lunes, 30 de diciembre de 2019

[INFORME/OPINIÓN] El 5º Torneo Internacional Corredores de Sombras de Enric (Parte 2)

Muy buenas estrategas. Os hago esperar entre entrega y entrega, pero todavía no hemos acabado con el 5º Torneo Internacional Corredores de Sombras. Ya vimos la primera ronda de Enric, tras conocer su trasfondo y lista, pero ahora toca tomar asiento y ver qué le pasó a sus chicas en la segunda...




¡Muy buenas de nuevo! Aquí el penúltimo artículo sobre el 5o Torneo de Corredores de Sombras. En el anterior comenté la primera partida, y en este, de manera más resumida, explicaré un poco que tal la segunda. Este artículo va a ser algo más corto, puesto que, entre que va pasando el tiempo, y que no tengo fotos del despliegue y demás, se me van olvidando las cosas (movimientos concretos, etc). Así que no será lo guay que debería ser, pero, como todo lo que sea ver ejércitos pintados y como se portan mola, pues adelante:

Posando después de la partida para las fotos

Partida 02 vs Reinos Ogros

Aún medio atontado por la tunda de la primera partida, pasé a la mesa 17 a por más guerra. En este escenario, el despliegue se efectuaba en diagonal, a 45cm el uno del otro (en lugar de los 60cm habituales), y el general, y 2 personajes/unidades con estandarte daban puntos extra.

En esta ocasión me enfrenté a los ogros de Jordán, que jugaba como “extra” de la organización dado que éramos impares. En el último torneo sus ogros y los nigromantes de Víctor nos habían dado una buena tunda a los lagartos de mi hermano y a mis goblins (de hecho no sobrevivió ni un solo goblin). Ni siquiera pudieron huir por algún borde de la mesa. Todos muertos o atrapados :O , ¡Así que merecían ser vengados! La parte positiva es que, como llevo años jugando con ogros, me los conozco mejor que los no muertos, así que sabía que esperar de ellos. La segunda parte positiva es que Jordán solo llevaba un mago… así que podía respirar tranquilo sabiendo que no aparecerían unidades nuevas cada turno por todos lados XD. Pero visto eso… lo que más miedo me dio fue el escenario: glupss, ¿45cm de separación? Estos se me comen rapidísimo XD

La horda ogra

La lista de Jordán era algo así como:

-Déspota con maza ablandacarnes (arma a dos manos que hace 1d3 heridas múltiples), y algún objeto defensivo mágico en unidad de 3 comehombres (el resto de objetos defensivos no los recuerdo)
-Matón portaestandarte de batalla en unidad de 3 tripasduras
-Matarife suelto (con 1 o 2 pergaminos, no lo recuerdo de memoria)
-3 ogros toro
-20 gnoblars
-5 tigres
-2 x escupehierros
-3 Ogros en Dientemartirio

Consideraciones

Lo primero que vi de la lista me gustó: Jordán había concentrado su poder de ataque en 3 unidades muy dañinas, especialmente la del déspota en la unidad de 3 comehombres. Si hubiera llevado un ejército de combate (caos, orcos, skavens, etc) yo lo hubiera pasado muy mal… pero siendo mi ejército especialista en cazar unidades sueltas mientras atonto al resto, esto me venía muy bien. Sobre todo teniendo solo un mago para intentar dispersar mis hechizos.

El resto del ejército, por tanto, era pequeño, y tenía pocos apoyos para evitar que le rodeara. Si no era cargado y derrotado en los primeros turnos, podría rodearle a gusto (si todo salía bien).

Lo segundo que vi me hizo pasar mucho miedo: 2 escupehierros, cuyos cañonazos hacen 1d6 heridas múltiples, miraban a mi Guardiana de los Secretos lascivamente… y no en el buen sentido. Tenía pocos sitios donde cubrirme (por el despliegue en diagonal, y tras haber perdido la tirada para elegir sitio, los elementos de escenografía me quedaban muy mal puestos para cubrirme). Tenía que elegir entre desplegar a la Guardiana muy muy atrás en un bosque alejado, y que se pasara los primeros turnos avanzando (y sin rango para lanzar magia), o colocarla delante, sabiendo que gracias a la magia podía aturdir a uno de ellos, y que tenían que ser mis objetivos principales. Contra un ejército lento me habría quedado atrás… pero aquellos ogros tenían que ser detenidos antes de que llegaran, y necesitaría que la Guardiana hiciera de las suyas desde el primer turno. Así que me iba a arriesgar, esperando que los tiros en diagonal que hacen difícil calibrar distancias, y la especial de 5+, me diera una alegría.

Despliegue

Como extrañamente mi ejército de élite tenía más unidades que mi rival pude “verlas venir”, desplegando furias y brujos fuegoletal al principio, algo atrás, sin revelar nada realmente, dada su movilidad. Después desplegué los guerreros elfos, también hacia atrás (no iba a dejar que me cargara a lo loco), creando por fin una “unidad tangible” a la que mi rival quisiera hacer frente, para que empezara a desplegar sus unidades potentes.

Al final, Jordán concentró su ejército en el centro y en el flanco derecho, dejando el izquierdo más débil como contención (una estrategia muy válida en ogros, donde al tener tan pocas unidades, pero rápidas y contundentes se puede abandonar un flanco para potenciar el centro. Si hacen una ruptura de centro, qué más da que yo esté intentando rodearle por un flanco… si él estará detrás de mis líneas ya.

En el flanco izquierdo quedaron enfrentadas (más o menos… que rabia no tener fotos para recordarlo del todo, y sobretodo porque el área de despliegue es triangular), las furias, las diablillas montadas, las Iniciadas, las sombras, y la Guardiana de los Secretos; contra sus tigres, los ogros toros y un escupehierros.

En el centro, tirando hacia la derecha, solo tenía los brujos fuegoletal, los bárbaros, y los guerreros elfos con la hechicera, mientras él tenía a su superunidad del general con comehombres, el matarife, unos gnoblars, y el otro escupehierros.

Y en el flanco derecho mis gélidos y el lanzavirotes se enfrentaban a su otra unidad grande, del matón con tripasduras, y los dientemartirio.

Viéndolo en perspectiva, de manera distinta, ambos éramos dos ejércitos muy móviles y contundentes, y habíamos colocado “todo el peso” en una mitad, dejando la otra medio abandonada. El primero que consiguiera acabar con la mitad débil del adversario podría rodear al ejército principal del otro y ganar la partida (Esto lo he pensado desde casa. En el momento de la partida yo solo pensaba en los escupehierros amenazantes y en cómo acabar con ellos, y en evitar que la superunidad del déspota me hiciera picadillo).

¡Ah! Y en hechizos me salió bien la jugada. Con la Guardiana me salieron el proyectil mágico, y los 3 hechizos “guays” (Tormento Lujurioso, Deseos inalcanzables y Espasmos cautivadores) aunque esta vez lanzar furia asesina no sería tan útil contra ogros, dado que aún los hace más dañinos y elimina su punto débil: el pánico. Con la hechicera, aparte del proyectil me salió tortura deleitable, con la que podría obligar a su general a atacar a sus tropas, y en este ejército sí que era muy jugoso.

Nota de Cordo: Y con arma de heridas múltiples, ese general telita...



Primer turno ogro

Recé a Slaanesh y al panteón Druchii para empezar primero, pero los Dioses no estaban por la labor, y Jordán empezó lanzando todo hacia delante. Lo que más le preocupaba eran mis caballerías, ya que los ogros a la carga son temibles, pero aguantan poco. En el flanco derecho calculó que mis gélidos no tenían opción contra sus tripasduras, y en el izquierdo, sabiendo que mis diablillas mueven 50, sacrificó sus tigres para que al menos mis diablillas se alejaran del combate. El resto se acercó, demasiado rápido para mi gusto.

En la fase de magia, normalmente los ogros son engañosos. Aunque lleves poca, el poder lanzar cada hechizo con un solo dado y poder lanzarlos todos, implica que, si no te tiembla la mano y sacas 3+ en tus tiradas, tu rival va a ir perdiendo dados de dispersión muy rápidamente (lanzas un dado y sacas un 5-6 … tu rival ya tiene que gastarse 2 dados para asegurar, etc). Pero en mi caso, Jordán tenía 4 dados y yo 6, así que pude dispersar sin problemas (seguiría así el resto de fases de magia. En algún momento que me vi apurado gasté el pergamino, pero no recuerdo el momento concreto).

La de disparo fue más peliaguda. Con una precisión brutal, ya que habíamos empezado en diagonal, con mi guardiana retirada, Jordán tenía que triangular sus cañones sin las referencias habituales (hemos empezado a 60, así que…), y uno de ellos estaba lejos y en un ángulo difícil. “Ua, al igual acierta” Pensé. Se va a quedar corto… yo habría dicho 20cm más por lo menos” ¡Pero clavó las dos estimaciones! ¡Pam! Directas al centro de la peana de la Guardiana el primer disparo, y justo delante el segundo. Menudo dominio de las distancias. Yo que soy capaz de no acertar ni una pedrada del lanzapiedros XD. Mientras Jordán se reía como un ogro Sueltafuegos tras hacer explotar a su gnoblar, yo tenía un sudor frío pensando como demonios iba a aguantar la partida sin magia y con 600 pts menos….Pero Slaanesh finalmente me debió oir, dado que en uno de los alcances sacó un 25, y la bala se fue a Acapulco, y en la otra, que entró e hirió, en heridas múltiples sacó un miserable 1. ¡Pffffiuuu! Había estado muy cerca. Tenía que acabar con esos bichos como fuera.

Primer turno Elfos Oscuros

No las tenía todas con los gélidos. Pensaba que Jordán los desplegaría más hacia al centro para no dejar el centroizquierda tan abandonado y me salió el tiro por la culata (aunque le quedó el flanco izquierdo muy despoblado). Al ser despliegue en diagonal no tenía mucho espacio para maniobrar o retirarme, así que cargué a lo loco a la unidad de tripasduras a ver si había suerte y los debilitaba antes de que me masacraran. Lo usé también como medida de chantaje. Me daban mucho miedo los escupehierros, y si no los paraba rápido, me iban a dar la del pulpo. Si lanzaba tormento lujurioso (furia asesina) a los caballeros podría hacer un estropicio de tripasduras, así que Jordán tendría que intentar dispersarlo, y entonces era más probable que los deseos inalcancables o los espasmos cautivadores entraran y que los escupehierros no pudieran disparar.

La Guardiana tira hacia delante buscando acabar con esos cañones de las narices, sin importarle que los bárbaros vayan a morir por ella.

En el flanco derecho, los guerreros se retiraron (no habían venido a luchar, sino a proteger a su ama), y los bárbaros hicieron como los tigres ogros: intentar marear al déspota y sus comehombres.

En el flanco izquierdo, las diablillas cargaron a los tigres, y sacrifiqué a las furias poniéndolas delante de los toros, y acercando las iniciadas para hacer una contracarga. La guardiana de los Secretos se lanzó lo más rápido posible hasta el escupehierros.

En la fase de magia hice la jugada del chantaje, empezando por lanzar tormento lujurioso a los gélidos con 2 dados, pero Jordán decidió arriesgarse, y dejarlo pasar. Prefirió dispersar la Tortura deleitable, para que el déspota (que hacía 1d3 heridas) no hiciera una escabechina de ogros. Así que conseguí la furia asesina, y pude lanzar los dos hechizos de “atontar escupehierros”. En uno de ellos gastó el pergamino, pero el otro había quedado atontolado a merced de mi Guardiana, muajajaja. Los Brujos Fuegoletal pudieron por fin lanzar un hechizo, pero creo que solo hice 3 impactos en 2d6 y solo conseguí herir a un comehombres.

En la fase de disparo, las sombras no hicieron nada (las desplegué muy mal porque no había sitio donde dejarlas XD), y el lanzavirotes hizo alguna herida suelta a los dientemartirio.

En combate, las diablillas hicieron huir a los perretes y los persiguieron bien lejos, pero los gélidos, con sus 10 ataques de HA5 y F5, y 5 ataques de F4, que yo creía que destrozarían la unidad tuvieron el síndrome de la lanza de papel y solo consiguieron hacer las 3 heridas a un ogro. En la réplica, dos gélidos murieron… pero igualmente gané el combate por poco. Gracias al porta de batalla, se mantuvieron… pero ya no tendría más la fuerza de la carga. El karma les había llegado.

Turno 2 ogro

El turno empezó con Jordan cargando a mis dos “sacrificios”: las furias y los bárbaros, que aguantaron y pasaron el miedo. En el centro reposicionó el escupehierros que no había quedado “atontado lascivamente” para disparar a mi guardiana, y maniobró con los gnoblars y el matarife en el centro, para ofrecer apoyos más adelante. En el flanco derecho, avanzó con los dientemartirio, dejándolos posicionados para cargar al siguiente turno al lanzavirotes o a los gélidos, si hacía falta.
Tras una fase de magia poco exitosa, vino la esperada fase de disparo (y seguramente su última oportunidad de disparar a la Guardiana), pero el cañón decidió sacar un 5 extra en distancia, quedarse a pocos cm delante de la guardiana…y no rebotar. Ambos miramos la tirada con ojos como platos… con pensamientos muy distintos por dentro.

En la fase de combate, en cambio, se quedó a gusto: los dos cebos cayeron, al igual que los gélidos, que tras perder su empuje fueron destrozados hasta el último de ellos.

Los toros están a punto de recibir muy fuerte...

Turno 2 Elfo Oscuro

Las furias habían estado útiles: gracias a ellas pude cargar con las iniciadas a los toros (y recibiendo carga, no tenían muchas opciones de supervivencia). La Guardiana cargó al Escupehierros “atontado”, que falló el miedo y huyó, pero fue alcanzado y devorado. ¡Solo quedaba uno!

Cargas aparte, las diablillas montadas se hicieron un sprint para acercarse al otro Escupehierros y cargarlo el turno siguiente, mientras los guerreros elfos siguieron retirándose, para que el matón y los tripasduras tuvieran más difícil cargarles el próximo turno… aunque,  por si acaso, la hechicera se largó abandonándolos a su suerte.

Lo mejor estaba por llegar. En la fase de magia, Jordán volvió a priorizar el dispersar la Tortura Deleitable para que el Déspota no masacrara a su unidad con el segundo pergamino (si lo tenía, que no lo recuerdo. Sino, a dados), y debió fallar sus tiradas de dispersión, porque el escupehierros quedó atontado, y pude lanzarle Deseos Inalcanzables a la unidad del Déspota: el próximo turno, irían en busca del banquete perdido, alejándose del combate.

En la fase de disparo, por fin el lanzavirotes acabó con un dientemartirio… y Jordán falló el pánico, con lo que dieron media vuelta y corrieron hacia donde habían empezado.

Y, como era de esperar, en la fase de combate las Iniciadas y la Guardiana hicieron su trabajo, acabando con el escupehierros.

Siguientes turnos…

La partida quedó decidida en ese momento: mi flanco izquierdo había acabado su trabajo, y las tropas se acercaban a rodear a los ogros, que habían quedado separados y poco podían hacer para evitar ser rodeados (los comehombres perseguían gamusinos imaginarios, mientras el escupehierros babeaba esperando ser cargado el siguiente turno. Los dientemartirio se reagruparon, y “útiles”, solo quedaba el matón con los tripasduras, que se dirigió hacia el centro para evitar que la guardiana les sorprendiera por la retaguardia. El matarife y los gnoblars hicieron lo propio, pero, sin coordinación, eran pocas unidades).

En mi turno, las diablillas cargaron al escupehierros y lo destrozaron, mientras la Guardiana fue a por el matarife, acabando con él también. Ni siquiera intenté cargar al flanco de los comehombres con los guerreros, dado que estos son tozudos y podían darme una desagradable sorpresa.

Cobardemente, preferí diezmarlos en la fase de magia, donde Jordán, agotados ya los pergaminos, no podía detener todos mis hechizos. Teniendo que dispersar la Tortura Deleitable sí o sí (5 ataques del Déspota, impactando a 3+ e hiriendo a 2+ con F7, y heridas múltiples 1d3 …. Podía reventar la unidad entera de comehombres), los Brujos Fuegoletal y los proyectiles mágicos hicieron de las suyas, mientras dejaba atontada a la unidad del matón. El lanzavirotes mató a otro dientemartirio, haciéndole volver a fallar el pánico, y que huyera otra vez, esta vez fuera del tablero.

En su turno, intentó reagrupar tropas para cargar al turno siguiente, pero finalmente, el matón y los tripasduras, cargados por un flanco por las diablillas montadas y por el frente por la Guardiana, sucumbieron… mientras el déspota y los comehombres caían entre disparos y magia. En ese momento solo quedaban los gnoblars en pie y un par de turnos aún por delante, así que ya no quedaba nada más por hacer: Jezzailado a mi favor.


Conclusión:

Gracias gracias gracias al Dios de los dados de rebote del cañón. Esa potra me dio la partida, porque sin la mala suerte en los dados bipolares, seguramente la Guardiana habría caído el primer turno o el segundo ante la excelente estimación de Jordán. Y, sin la magia de mi parte para atontarle sus poderosas pero escasas unidades, el resultado habría sido muy distinto. Una de esas victorias que te dejan un regusto amargo, porque sabes que no has ganado por ser un buen general, sino por el “piedra papel tijera” de las listas, donde la mía tenía ventaja sobre la suya en movilidad y magia (y ante pocas unidades de muchos puntos) y pude ir “haciendo el sucio al estilo druchii”… y por esos cañonazos erráticos. ¡Vigilad con esos cañones si os los encontráis!

La parte buena de acabar la partida en el turno 4 fue poder disfrutar de ver las distintas partidas con calma: los hombres lagarto de mi hermano y los orcos salvajes de Emin dándose duro, los Strigoi de Jordi (ver el informe de batalla de Machotez de Grimgor) pasándolas canutas contra el mismísimo Mathy, e incluso un poco a Cordo y sus skavens contra hombres lagarto. Ir como espectador a un torneo tiene que ser muy interesante también.


Y hasta aquí el reporte de hoy. Siento que haya tan pocas fotos… pero es que se me olvidó totalmente. (Las pocas que aparecen son fotos de otras fuentes, recopiladas por whatsaap)



2 comentarios:

  1. Gracias por la crónica. Muy interesante. Al contrario que la partida anterior, si no aseguraba el escenario el jugador ogro en 2 turnos lo tenía más difícil. La diosa fortuna es caprichosa.

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  2. Noooo, yo iba con goblins silvanos comandados por la gran shaman Gretaz Zumberg, los orcos salvajes se apuntaron a la fiesta para participar del festival 🐗😈, pero no tenian ni voz ni voto en la toma de decisiones ni podían entrar en la tienda de cuartel general http://www.leyendasenminiatura.com/2019/11/escalada-de-los-lectores-la-escalada-de_7.html?m=1

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