¡Buenos días una vez más desde la hora de la herramienta, por Veseso! En entregas anteriores del taller del Gobbo tuvimos una una entrada dedicada al estudio del mundo y mercado de las vitrinas, y una segunda parte en la que se construía su propia vitrina. Para completar el tema nos trae una entrega más, con una solución intermedia, sobre como adaptar vitrinas comerciales.
¡Saludos a todos, compis escalistas y visitantes ocasionales
del Blog!, parece que ya hemos llegado al último artículo de esta serie de 3
donde acogiéndome a toda la experiencia obtenida durante todo este tiempo, os
propongo lo que yo, sinceramente, considero como una solución óptima (o lo más
cercana a óptima, vaya) para que cualquiera de nosotros pueda tener una vitrina
100% aprovechada con todas las baldas que queramos, a la altura que
consideremos y bien buena repleta de minis que podamos disfrutar en
condiciones, yéah, yéah, yéah.
Y ahora viene la parte donde declaro que dedico este último
artículo de la serie a Arturo. (tranqui Arturo, palabra que ya no te menciono
más).
Vale, vayamos al lío y empecemos por la base, donde todavía
no vamos a hablar de vitrina alguna.
-¿Éin?-
Sí, habéis leído bien, para elegir bien la vitrina que
necesitamos, primero tenemos que prestar atención a los condicionantes de cada
cual, los cuales determinarán en buena medida el tipo de vitrina que
necesitamos, para, a partir de ahí, escogerla.
Bien… dado que una vitrina es un mueble de cierto volumen y
peso, primero tenemos que atenernos a nuestro estilo de vida, que he venido a
dividir en 2 tipos:
1.
GRIMGOR: El tipo Grimgor agrupa a todos aquellos
usuarios que no pueden parar quietos y que tan pronto están allí apaleando
taponez, como están allá pateando ratonzejoz, como están acá zurrando a otros
pielesverdes, es decir, que estamos hablando de gente acostumbrada a las
mudanzas.
2.
SKARSNIK: El tipo Skarsnik comprende a todos
aquellos usuarios que han echado raíces en su Karak particular del cual no
tienen intención de moverse en un largo plazo de tiempo.
-Pero Gobbo, ¿a qué viene esta clasificación?-
Esta clasificación viene a cuenta que, si tienes que estar
mudándote cada dos por tres, necesitarás una vitrina que o bien sea
relativamente ligera y no ocupe mucho, o bien sea fácil de desmontar y volver a
montar a continuación, además que será igualmente importante que no sea
necesario anclarla a la pared, ya que habitualmente los caseros y los agujeros
en las paredes no casan bien.
-Ná Veseso, nada que un poco de aguaplast y una espátula no
arreglen-
… no os lo recomiendo como solución a no ser que queráis
repintar el piso antes de iros para recuperar la fianza…
Siguiendo con nuestra clasificación por tipos, si por contra
sois como Skarsnik, tendréis mucha más libertad para elegir la vitrina, ya que
en teoría no necesitaréis moverla y podréis hacer todos los agujeros que
queráis en la pared.
Vale, ya hemos establecido nuestra condición base, ahora,
antes de ponernos a elegir la vitrina, será conveniente que 2 condiciones a
valorar y un consejo:
Por un lado, os recomiendo que no pongáis la vitrina en un
lugar donde los rayos del sol vayan a incidir directamente sobre ella y su
contenido, ya que los rayos de sol se comen (literalmente) el color. Si no me
creéis, es muy fácil hacer la prueba: pintad algo de prueba con el color que
queráis, dejadlo expuesto al sol (no hace falta que sea el año entero) y
después de un año, pintad con ese mismo color otra cosa del mismo material y
comparad los resultados. Esta consideración es importante, porque invalidará
algunos espacios de la casa donde colocar la vitrina, y con ello nos irá
dirigiendo hacia cuáles sí son apropiados, y por tanto nos marcará las
dimensiones máximas que puede tener nuestra vitrina, ya que los sitios
practicables estarán contados.
Por otro lado, hemos de pensar que vamos a escoger nuestra
vitrina con objeto de disfrutar de nuestra colección, por lo que es importante
que la coloquemos en un lugar donde podamos verla a menudo (o al menos todo lo
a menudo que podamos, vaya), ya que no tendría mucho sentido tanto desvelo si
al final la vamos a dejar en un rincón olvidado de nuestra casa.
Y ahora el consejo: además de lo anteriormente expuesto,
quisiera advertiros de lo siguiente: si bien es cierto que las vitrinas altas
molan mucho, pensáoslo bien antes de coger una, ya que todo aquello que
expongáis en ellas y os quede por debajo del ombligo será difícil de ver (sobre
todo si se trata de objetos pequeños con mucho detalle), por lo que quizá fuese
interesante el coger una vitrina baja (habitualmente fáciles de mover por su
menor peso y volumen) y auparla sobre una cajonera o incluso subirla a la mesa
donde pintáis si esta tiene suficiente fondo, de este modo estaríais
optimizando la vitrina para las minis al menor coste posible a la par que
multiplicáis los sitios donde colocarla y facilitáis el transporte, si bien es
cierto que en una vitrina alta podréis dejar otros objetos a exponer de mayor
tamaño en la parte baja, y las minis en la parte alta (preparaos para negociar
bien con vuestra pareja el tema de quién ocupa qué balda).
Vale, y es ahora, con estas consideraciones en mente, cuando
os pongo unos ejemplos prácticos y os desvelo mi propuesta:
Ikea.
Ya os hablé de esta marca sueca, pero os lo resumo igual: Precios competitivos, calidad de materiales, producción y acabados; muy buen
embalaje e instrucciones de montado fáciles de seguir, todo esto ideal tanto si
sois unos Grimgor como unos Skarsnik.
Las que yo elegiría:
Yo tengo la Milsbo, y ya digo que estoy contento, os pongo
las tres por si por temas de espacio y gusto, se acomodasen más a vosotros, que
ya se sabe que la grande es posible que no quepa en cualquier lado y las otras
sí (además que como apunté con anterioridad, la baja se puede aupar a una mesa
o cajonera. Si acaso, sus problemas son la estanqueidad al polvo
(extraordinariamente fácil de arreglar con un burlete adecuado), que no tiene
espejo trasero (el cual se puede encargar a un cristalero), y que tiene muy
pocas baldas, además con mucho espacio entre ellas, pero de eso ya nos
encargaremos luego.
Amazon.
Este tipo de vitrina os lo pongo porque si no queréis
comeros la cabeza, la verdad es que está muy bien; es cierto que no es lo más
bonito del mundo y que habría que buscar un modelo que tenga fondo suficiente
para los bloques y los monstruos, pero se puede fijar a la pared a la altura
que mejor te venga, no tendrás problemas para ponerla donde quieras (porque no
va apoyada en el suelo) y siempre va a estar bien iluminada… ya digo, por si
pasáis de líos.
Estos dos últimos probablemente sean los mejores… la única
pega a priori (yo no las tengo, pero la descripción y las opiniones apuntan
maneras) es el tema de la estanqueidad (de nuevo os recuerdo el tema de los
burletes) y el de las baldas no regulables que desaprovechan un montón de
espacio…
Bien, tal como diría Roger, “ahora viene el boom”, mi
propuesta es que escojáis la que mejor se adapte a vuestras condiciones del
hogar y vida y que les hagáis lo que yo hice a mi vitrina para añadirle cuantas
baldas quise, pudiendo regularlas en altura al 100%.
-¡Venga, venga, venga!, se te va la olla Gobbo; ¿de veras
crees que todo el mundo tiene esas herramientas y tiempo?-
Nooooooo, a ver, esperad, esperad. El tema es que no hace
falta que lo hagáis vosotros; únicamente necesitáis tener un croquis básico del
tipo de soporte que necesitáis, encargárselo a un carpintero metálico, “et
voilá”.
-¿ÉEEEEH?-
1. 1. Nos aseguraremos que tanto la base como la tapa
de la vitrina se pueden perforar (porque va a hacer falta).
2.
1
4. Ahora toca determinar las medidas del soporte de las baldas. Dado que en general el hacer las cosas a la medida justa suele ser muy mala idea, ya que siempre hay algo que sale mal, y que además necesitaremos algo de margen de seguridad entre las baldas y los cristales de las paredes, que hasta que los apretemos, van a bailar un poco, restaremos a los lados que corresponden con el ancho del mueble 18mm, y a los lados que corresponden con el fondo del mueble 6mm, de tal modo que las medidas que nos quedarían serían:
76 - (1,8x2)= 72,4 cm
33 - (0,6x2)= 31,8 cm
72,4x31,8 cm
Se que todo esto que os he explicado en detalle (excesivo,
quizá) puede resultar agobiante, pero si lo pensáis bien, realmente se trata de
asegurarnos que podemos hacer agujeros en techo y base, encargar los soportes,
hacer los agujeros, colocar las varillas y soportes, encargar los cristales y
se acabó, habiendo conseguido multiplicar la superficie de exposición de
nuestro mueble drásticamente e incluso revalorizándolo.
Sólo lamento no poder daros una horquilla de precios de lo
que os puede pedir un herrero por los soportes de las baldas, ya que habéis de
entender que cada cual tendrá sus tarifas, que dependerá del número de baldas
que se les encarguen, de la extensión de estas y de la zona en que nos
encontremos, ya que no es lo mismo una zona con 2 que otra más disputada con 5,
por ejemplo, pero sinceramente, teniendo en cuenta que esta gente ya tiene una
maquinaria que les ahorra el trabajo duro, que realmente lo único que tienen
que hacer es medir, pasar por la sierra de banda, soldar, perforar en el taladro
de torno y pasar por la lija de banda… no debería de ser mucho, ahora, cuantos
más presupuestos pidamos, mejores precios obtendremos, igual que con los
cristales, de los que sí puedo decir que, al menos a mí, 6 baldas de cristal de
4mm, a canto pulido, de 32x116 cm me salieron, con IVA y todo por 104€, sin
llevarles el material ni nada, (y 6 baldas 32x116 es mucho cristal).
Bueno, como siempre, espero haber ayudado a alguien, e
igualmente como siempre, quedaré atento a los comentarios y mi correo
electrónico itsente@hotmail.es
¡Noz vemoz!
Veseso, el Gobbo Errante, en Cuenca, a 17-09-2.025
Gracias por esta serie de artículos. Personalmente opino que hay muchos temas interesantes que tratar en torno al hobby y sin duda el almacenamiento y exposición es uno de los más importantes.
ResponderEliminarTomo nota de tu experiencia, aunque por ahora creo que mi proyecto tendrá una orientación más enfocada al almacenamiento masivo.
Llegado el momento no dudaré en compartir mi diseño con ustedes
Bueno, al final es cuestión de satisfacer necesidades; ¡Estaré atento a la publicación de ese diseño!
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