[Escalada de los lectores] La escalada de Duffman: Marzo 2024

 Buenos días y bienvenidos un mes más a la escalada de los lectores de Duffman, que mantiene su tradición de intentar combinar pintura, trasfondo y torneos todo en uno, para que sea cual sea tu vertiente preferida, encuentres un rato ameno. Y apunta a que el próximo mes seguirá por el mismo camino.

Saludos, acólitos del Dios de los Mares, grises. Por tener una entrada variada, comienzo con el trasfondo para el próximo torneo al que voy a asistir en Monzón: El del clan Kharnuz.

LOS HEREDEROS DE MOURKAIN

Nadie en su sano juicio desafiaría el poder de la muerte. Nadie que aprecie su vida se cruzaría contra una horda de no muertos salvo que no quedase otra opción.

Pero los pielesverdes no cumplen ninguna de estas dos premisas.

El, no hace mucho, numeroso ejército de muertos vivientes, había sufrido el desgaste de las Tierras Yermas. Los cadáveres más recientes, habían llegado al punto de convertirse en pulpas de carne seca e inservible. Los numerosos regimientos de esqueletos, no eran más que polvo y restos de metal oxidado esparcidos por todo el camino recorrido. Todo ello debido a la acción del sol, el desierto y las continuas escaramuzas con orcos.

Sin embargo, Grashkaar, el autoproclamado heredero de Mourkain, aún estaba lejos de ser derrotado. Sus nigromantes habían usado su poder para preservar las criaturas más valiosas. Y los necrófagos, juguetes rotos de las tierras civilizadas, conseguían sobrevivir a base de canibalizar a sus enemigos.

Pero cierto era también que se encontraba lejos de su objetivo: La antigua capital del reino de Strigos. No la alcanzaría, y mucho menos la tomaría, con el desgaste que ocasionaban aquellas tierras.

Otra horda de salvajes verdes tatuados aparecía en el horizonte corriendo y cantando mientras se dirigían hacia ellos. El odio del Conde Strigoi era prácticamente visible alrededor de aquella perfecta máquina orgánica de matar. Se lanzó al combate, solo siendo rebasado en su carga por los espectros y caballeros.

La sangre y vísceras volvían a bañar su cuerpo. Los enemigos eran desmembrados y troceados. Pero eran innumerables. En su cuerpo hipermusculado comenzaron a aparecer numerosos cortes y heridas, que muy poco a poco comenzaban a mermar su poder. Un grito aterrador salió de su garganta cargado de la más profunda ira. Los enemigos huían despavoridos, pero nueva escoria verde se unía al combate.

No llegaría a Mourkain. El sueño roto de su padre de sangre, Ushoran.

Si bien en su día las mentiras y perfidias de Neferata, habían usado a los pielesverdes como herramientas para acabar con Strigos, eran estos seres lo que volvían a sentenciar el destino de aquel reino decenas de siglos después.

Una trompeta sonó en la lejanía. Nada que ver con el sonido tosco y salvaje de los orcos. Era robusto e imponente. Era el anuncio de la llegada de la muerte.

Unos caballeros de blanca armadura, prácticamente sacados de los sueños húmedos de la doncella bretoniana más devota, segaban las vidas de sus enemigos como si fuese un campo de trigo.

Cuando llegaron a la altura del Strigoi se detuvieron, mientras los orcos huían despavoridos en todas direcciones. El vampiro se inclinó, listo para saltar contra ellos. Pero algo le detuvo. No el sin sentido de una hueste humana en medio de aquel erial, ni el hecho de haber derrotado a sus enemigos.

Unos colmillos asomaban entre los labios de aquellos caballeros.

Uno de ellos se adelantó, mientras lamía su lanza teñida de sangre. Escupió con cara de asco:

               “-En todos estos siglos, sigo sin encontrar sangre pielverde mínimamente digerible.”

               El cuerpo de Grashkaar se tensó aún más.

               “-Tranquilo, mi señor.” Dijo el caballero mientras esbozaba una sonrisa.

               “- Si bien tu vienes a ocupar el lugar de antaño de tu padre. Nosotros veníamos a ocupar el del nuestro. Abhorash luchó por defender Strigos en el pasado, y ahora somos nosotros quien lo haremos en su nombre.”

 

Sí, llevar caballeros sangrientos en un ejército Strigoi podría no ser lo más trasfondístico, sin embargo, en La Posada Del Martillo, explicando el origen de los distintos clanes encontré la “justificación”. Abhorash (dragón sangriento) luchó por el reino de Strigos durante un tiempo, y en el final de los tiempos (aunque no existió), es este personaje el que volvió a luchar por los antiguos herederos de este reino. Así que allá que van sus “herederos” a honrar la memoria de su señor (que aún está no vivo).

En definitiva, quería probar la unidad, porque nunca la he usado y a cada torneo me gusta llevar al menos una unidad nueva.

La verdad que me ha llevado más tiempo del que pensaba por dos motivos. No me gustaron nada los primeros intentos para hacer la armadura en hueso. No fui capaz. Así que decidí hacerlo en blanco. Otro error. Cuando dicen que pintar el blanco es tan difícil es por algo. Podría haberle dedicado más tiempo (más y más capas muy diluidas) pero llegó un momento que me estaba saturando un poco y quería acabar la unidad.

Así que este mes no me ha cundido más.

Y repaso de los objetivos queda así:

• Entradas: 10
• Ventas: 0
• Pintadas: 12 (6 Caballeros Sangrientos) = 12

Estado de objetivos:

1.      Reducir Marea Gris:

Acumulado + Pintado + Ventas - Compras = -73 -12 + 0 - 10 = - 71

2.      Orcos y Goblins: 1 Miniatura; 55/1000 puntos (5.5%)

3.      Condes: 44/50 miniaturas (88%)

4.      Imperio: 10/20 (50%)

5.      Escenografía: 0/5 (0%)

6.      Partidas: 3+3 (Las 3 del torneo de Sajazarra.) /16 (37.5%).

7.      Mejora Pintura: 1/2 (50%).

Bueno, y respecto a las partidas… Asistí al torneo de Sajazarra. Sexta Pura, pero con posibilidad de usar listas alternativas. Yo elegí la nigromántica. Resumiéndolo mucho, condes estándar pero aún más baratos y sin vampiros. Me parecía una lista muy potente la verdad.

La experiencia, pues decir que perfecta sería decir poco. 36 jugadores. Había listas de todo tipo: Llenas de cañones (Nuln, enanos) o lanzavirotes (incursores elfos oscuros), todas las variedades de listas pielesverdes (incluida la snotling), de casi todos los clanes vampíricos, matadores enanos, mercenarios, bestias, demonios, silvanos, largartos, etc.

El caso es que a mí y al grupo de Picnic en Drakenhof nos fue especialmente bien, llevándonos el campeón absoluto y el segundo y tercer puesto. La verdad que yo estaba como un chico pequeño.

Además, tuvimos tiempo de hablar muchísimo entre jugadores, comer juntos, ver ejércitos espectaculares (como los mercenarios de Eloy del Clan Kharnuz, que se llevó el premio al mejor ejército), leer trasfondos (como el de Yorch y sus bestias del caos, ganador del premio) y respirar warhammer fantasy por los cuatro costados. El premio al mejor general fue para Ulises y sus lagartos y el de la deportividad para Íñigo y sus enanos.

 Este maldito hobby sigue despertando en mí una ilusión infantil que sigo atesorando con orgullo.

Por último, comentar que en Picnic es Drakenhof estamos trabajando en un pequeño proyecto para aportar nuestro pequeño granito de arena a esta comunidad que tanto nos ha dado. Espero indicar más novedades el próximo mes.

Sin más, y después de tanto palique, un abrazo y warhammer compañeros.

Duffman