¡Buenos días! Parece que Reik ha recuperado algo de tiempo para el hobby últimamente y tras su excursión mordheiniana (¿mordheinita?¿mordheimesa?) por aquí ha estado dándole a 40k. Hoy nos resume su último torneo en el que no todo es polvo.
Hola a todos simples mortales. Os escribo esta vez desde el
universo aburrido donde no hay vampiros (que no, que los ángeles sangrientos no
son vampiros ni los plagabundos son zombis de verdad).
El último sábado de abril tuve torneo de warhammer 40k y ahí
fuimos con los flamantes Mil Hijos liderados por Magnus en busca de alguna
victoria. El resto de tropas incluían un príncipe demonio (repitiendo cábalas),
Ahriman con 5 rúbricas, Amo Infernal con 5 rúbricas, Hechicero Exaltado con 10
rúbricas, hechicero exaltado en disco él solo, 10 tzaangors para el objetivo
propio, chamán tzaangor con 6 tzaangors arqueros en disco y una Mutalith.
Primera Ronda
La primera empezaba contra Guilliman y sus amigos, que
incluían a Marneus, dos vindicator y dos dreadnoughts ballistus sumado a otras
unidades para misionear. Lo que tiene la primera partida es que como la sabes
con días de antelación puedes pensar planes e intentar ajustarte más, algo que
hice y dio sus frutos. En un movimiento arriesgado llevé al chamán tzaangor y
al príncipe demonio a tirar mortales a Guilliman que murió y al tirar a 3+ para
resucitar sacó un 2. De un plumazo había quitado una baza importantísima para
él y el resto fue ir avanzando y arrasando. Una vez matado lo que más daño
podía hacer Magnus fue exterminando por la vida y las mortales que podía seguir
haciendo lo iban finiquitando. Iba tan de cara que, inevitablemente, mi
contrincante ya no veía la partida bien, como el momento de ir con unas motos
para intentar matar al exaltado en disco y no darse cuenta que el lanzallamas
del Amo Infernal podía destrozarlos, cosa que hizo. Al final, un 99-43 que me
lanzaba, inevitablemente, contra alguien que jugara mucho más que yo.
Segunda Ronda
Dicho y hecho. Me tocó contra caballeros imperiales al mando
de Canis Rex, varios caballeros pequeños, 10 hermanas de batalla en un
transporte (que le daba dividir la unidad) y una asesina callistus. Contra el
que los llevaba ya jugué una vez, creo que hace casi justo un año, y me pegó fuerte pero bueno, me veía mejor que en el anterior torneo así que había que
intentarlo, aunque la confrontación con caballeros se me hace difícil porque me
parece que no tengo suficiente potencia contra vehículos tochos.
Usé lo mismo que en la primera y la tercera, un enfoque
conservador para ir de a pocos y no sentí que me fuera mal. Nada más empezar
mandé a la unidad grande de rúbricas (que podía teletransportarse una vez) a
por la asesina para evitar que la usara para entrar por mi retaguardia y
puntuar. La unidad quedaba cerca de su zona y aguantando un objetivo y como
aguantaba bien, esperaba que pudiera contener hasta los refuerzos.
En general maté más de lo que pensaba que podía matar, y me
fue bien (las sensaciones fueron buenas) pero no puntué tanto y, sobre todo, no
evité que él puntuara. Quedando al final un 100 a 66 no parece que fuera tan
bien y, a toro pasado, habría hecho algunos cambios. Estuvo lastrado todo por
la presencia de Canis Rex, pero si hubiera lanzado un ataque de Magnus a por él
con algo de ayuda lo hubiera matado casi seguro. En fin, de todo se aprende.
Esto me mandaba a una mitad interesante para pasar a ronda tres tras el almuerzo.
Tercera Ronda
Me tocó contra un amigo de los recientemente hechos al volver
a warhammer y tenía ganas de enfrentarme a él, aunque tampoco era de los que
mejor me venía en un principio. La guardia imperial tiene muchos tanques, mucho
disparo y muchas unidades y yo iba con poquito (cañón de cristal que se suele
decir). Igualmente, parecía que podría estar interesante y vaya si lo estuvo.
A todo esto, llevaba una lista y una forma de jugar en la
que ser segundo para mí era mejor; pues sí, está claro, empecé en las tres
partidas.
Total, que la batalla empezó como un calco de la anterior,
mandando a los rúbricas al objetivo y arrasando de camino a los fantasmas de
Gaunt. Ahora sí que son fantasmas. Me enzarcé ahí con varios tanques y otras
cosas, pero aguanté bien. La unidad de diez con 4+ invulnerable es muy dura y
lo ataqué ahí. Sin embargo, el objetivo opuesto a ese era suyo y se lo pude
pelear poco, aunque algún susto se llevó. Hubo un momento que intentó hacer un
“todo a Magnus” pero le salió rana y sólo le quitó la mitad de sus heridas, el intercambio
fue regular para él y Magnus se erigió como una destrucción encarnada. Rascamos
puntos y miramos resultados y…perdí. 97-89.
Es de esas partidas que da igual perder. Da gusto haberla
jugado. Como decía mi contrincante, cuando ganas de mucho o pierdes de mucho no
te lo pasas tan bien como cuando la partida está tan disputada.
Y así se acabó el torneo, o casi. Luego hubo premios y me
llevé un vale y el premio al ejército mejor pintado. Que es gracioso porque
está muy bien pintado, pero no por mí XD yo lo compré así (la adquisición de
ese ejército bien valdría un post propio).
Algunas conclusiones que me llevé fueron:
- - Jugué mejor porque Magnus sobrevivió a las tres partidas y mató mucho. Lo usé bien y eso dice algo de mí.
- - El príncipe demonio lo quise meter, pero no cumplió con las expectativas. ¿Culpa mía o suya? Quizás de ambos.
- - El resto cumplió. Cosas no tan metas, como los tzaangors en disco en unidad grande y la grande de rúbricas con el teletransporte me fueron bastante bien.
- - Los tzaangors a pie no movieron en ninguna de las tres partidas, pero entre los puntos de cábala que pueden generar y controlar el objetivo de mi zona, cumplieron con lo que tenían que hacer.
Muy buen torneo, buena experiencia. Hacía seis meses que no
jugaba, pero no siento que me fuera mal. A por el siguiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario