¡Atención warhammeros y aficionados al hobby!
Hoy queremos anunciaros una importante noticia para la organización de nuestra asociación. Cordo I el Grande ha sido derrocado. Tras años de implacable gobierno, comienza la tiranía del pequeño Timmy. Ayer tuvimos una asamblea convocada a voces por nuestro jeque de plástico y, gracias a sus importantes y contundentes argumentos, decidimos hacerle presidente plenipotenciario. No obstante, fue su innovadora promesa electoral la que nos terminó de convencer. Continúa leyendo y te la contamos:
Algunos ya conoceréis al pequeño Timmy por haber presidido la mesa nº1 de nuestro último torneo. Lo que quizá no sepáis es que aquello fue solo el primer paso de un plan perfectamente calculado. En cuanto comprobó que los jugadores le sonreían con admiración (o terror), descubrió que su destino estaba por encima de simples partidas y emparejamientos. Desde entonces ha ido moviendo hilos de corrupción hasta consolidarse como nuestro nuevo líder indiscutible. Personalmente, debo decir que parte de este plan maléfico lo trazamos juntos en innumerables horas de viaje en coche con él de copiloto. Estos momentos son ideales para conspirar y preparar intrigas en la corte que permitan una fácil transición.
Aunque Timmy lleva poco tiempo en el cargo, ya han empezado sus cambios. Por decreto legendario, ha prohibido que en las vitrinas se exhiban miniaturas sin pintar. También nos obliga a jugar con moñecos pintados con al menos tres colores y peanas con algo más que simple arena.
Pero lo más importante de su gobierno es la promesa con la que llegó al cargo. El pequeño Timmy se ha ofrecido a obligar aceptar la donación de TODAS las miniaturas sin pintar, aunque estas se quedarán con sus anteriores dueños, quienes seguirán siendo los responsables de pintarlas y jugarlas. Gracias a esta medida, podemos decir oficialmente que todos los miembros de LEYENDAS en MINIATURA tenemos el 100% de nuestras miniaturas pintadas y hemos reducido a 0 nuestra pila gris. ¡Chúpate esa, Cordo, tú nunca has hecho tanto por el hobby!
Sin embargo, las malas lenguas dicen que este alzamiento de bienes miniaturil no es una idea original suya, que lo de “donar” miniaturas a personas cercanas, familiares o bebés que no saben ni hablar está muy visto. Es una práctica que se remonta tiempo atrás y ayuda a convivir mejor con el Diógenes miniaturil, pero expertos psicólogos dicen que realmente es solo una manera de autoengaño y una tontuna de las gordas. Si lo compras con tu dinero, lo pintas tú y lo juegas tú… ¡ES TUYO!
Y, sin más:
¡Larga vida al pequeño Timmy, cuya grandeza solo es comparable a las ganas que tenemos de que vuelva a caber en el armario donde lo guardamos!
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