lunes, 13 de mayo de 2024

[Warhammer 40.000] Un problema de cucarachas

 ¡A los buenos días! Parece que por estas tierras, lo de probar juegos y ediciones añejas nos va bastante, y aprovechando que el Jefe Orko ha cogido carrerilla en esto de pasarnos material, le hemos engañado para que comparta con nosotros su experiencia echando una partida de Warhammer 40k...¡a su Segunda Edición! Aunque igual os duele saber que no llevaba Orkos, sino Tiránidos. Pero mejor os dejo con su transmisión.



¡Saludos a tod@s!
Puesto que no solo de WH Fantasy vive el hombre, en esta ocasión os escribo para contaros mi experiencia en mi primer acercamiento a WH40k, despues de más de 30 años.

Haciendo un poco de restropectiva, WH40k fue  uno de mis primeros acercamientos a los wargames, y en donde cuando era un chaval, en los tiempos del instituto o antes, me juntaba con mis amiguetes para jugar después de clase.

Desde hace algún tiempo, tengo como proyecto personal retomar aquel WH40k del que guardo un gran recuerdo.

Así pues ni cortos ni perezosos, mi colega Lutxo y yo, nos juntamos para jugar y probar nuestra primera demo nada más y nada menos que a la 2da edición del juego (la primera en caja, después de la Rogue Trader), pues era la que yo por entonces usaba. Es verdad que aquella edición hacia aguas por algunos sitios, pero por aquel entonces no existía el rollo competitivo extremo en el que se ha convertido la última de WH40k, algo que rehúyo completamente, pues mi prioridad es jugar hoy en día para divertirme y no formar parte de ninguna Champions League, o Bruce Leage o Brocoleague o como coño queráis llamarlo.

Hicimos los deberes previos, nos dimos un repaso a las reglas y a los codex de las facciones que íbamos a usar, y nos pusimos a ello. Bajo mi punto de vista, Lutxo es un jugador apasionado y experto de WH40k (aparte de una gran amigo con el que da gusto jugar a lo que sea), pues lleva jugando al juego desde esta edición hasta la actual en el día de hoy, lo conoce como nadie. Así pues, para probar el juego (que esa era la intención), además jugamos listas abiertas a pocos puntos (1032) y sin la fase psíquica para no complicarlo demasiado. Estas son las listas que empleamos:

Marines Espaciales (Lutxo):
Todos sus marines, a excepción de los exterminadores (de bichos), llevaban de base el siguiente equipo.
Servoarmadura, pistola bólter, granadas de fragmentación y perforantes.

  • Capitán: Granadas fotónicas, rifle de fusión y puño de combate.
  • Tecnomarine (Bill el chapas): Granadas fotónicas y rifle de fusión.
  • Escuadra de 10 marines veteranos: Sargento Veterano con rifle de fusión 8 Bólters, Rifle de Fusión y Bólter Pesado.
  • Escuadra de 5 exterminadores: 4 puños de combate, espada de potencia, 5 bólters de asalto y 1 cañón de asalto.
  • 1 Landspeeder: Cañón multifundidor y Lanzallamas Pesado.





Tiránidos (Pablo-Jefe Orko):
  • 1 Señor de la Progenie: Campo Voltaico, exoesqueleto endurecido y glándulas de Veneno. (En esta edición este personaje no existía, el único posible y obligatorio era un tirano de enjambre, demasiado palćuerpo en los puntos que jugábamos. Decidimos usar como comandante de mi fuerza el perfil de patriarca genestealer, aplicarle la regla mente enjambre y la posibilidad de ponerle hasta 3 biomorfos. Fácil de adaptar e ideal para jugar pocos puntos).
  • 1 Lictor: Campo Voltaico, Garras Afiladas (además de todo su arsenal y reglas que trae de base que son la ooossstia, o eso pensaba hasta que lo jugué).
  • 3 Guerreros Tiránidos: Espada Ósea y Látigo Orgánico, con Exoesqueleto Endurecido.
  • 3 Guerreros Tiránidos: 2 Devoradores,1 Cañón de Veneno, con Caparazón Endurecido.
  • 6 Genestealers.
  • 15 Termagantes: Perforacarnes.
  • 16 Hormagantes.









Para jugar la partida, decidimos también dejar a un lado las cartas de estrategia para los marines y la regla especial de los tiránidos en donde hay que tirar una serie de eventos y mierdas varias que le pueden pasar a cada escuadra y personaje enemigo por tocar los webs de la Mente Enjambre. Mi compañero en una lista inicial mía me corrigió pues me envalentoné y sacaba 2 lictors, así pues decidí hacerle caso para que el juego tuviera algo de emoción.

Pues con todo listo, el campo de batalla preparado y el miedo de Lutxo en el cuerpo (según el, su ejército no iba a tener ninguna posibilidad frente al mío) nos pusimos a la partida. En principio mi lista era bastante más dura que la suya, pues yo me había gastado 100 o más puntos en biomorfos y él no llevaba ni una sola carta de wargear.








Y la cosa no fue como yo esperaba...no en cuanto a resultado sino en cuento a sensaciones.
En esta edición, los marines espaciales armados con bólters y bólters de asalto si no mueven disparan 2 veces.
Todos los marines de mi compañero con HP5 impactan de base a 2+, y teniendo en cuenta que los bólters de todo tipo a 30cm o menos tienen un +1 a impactar, que los terminators van con apuntadores de base, que es otro +1 a impactar, por mucho que uno se oculte te están metiendo plomo en el cuerpo práticamente siempre.
La táctica de los marines estaba clara, atrincherarse atrás y brear a todo lo que se mueva, y cuando estén lo suficientemente cerca usar los rifles de fusión para abrir un culo nuevo a aquello que aún siga vivo.

Eso de avanzar y esconderse es jodido de cojones, a parte de que con tantos bonos positivos sirve de poco, salvo para ir más despacio e intentar zurrar un poco a los hijos del emperador. La mesa en un principio parecía que estaba bien de elementos de esceno, pero cuando el tableteo de los bólters empieza a sonar, ¡¡¡coño es que te ve todo dios!!!








Pero lo que nos desbarató el juego fue la regla que impide que un vehículo gravitatorio pueda ser atacado en cuerpo a cuerpo. Tuve al landspeer destrozando a los muchachos de la gran cucaracha sin hacer nada con 2 pedazos de armas pesadas toda la partida sin capacidad de respuesta. Miramos las reglas varias veces pues no nos parecía lógico, pero era así. Cojonudo, todo un mar de garras deseando devorar a la mosca cojonera esa que no hace nada más que soltar fuego y no puedo.


Llegó a darse la situación que mi horda de "evolucionadas criaturas" pasaba por debajo del landspeeder corriendo hacia la nada mientras llovía fuego sobre sus cabezas.
Total que prácticamente en el turno 3 la cosa estaba resuelta, salvo por el Lictor infiltrado que consiguió acabar con 2 marines tácticos y 2 exterminadores antes de que le convirtieran en zumo de gomivalla.




Me fui con la sensación de haber puesto las minis en la mesa y haberlas retirado y ya está, sin la posibilidad real de crear ningún tipo de amenaza en ningún momento sobre mi adversario. Y no me gustó claro...

No obstante, era una prueba, y no tiramos la toalla. Aparte de lo que os cuento, yo no estoy relacionado con este tipo de juegos y se aprende a base de prueba error, pues cometí muchos fallos a la hora de plantear como emplear a mis tiránidos. Lutxo y yo estamos trabajando en algunas mejoras y cambios de andar por casa para que el juego en ese sentido este más equilibrado o al menos haya una oportunidad real de poder hacer algo claro.







Por hoy se despide este corresponsal de la guerra galáctica. NO olvidéis llevar Cucal (eficacia probada) en vuestras próxima partida contra tiránidos (véase un landspeer con multifundidor).

Jefe Orko

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