Año 2150 calendario Imperial
Orgullo y soberbia siempre fueron
mis mayores pecados y defectos en mi corta vida mortal, pero pagué por ellos
con creces una cálida noche en el bosque Drakwald cuando aún era Dieter
Johnson, segundo hijo del Conde del Talabheim. El destino se me cruzó esa
noche, cuando en compañía de mis queridos perros de caza, los valientes
espadachines de mi guardia personal y mi primo Caddik con su hueste de
caballería, estaba cazando al lobo y al venado en mis tierras.
Orgullo para tratar con altanería
a ese caballero harapiento en su caballo desnutrido cuando nos lo cruzamos en
el bosque y soberbia cuando acepté cruzar las espadas con él, a pesar de
observar aterrado como los perros retrocedían al verle y sus fríos ojos se
cruzaban con los míos tras retarme a duelo singular.
Siempre me he considerado un
espadachín magnífico, pero el caballero harapiento me superaba con creces, en
habilidad y fuerza, y pronto acabé en el suelo, se rió de mí y me ofreció
dejarlo así. Pero no pude, me levanté con furia y traté de matarle… No sé lo
que ocurrió, pero acabé en el suelo con un terrible dolor entre el hombro y el
cuello, hasta que perdí el conocimiento.
Me desperté en lo profundo de la
noche, el extraño me sonreía con un aire de depredador y mi desgracia se
vislumbraba a través de la coraza bien cuidada que portaba debajo de esos
ropajes.
-Cuando estés preparado búscame
en las tres torres, en Averland…. Cerca del Paso del Fuego Negro.
Recuerdo el cambio obrado en mí tras el duelo… sentía tanto frio, una extraña sensación de presciencia en mi
cuerpo, pero por encima de todo una sed que ninguna bebida podía saciar. No era
yo el único que había cambiado, mis perros de caza, que antes de ese día habían
sido vigorosos e inquietos me miraban expectantes y siniestros como si un
monstruo creciera bajo su piel, y en los hombres a mi cargo era peor, callados,
con la piel macilenta y los ojos vacíos, incluidos los de mi primo, que miraba
al vacío sin casi reconocerme. Cuando monté mi caballo los hombres y las
bestias me siguieron, como si mi única voluntad los rigiera a todos.
Descubrí que la luz del sol me
hacía daño y que ningún alimento o bebida me calmaban, tres días de infierno
deambulando por los bosques parecían haber terminado cuando llegamos a un
pequeño asentamiento, poco más que una posada. Era terrible la sed que sentía…
me adelanté a mi oscura comitiva al pueblo, solo las bestias, perros y monturas
pudieron seguir mi paso.
Unos campesinos, montados en
caballos percherones y con aperos de labranza, se rieron de mí al verme con las
ropas destrozadas y la armadura media rota, una ira terrible se apoderó de mí y
los destrocé con mis propias manos ante la mirada impávida de mis hombres, al
terminar vi como mis antaño noble perros se comieron sus cuerpos desgarrados.
El horror se apoderó de mí y salí corriendo hacia la posada, donde una joven
camarera me abrió el paso pensando que me habían atacado e intentó ayudarme,
pero embriagado por el olor de su miedo y la compulsión de mi sed me lancé hacia ella como un asesino. Me alimenté de su sangre como un animal, así como
del resto de los habitantes que había en la posada, una vez saciado tras días
de privaciones caí en un letargo varias noches.
Cuando me levanté vi a los pies
de mi lecho de sangre a la mujer y a los labriegos que había asesinado, pero no
en cuerpo… sino en espíritu… almas destrozadas y retorcidas atadas al mundo
imposibilitados de salir de los círculos del mundo, sometidos y atados a mí por
toda la eternidad.
Al salir al exterior de la posada
vi el asentamiento destruido y mis antiguos camaradas de armas convertidos en
monstruos sin carne ni voluntad solo huesos, muerte y olvido. Ahí me di cuenta de
que me había convertido en un Monster der Nacht, einen Vampir, un Vampiro. Mi
único pensamiento fue el de vengarme del terrible ser que me había matado y
convertido en un monstruo. Partí con mi condenada hueste de muertos y espíritus
hacia al sur, escondiéndonos de las grandes ciudades en dirección de las
Tres torres.
En las colinas estériles encontré
a Gallows, un mago oscuro de barba manchada y sombrero remendado, habilidoso
con la nigromancia con un pequeño ejército de andrajosos esqueletos a su
servicio, frío remedo de un señor feudal. Le tomé a mi cargo y le ofrecí
protección contra los cazadores de brujas que le perseguían, a los que maté sin
piedad. Con ese ejército unido al mío la cautela se volvió imposible y tuvimos
que luchar para abrirnos paso, derrotando a las huestes del falso Emperador,
pero en el proceso me alejaron del suroeste y tuvimos que dirigirnos a
Sylvania.
Allí, mis primos lejanos habían
sido derrotados hacía unos pocos años y toda su fuerza destruida pero la tierra
era adecuada para los de mi raza, como si fuéramos uno con el alma del suelo
mismo. En ese lugar conocí y atraje a William Blutige, uno de los hechiceros
que habían servido a Manfred Von Carstein, era capaz de oler su desprecio hacia
a mí, pero era muy poderoso, gracias a la posesión de un libro de antigua hechicería
de Khemri, también pude convertirme en el amo de algunas de las criaturas de
Manfred, unos grandes monstruos voladores sedientos de sangre que se
arremolinaban a mi alrededor como los buitres siguen a los lobos o los cuervos
a los viejos dragones. No podía controlarlos en el fragor de la guerra, pero su
fuerza era inigualable.
20 años después de mi
transformación encontré a mi señor en las Tres torres, con sus otros caballeros
sanguinarios prestos a enfrentarme a mí. Me acerqué a él, desenvainé mi espada…
y me arrodillé ante él, como su siervo. Estuve siguiendo a mi señor durante 300
años desde ese día hasta el día hoy, convirtiéndome en su segundo al mando
luchando contra orcos, enanos e incluso las bestias del caos.
Hoy mi señor ha desaparecido, ha
oído la llamada de Abhorash, padre de mi Clan, sus hijos van a enfrentarse para
ver quien es el más digno. Yo he cogido mis fuerzas y me dirijo al norte… hacia
vuestro encuentro…
Dieter den Stolzen. Señor del
clan Dragón Sangriento.
Comandantes
- Señor del Clan Dragón Sangriento de nivel 3, con arma a dos manos, Anillo de las Tinieblas, Honor o Muerte y Libro Maldito
- Nigromante de nivel 2 con Pergamino de Dispersión y Talismán Negro
- Nigromante de nivel 2 con Libro de Arkhan
- 14 guerreros esqueleto con armadura ligera, escudo y grupo de mando completo
- 14 guerreros esqueleto con armadura ligera, escudo y grupo de mando completo
- 5 lobos espectrales
- 6 caballeros negros con barda, escudo y grupo de mando completo
- 5 espectros condenadores
- 20 guardias de los túmulos con escudo, grupo de mando completo y Estandarte de Guerra
- 3 vargheists
- Doncella espectral
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