[Escalada de los lectores] La escalada de Julen: Enero a Marzo 2024

¡Muy buenas legendarios! Durante este último tramo del mes probablemente estemos algo menos activos por aquí, pero no pasa nada porque con entradas como la de hoy da para disfrutar largo y tendido. Dadas las peticiones de tutoriales, estoy seguro de que echábais de menos saber de Julen, y hoy vuelve a la escalada de los lectores con algunas barbas más.

Buenos días, legendarios.

Ya estamos de vuelta. Este año ya os avisé que mi número de entradas iba a ser menor que el año pasado, pero que lo compensaría (si todo iba bien) con un mayor número de miniaturas por entrada.

Allá por febrero ya os pasé mis objetivos y, de momento, parece que vamos cumpliendo. Según mi planificación, entre enero y marzo debería tener pintado lo siguiente:

A excepción de las miniaturas de Zombicide (que las incluí por si me estancaba pintando tanta tropa o a modo de premio por terminar cada “fase” de la escalada) he conseguido completar la unidad de mineros que empecé in extremis antes de que finalizara el pasado mes de diciembre, así como el carro de gromril y la miniatura del Enano Blanco esculpida por Juan Díaz (¡Por fin tengo una de sus miniaturas pintadas!)

Pero dejémonos de recuentos y objetivos y vayamos a lo que importa… ¡La pintura!

Comencemos por los mineros (como viene siendo habitual, pido perdón por la calidad de las fotos. Os lo recompensaré aumentando la cantidad de las mismas)

Para el pintado de los mineros he seguido las mismas combinaciones/limitaciones de color que me autoimpuse con las 4 primeras miniaturas. Esto ha dado como resultado una unidad que destaca bastante entre el resto de unidades de mi ejército al tener mucho color ocre, naranja y amarillo, pero que queda unificada mediante el omnipresente color turquesa de la tela del estandarte (he vuelto a usar el de 7ª-8ª edición ya que me parece un estandarte muy chulo y distintivo dentro del ejército Enano con tanta vela y farolillo por ahí colgando; muy acorde a los pasos de Semana Santa que acabamos de dejar atrás).

Antes de entrar a comentar el pintado del estandarte en sí (con el que, sorprendentemente, empleé menos tiempo del que había estimado en un principio), me gustaría decir que el pintado de las miniaturas de Krudd y el campeón de unidad (al que le añadí una llama a su vela) fue una auténtica gozada. Todavía no sé cuál ha sido el motivo (intuyo que el maravilloso modelado habrá tenido bastante peso), pero fueron unas miniaturas que se pintaron solas.

Krudd, el Loco del Pico. Mítico personaje de la campaña de 5ª edición "La Venganza de Drong"

Parece que no, pero el campeón también tiene ojos

Como apunte, decidí experimentar un poco con la gran gema que tiene el campeón de unidad en su ornamentado pico (¿Quién necesita un taladro a vapor teniendo semejante monstruosidad/preciosidad?). Sé que la colocación de las luces y brillos en la gema no es la más realista (de hecho, está invertida), pero creo que el efecto de cristal brillante da bastante el pego desde más de un ángulo, que era lo que quería conseguir.

En cuanto al músico, y a diferencia de lo que me pasó con el músico de los montaraces, antes de pintar el de los mineros, decidí añadirle un fino reborde de masilla a la boca del cuerno para poder darle un efecto de mayor profundidad sin tener que hacerle un agujero para vaciarlo (uno de los problemas a los que nos enfrentamos los que coleccionamos miniaturas de metal). Es casi imperceptible, pero lo suficientemente grueso para permitir pintar bien el borde interior y dejar bien definida la separación entre este y el “agujero” negro.

La cenefa de triangulitos que tiene el cuerno la pinté como si estuviera formada por un montón de gemas para huir de tanto metal. Ha sido la primera vez que he pintado gemas triangulares y colocadas de tal manera que cada una de ellas tenga su correspondiente brillo en una zona distinta a las demás (por eso de estar rodeando el cuerno).

Tras pintar esta unidad me he dado cuenta de que algo del carisma que, en mi opinión, se ha perdido en las miniaturas de enanos con el paso de las ediciones de Fantasy lo conformaban, entre otras muchas cosas, esas gemas que lo inundaban todo. Algo que, creo, han intentado recuperar (con mayor o menor acierto) en las nuevas figuras de personajes que han diseñado para The Old World (sobre todo estoy pensando en el Señor en escudo y en Ungrim), haciendo una especie de mezcla de estilos entre todas las miniaturas que van a estar disponibles para la facción de una u otra forma. No sé, vueltas que le da uno a las cosas.  

Pasemos ahora a comentar el pintado del portaestandarte/estandarte.

Me llevó mi tiempo pero, como ya he comentado, tardé bastante menos de lo esperado en pintarlo. Tenía claro que, al igual que en el resto de unidades (o casi todas), quería hacer algún freehand y aprovechar la cenefa que tiene modelada para seguir practicando mi andadura con el NMM dorado en 2D (prometo no usar más anglicismos/acrónimos en lo que queda de entrada). Me dio mucha pena quitar el estandarte original, porque el mítico icono de la cara del enano me gusta mucho; pero hay que admitir que el progreso, en contadas ocasiones, es necesario. Esto me dio la excusa perfecta para decidir que el motivo que iba a ocupar el centro del estandarte iba a ser una versión modificada del icono, ya que iba a incluir una barba bifurcada para que reflejara más fehacientemente a Grungni.

Modelo de portaestandarte original de la unidad de mineros

Aviso a generales enanos que vayan a pintar este estandarte: A la hora de pintarlo me di cuenta a tiempo de que el medallón central del estandarte que está bajo la gran vela (y por el cual me estaba guiando para definir el centro del mismo) no está centrado si se tiene en cuenta la doblez de la tela. Hubiera sido un bajón en toda regla terminar de pintar el estandarte para darme cuenta al final de que el icono no estaba centrado…

En cuanto al proceso de pintado en sí, lo que más me costó fue definir bien (o lo mejor posible) el efecto metálico en el casco del icono. Era la primera vez que intentaba darle este efecto a una superficie que pretende reflejar algo esférico, pero creo que da el pego, que es de lo que se trata. Aun así he de decir que cuando terminé el pintado de la cara (lo hice justo después de pintar el fondo turquesa y antes de pintar cualquier otro elemento de la miniatura) no fui consciente de que, al incluir un diseño tan elaborado en la tela del estandarte, este podía quedar demasiado recargado con tanto farolillo y guirnalda por ahí colgando. Pero, qué queréis que os diga, dentro de todo el batiburrillo de cosas que hay en una zona tan “pequeña”, estoy muy satisfecho con como ha quedado la cosa.

También os pongo una comparativa de las miniaturas del portaestandarte que acabo de pintar junto a la conversión que hice a partir de ese mismo modelo que ya os enseñé en la última entrada de mi escalada del año pasado.

Y ahora unas cuantas fotos de la unidad al completo.

Dejando la unidad de mineros a un lado (aunque no del todo), pasemos ahora a comentar el poni y el carro de gromril. Tenía muchas ganas de tener una miniatura en mi ejército (aunque oficialmente no sea una unidad y, seguramente, la use como rellenador) que no fuera un soldado de infantería enano. Es una cosa que siempre me ha dado rabia al coleccionar enanos (aquí le puedo leer la mente a más de uno: “pues haber elegido otro ejército y deja de quejarte”. Ejem…). En Warhammer, los enanos tienen simbolitos de dragones, jabalíes, osos, águilas, cuervos  y otros muchos bichejos en armaduras y demás adornos, pero ni uno sólo de estos seres les acompaña en batalla (de hecho, todos ellos están firmemente asociados a otros ejércitos). Así que, en cuanto vi la opción de añadir algo de variedad a mi colección, ni me lo pensé.

La miniatura me sigue pareciendo original para la trayectoria de miniaturas de enanos de Warhammer (quitando el carro de Bugman, lo más parecido son las máquinas de guerra), pero a medida que la he ido pintando he ido perdiendo ese amor a primera vista… Me explico: el diseño de la miniatura está claramente influenciada para ser reproducida en moldes que se asemejan más a los usados para las miniaturas monopose de los 80-90 que las de su época. Esto conlleva a que en muchas “caras” o “vistas” de la miniatura esta carezca completamente de detalles como, por ejemplo, el frontal y parte trasera de la vagoneta, ciertas partes del poni o todo ese amasijo de bártulos que tiene en la parte superior a modo de vendedor ambulante (¿Botellitas? ¿Es que de repente nos hemos vuelto unos orejas picudas?). Soy consciente de que no se le puede pedir mucho más a una miniatura que venía en una caja de inicio y que más que una unidad, en realidad, es un elemento de escenografía, pero es que me había hecho tantas ilusiones…

Para pasar el mal trago, le modelé un par de llamas en las velas y le añadí un carcaj de virotes de ballesta modificado para desviar la atención de ese amasijo de telas que no sé ni para qué están ahí (además, cuando le añada la nieve a la base, pienso cubrir gran parte de esas telas con ella).

El pintado del carro no tiene nada especial, pero hice un pequeño/gran esfuerzo para pintar el  poni dándole un efecto de un pelaje grueso a base de múltiples pasadas con un pincel fino.

Con esto, ya tenemos todo listo para la foto familiar.

Bueno. Casi hemos llegado al final. Los que hayáis aguantado todas mis divagaciones hasta este punto os merecéis un premio: os presento a una miniatura que me encanta por todo lo que representa: Grombrindal, el Enano Blanco.

Al igual que Kragg, llevaba demasiado tiempo queriendo pintar esta miniatura. Es una de esas miniaturas que te hace recordar, en mi caso, tiempos mejores y más felices, o, al menos, tiempos en los que, echando la vista atrás, las preocupaciones que la mayoría de nosotros teníamos en aquella época eran una nimiedad comparadas con las que tenemos hoy en día. Es por eso que he intentado ponerle todo el cariño que he podido. Aquí el pintado no tiene misterios: barba blanca, capa turquesa y guantes y gemas en tonos granates/magentas para contrastar y darle algo de variedad con respecto a otras miniaturas de mi ejército.

La cara, aprovechando que es bastante grande en comparación a otras miniaturas de la época, la he pintado con una mayor cantidad de tonos rojos y morados para darle un poco más de riqueza cromática (me tendréis que creer, porque en las fotos casi no se aprecia). Por lo demás, poco que comentar: la cerveza de su casco no podía ser otra que Bugman’s XXXXX, la cual, en mi mente, es una Stout que, más que beber, se tiene que masticar, por lo que la he pintado usando tonos chocolate muy oscuros.

Esto ha sido todo lo que han dado de sí los primeros 3 meses del año. Si todo marcha como debiera en junio volveréis a tener noticias mías. Esta vez con pieles verdes. Hasta entonces… ¡Caña a los pinceles!

Julen