién quiere megagargantes cuando es más barato tener minihumanos?
Este amiguito es
el último gigante que me quedaba de mi ejército pielverde (ejército que no doy
por cerrado porque Cordo no me deja). Ya había pintado otros dos, uno de metal
de sexta y otro de plástico, por lo que quería probar cosas nuevas con este y
darle un toque de “veterano curtido”. Así que me lancé a probar texturas,
efectos, combinaciones de colores… y, bueno, tengo sentimientos encontrados con
el resultado.
Hay partes que me
gusta cómo me han quedado y otras que no las repinto por no perder más el
tiempo con el “bicho”. Entre las partes de las que me enorgullezco están el
casco oxidado, la cara en general y las uñas.
Y de las que no
estoy nada contento y tengo que encontrar mejores formas de hacerlo, la piel
(demasiados “pegotes” de pintura), la mayoría de las cicatrices y el óxido en
relieve del arma.
Pero hay que ser
positivos, por lo que tomaré esta mini como lo que ha sido: un campo de pruebas
para futuros modelos grandes, especialmente si tienen mucha piel descubierta; y
con un ejército de ogros pendiente, tengo bastantes de ese tipo.
Después del
gigante terminé bastante quemado, por lo que me fui a por algo más fácil, con
pocos colores. Y pocas cosas hay más monocromáticas que un cacho de chapa
andante.
¡Más tapones, para
regocijo de nuestro goblinesco anfitrión! Diez rompehierros de MOM, miniaturas
que me encantan para representar lo que, por trasfondo, son auténticos tanques
con patas. El resultado final no es el que buscaba inicialmente, pero están
resultones y me doy con un canto en los dientes, que este mes en general no me
he visto muy inspirado…
Nota de Cordo: Tú pinta pinta, luego acabarán con sus entrañas desparramadas a golpe de rebanadora...
Y solo nos quedan
los personajes de la campaña, para los que me voy a salir un poquito de lo
habitual en estos artículos y añadiré las reglas que tendrán en la campaña, así
como un poquito de su trasfondo. También he añadido un apartado de “inclusión”,
por si a alguno os da el venazo de jugarlos en vuestras partidas. Recordad, eso
sí, que son totalmente ilegales y que hay que avisar a vuestro oponente, a
Cordo y consultar a vuestro médico o farmacéutico.
Nota de Cordo: No me hago responsable de lo escrito...
A partir de aquí,
el artículo se va de madre…
Guido
Lambardi
Coste: 110 Puntos
Criado en un
pueblecillo perdido del que ni él mismo recuerda el nombre, Guido sintió la sed
de aventuras desde pequeño. En cuanto aprendió a sujetar en condiciones una
espada, su madre lo puso rumbo a las más interesantes calles de Miragliano,
donde aprendió a robar, timar y, sobre todo, cuándo retirarse de una pelea
(normalmente, tras echar arena al otro en los ojos y darle una patada en los
genitales). Tras labrarse cierta reputación como espada a sueldo, y ganarse
unos cuantos enemigos entre los distintos estratos sociales de la ciudad, se
dedicó a viajar y combatir bajo la bandera de distintas compañías mercenarias.
No tardó en decidir que aquello de seguir órdenes no era para él, por lo que fundó
su propia compañía: la Afamada compañía del Búho dorado del Victorioso Guido
Lambardi (ya se sabe que, ante todo, hay que destacar entre los competidores).
Poco a poco, se fue haciendo un nombre, cosechando victorias y disimulando
derrotas, atrayendo bajo su bandera a un gran número de profesionales de la
guerra, matones, asesinos a sueldo y demás gente alegre y pintoresca. Así, se
ha visto envuelto en multitud de contratos, siempre dispuesto a viajar a
cualquier rincón del Viejo mundo; con el suficiente dinero por delante, por
supuesto.
M
HA
HP
F R
H
I
A L
10
6
5
4
4
2
5 3
8 (+1)
Inclusión. Puedes
incluir a Guido en un ejército de Mercenarios ocupando un hueco de Héroe. Guido
debe ser el General del ejército.
Armas. Florete
tileano (Arma de mano).
Armas de
proyectiles. Pistola.
Armadura. Armadura
ligera.
Reglas
especiales.
Líder carismático. Guido se
ha ganado la confianza de sus hombres, sabiendo guiarles a través de las
situaciones más adversas. Las unidades que usen el Liderazgo de Guido para
resolver chequeos, lo hacen como si tuviera Liderazgo 9. Para chequeos propios,
Guido usa su Liderazgo 8.
Experto duelista. Guido es
un espadachín curtido en cientos de duelos, adquiriendo una capacidad defensiva
notable solo con su espada y su habilidad para esquivar a su oponente. En
cuerpo a cuerpo, Guido tiene TSA 5+ y TSE 6+.
Disparo a bocajarro. Aunque
nadie dijo que los duelos deban ser honorables. Una vez por partida, Guido
puede disparar su pistola en Cuerpo a cuerpo, haciendo un impacto automático de
F4 con Poder de penetración, además de sus ataques normales.
Para representar a Guido quería un espadachín clásico, con su bigote, su sombrerazo, florete… Además, tenía que tener pistola. Porque sí, porque son carismáticas.
El caso es que no
encontraba ninguno que me lograra convencer del todo, así que terminé
esculpiéndole un sombrero con pluma a un espadachín de MOM, con un resultado
aceptable. El sombrero me quedó algo grande, pero con la pluma sí quedé bien
satisfecho. Lástima que la liara al pintarla, una vez más, tratando de imitar
una pluma de pavo real.
Pluma de pavo... |
Por lo demás,
tonos marrones y sucios. Quería que, aún siendo el general, no destacara en
exceso respecto a los duelistas comunes, ya que me pegaba más con la actitud
del personaje.
En fin, vamos a ver
el siguiente.
Lope de
Azuara
Coste: 100 Puntos
Guido conoció a Lope durante el saqueo de Veruna, en una de las
guerras entre Remas y Trantio. En la fortaleza de la colina se habían refugiado
aquellos que habían logrado huir de la carnicería, acompañados de un grupo de
soldados que se dedicaban a lanzar una constante lluvia de virotes sobre los
que trataban de alcanzar la cima. Guido se acercó lo más posible a la torre que
dominaba la subida y llamó a gritos a quien estuviera al mando de la defensa.
Al mirar arriba vio la cara de Lope asomando en las almenas, una máscara
impasible que, con el tiempo, supo que era la única expresión conocida por el
estaliano. Guido le pidió amablemente que se rindieran de una puta vez y
dejaran de dar por culo, a lo que Lope le contestó disparándole un virote y
gritando que le habían pagado para proteger esa torre, que él era un
profesional y que, maldita sea, vaya si la iba a proteger. Guido le preguntó que
quién pensaba que le iba a pagar cuando echaran abajo la jodida torre y mataran
a todos los de dentro; pero si abría las puertas, no solo la torre quedaría
intacta, sino que estaría libre para aceptar un nuevo trabajo, tras lo que
arrojó su propia bolsa “como adelanto”.
Al poco, se abrieron las puertas y apareció Lope, la espada
cubierta de sangre en la mano; recogió la bolsa del suelo e hizo un gesto
invitándole a entrar. Allí, sus hombres habían acabado con todos los que
opusieron resistencia y habían agrupado en una esquina a los ciudadanos, como
un rebaño de ovejas asustadas. Guido sabía valorar a un buen profesional, así
que le ofreció un puesto en su recién creada compañía. Con el tiempo, Lope se convirtió en su mano derecha, ganándose
su confianza y respeto; pocas cosas resultaban más reconfortantes durante una
batalla que el permanente gesto impertérrito del estaliano.
M
HA
HP
F R
H
I
A L
10
5
5
4
4
2
5
3 8
Inclusión. Puedes
incluir a Lope en un ejército de Mercenarios, ocupando un hueco de Héroe.
Armas.
Espada y daga (arma de mano y arma de mano adicional)
Armas de proyectiles.
-
Armadura. Armadura
pesada. Escudo.
Reglas
especiales.
Impasibilidad. El inmutable
rostro de Lope transmite serenidad a sus tropas, incluso en lo peor de la
batalla. Las unidades a 15 cm o menos de Lope pueden repetir los chequeos
de psicología y desmoralización fallidos.
Una vez más, mini
de MOM. En cuanto la vi, durante su último Kickstarter, vi la representación de
Lope tal y como lo imaginaba: calvo por arriba con pelo por detrás, con coraza,
espada y daga en las manos, escudo a la espalda… Lo único que le fallaba, es
que tenía la boca abierta, lo que no cuadraba con mi idea de un tío con cara de
póquer permanente. Además, cuando me llegó, lo vi demasiado bajito, por lo que
lo sometí a una operación de alargamiento de pierna; exitosa, a mi parecer. Y
para la boca, un poco de masilla y tratar de moldear los labios; operación con
menos éxito, en este caso.
El pintado ya tal.
Igual que con el gigante de más arriba, la lie en la piel, tratando de hacerle
cicatrices. Además, me di cuenta que es bastante cabezón…
Pero bueno, ni tan
mal. De momento es lo más parecido a lo que quería representar. Vamos a por el
último personaje.
Baldo
Campoverde
Coste: 80 Puntos
Baldo y Guido
se conocieron antes de formarse la compañía del Búho dorado. De hecho, se
podría decir que el halfling fue su primer integrante. Ambos se conocieron
cuando compartieron celda en la prisión del Conde Reginald de Château-Noire. El
halfling había terminado allí tras ser atrapado cazando furtivamente en el coto
privado del Conde, mientras que Guido siempre ha declinado explicar porqué él
estaba prisionero (aunque existen numerosos rumores relacionados con cierta
amante del Conde, una visita inesperada y una breve y patética huida desnudo
por las calles de la ciudad).
Allí en las
celdas, Guido compartió su mendrugo de pan con el hambriento halfling, en un
inexplicable arranque altruista. O quizás no tan altruista, habida cuenta de la
peligrosidad de un halfling desesperadamente hambriento… En cualquier caso, a
partir de ese momento, se ganó un aliado leal e incondicional; y, aún más
importante, con un plan de huida.
Baldo tenía un
primo que trabajaba como vigilante de las alcantarillas del castillo, el cual
le debía más de un favor, relacionado con deudas de juego. Tras emborrachar a
los guardias del Conde (y no es nada fácil emborrachar más de lo habitual a un
bretoniano), los sacó de la celda, guiándoles a través de los fétidos canales.
Durante el trayecto, se toparon con un grupo de goblins nocturnos, desatándose
una reyerta en la que Baldo hizo gala de su pericia como tirador, impresionando
a Guido.
Una vez fuera
de las alcantarillas, y sabiendo que lo más sensato era salir cuanto antes del
condado, decidieron viajar juntos, por protección mutua. Desde ese momento, el
halfling ha permanecido al lado del tileano, no importa cuán loca o
descabellada sea la empresa en la que se embarque.
M
HA
HP
F R
H
I
A L
10
4
6
3
3
2
5 3
8
Inclusión. Puedes
incluir a Baldo en un ejército de Mercenarios que incluya a Guido Lambardi,
ocupando un hueco de Héroe.
Armas. Arma
de mano.
Armas de
proyectiles. Arco.
Armadura. Armadura
ligera.
Reglas
especiales.
Cruzar (bosques).
Disparo en carrera. Baldo
es un cazador experto, por lo que está acostumbrado a disparar su arco mientras
persigue a sus presas. Y cuando uno es un halfling, cualquier persecución
supone correr mucho. Baldo ignora el penalizador de -1 en la tirada
para impactar por mover y disparar. Adicionalmente, puede marchar y disparar,
pero con un penalizador de -2.
Puntería magistral. Baldo
se jacta de que es capaz de acertarle en el ojo a una ardilla a doscientos
pasos de distancia. Evidentemente, exagera. Solo es capaz de hacerlo a noventa.
Baldo tiene la regla Disparo letal en los disparos a corta distancia (si
saca un 6 en la tirada para herir, sigue las reglas de Golpe letal). Esta
habilidad no se puede usar si Baldo ha marchado.
Difícil de acertar. La baja
estatura a veces tiene sus ventajas. Los enemigos que disparen a Baldo
tienen un penalizador a la tirada para impactar de -1 (adicional a otros
penalizadores como largo alcance, personaje individual, etc.).
No sabéis lo
difícil que es encontrar miniaturas de halfling. Al menos, de mi idea de
halfling (que, por si alguien lo duda, es la correcta, por supuesto). Al final
terminé pillándome este majete personajillo, de la antigua línea de halflings
imperiales de GW, que me parece que representa a nuestro intrépido tirador a la
perfección. Además de personaje especial en alguno de los escenarios, Baldo
representará al campeón de los ballesteros (doble herejía: ni es humano, ni
lleva ballesta muajaja).
Y éste es otro más
con en el que estuve experimentando. En esta ocasión, tratando de recrear
manchas de grasa en la boca y las manos (que no se ven; tal vez usando barniz
brillante…) y de vino en la camisa (más logradas, desde mi punto de vista).
Y hasta aquí el
mes de abril. Que con la tontería me ha quedado un artículo largo de narices…
Nota de Cordo: Doy fe, que me ha llevado su rato ponerlo todo en su sitio...
En entradas, caí
en el Kickstarter del compañero Ángel (hay que apoyar al talento local, y más
siendo de “la familia”), pero no contaré las minis hasta que no las tenga
impresas. Por lo demás, no hay más compras ni ventas, así que, contando cada
peana de Warmaster como una mini (el método Namarie), me quedo en un positivo
21. En cuanto al presupuesto mensual que me impuse desde el mes pasado, aunque
me pasé por cinco míseros euros, lo daré por cumplido, que no habrá sido por
falta de tentación; especialmente con la preventa de Stargrave, en el que ya
caeré más adelante...
Pues ya está, esto
es todo. Ya veremos qué nos depara mayo, porque me siento algo desmotivado con
el objetivo de la campaña, así que es posible que siga alternando con otras
cosillas. A fin de cuentas, esto es un hobby y está para divertirnos, ¿no?
Zaludoz verdez,
Narbek
Muy guapas las historias para los personajes de la campaña y sus conversiones , buen si señor .
ResponderEliminarLo he dicho otras veces y me repito: me encanta darle trasfondo a las minis y que las partidas tengan una historia detrás y unas consecuencias.
ResponderEliminarSobre la pintura, a mí sí me convence el efecto óxido que le has dado a las armas que lleva el gigante, y la piel en general me gusta también, un gigante al fin y al cabo no es un modelo de dermatología con la piel lisa y homogénea xD.
Suscribo lo de la piel del gigante y lo de los personajes de campaña con trasfondo. El que más me ha gustado ha sido Guido, con ese toque Alatriste.
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