jueves, 2 de febrero de 2023

Crónicas de un pielverde (en el IV Torneo Leyendas en Miniatura)

 ¡Buenos días! Como esta semana no os he dado listas del IV Torneo Leyendas en Miniatura, vamos a aprovechar para publicar otro de los artículos relacionados con el evento, en este caso una colaboración de Palín, que acudió al torneo con una "pequeña" horda pielverde y nos cuenta la experiencia. ¡Whaaaagh!



Muy buenas a todos. Aquí Palín, Zeñor de los Orkoz de Kolina Kuerno.

Os escribo mi experiencia como participante en el primer torneo de LEM en el que he acudido en este caso su IV edición. Una vez más aprovecho para felicitar por el desarrollo del evento a todos los organizadores. Fue una auténtica pasada.

Y sin más dilación me meto de lleno en el tema.

Para mí esta era la primera de vez que participaba en un torneo de este estilo y sabía de antemano que me iba a enfrentar a personas con un nivel muy alto de juego.

Yo soy un veterano en Warhammer, cuento con varios ejércitos terminados y a mis 44 palos he visto como con el paso de los años ha ido evolucionando el juego. Tradicionalmente he sido siempre un jugador Conde Vampiro, siendo el ejército con el que más experiencia tengo jugando. Pero si uno quiere pasárselo realmente bien (sabiendo que los planes te salen 1 de cada 3 veces) no hay duda de con qué hay que jugar: orcos y goblins. El comportamiento y deportividad de mis 3 rivales fueron impecables. Disfruté mucho de las 3 partidas jugadas, así que gracias a los 3 pues la experiencia ha sido tan buena gracias a vosotros también: TitoMC, Juan Carlos y Jous. Sois unos cracks.

Puesto que como os digo era la primera vez que iba a un torneo, mi intención era ir a pasarlo bien y conocer gente, no a ganar nada (vale, lo iba a dar todo en cada ronda eso está claro, pero con pielesverdes y mi suerte en los dados era imposible). Así que me puse manos a la obra a la hora de realizar mi lista.

Tenía claro que iba a ser una lista sencilla y de fácil manejo, donde no se te olvida nada por usar. Prefiero eso a listas muy complicadas o afiladas con muchos objetos mágicos y muchas cosas concretas, en donde se le van a uno los puntos y luego no rentan en la partida. Sabía que mis rivales iban a llevar magia a punta pala (para muestra un botón de las listas que se presentaron, más de la mitad de la gente con altos elfos, condes vampiros y reyes funerarios, agüita pal burro vamos). Así que yo no iba a ser menos: Mi primera opción iba ser un comandante gran chamán goblin nocturno de N4 (por aquello de las setas) apoyado por un chaman de N2. Esto condicionaba que mi general fuese un gran jefe orco con L8, que era aceptable dentro de lo bajo del L de pielesverdes.



La siguiente opción era tratar de superar en unidades a mi rival, que viera todo lo que desplegara y solo de verlo le entraran sudores fríos.






Y por último unos buenos monstruos que no me suelen dar malos resultados y suelen ser muy divertidos de jugar.






A continuación os detallo mi lista sin entrar en los puntos:

  • Gran Chamán Goblin Nocturno N4, con Bastón rugozo de Buzgob.
  • Chaman Goblin Nocturno N2, con Pergamino de dispersión.
  • Gran Jefe Orco Negro, con rebanadora, escudo, a.pesada y arma a 2 manos.
  • Gran jefe orco salvaje, con jabalí, pintura de guerra, escudo y Pinchapuerkos de Porko.
  • 2 peñas de 25 goblins nocturnos, con escudo, grupo de mando y 3 fanáticos.
  • 2 peñas de 20 guerreros orcos, con escudo, a.ligera, rebañadora y grupo de mando.
  • 5 Jinetes de araña goblins, con escudo, lanza y músico.
  • 5 Jinetes de lobo goblin, con escudo, lanza y músico.
  • 9 Jinetes de jabalíes orcos salvajes, con lanza, escudo, arma de mano, grupo de mando y Estandarte de guerra.
  • 1 Gigante.
  • 2 Garrapatos despachurradores.
  • 1 Carro de jabalíes orcos con lanzas y cuchillas en las ruedas.




Bueno, y una vez listos mis muchachos vamos con las rondas. Para no aburriros voy a intentar hacer un resumen general de cada una. En cada una de ellas, antes de empezar, mis rivales y yo aclaramos dudas sobre escenografía y sobre posibles tropas que no se conocían. Ninguno de ellos sabía nada de los garrapatos despachurradores, y cuando les conté lo que hacían pensaban que estaba de coña, jejejeje.

PRIMERA RONDA: Contra El Imperio de TitoMC.



Este era el escenario de captura de objetivos, y tras desplegar yo y mi oponente dije “bien, un clásico relativamente fácil de jugar y ganar”. Nada más lejos de la realidad.

TitoMC llevaba un ejército chulísimo de tropas de disparo apoyado por su elector en grifo y 2 unidades de pesadas de infantería, una de ellas tozuda, los grandes espaderos.

Ni corteses ni valientes, mis orcos avanzaron (a duras penas los cabrones porque la animosidad empezó a hacer de las suyas), sabiendo que me iba a llover de todo. Poco a poco me hice con mi flanco izquierdo, donde no estaba mi objetivo, mientras que TitoMC se hacía con el derecho donde sí estaba el suyo. Las cosas se empezaron a torcer cuando los herreruelos imperiales acabaron con mi gran chamán (ya sé porque Cordo adora esta unidad). Siguiendo con la serie de inevitables desdichas, a mi unidad del general le estalló en la cara el cañón del salvas comiéndose 30 impactos automáticos (¿por esto no dan premio? Seguro que soy el único del torneo que lo ha conseguido…) dejando solo un rastro de humareda de lo que antes eran 20 orcos y un tosco de gran jefe orco negro cabreao con ganas de sacudir. Mi carro de jabalíes se estrello contra 5 caballeros y apenas hizo un carajo. Mis despachurradores eran lentos no, cojos los desgraciaos, y se convirtieron en dianas de un montón de tiros antes de llegar a hacer nada. Y mis salvajes en jabalíes, se fueron a parla persiguiendo a unos fusileros, quedándose en terreno difícil cuando se hartaron de correr, lo que les impidió volver a la pomada donde más hacían falta y conseguir mi objetivo. Seguro que TitoMC se acuerda de muchas otras cosas más que me salieron fatal.

Así pues, masacre a favor de Tito, que consiguió neutralizar todas mis amenazas mientras avanzaba y conseguir el objetivo y cuadrantes en el último turno.



SEGUNDA RONDA: Contra los Skaven de Juan Carlos.



En esta ocasión jugábamos el escenario de las múltiples tareas a conseguir. La mesa de juego como un elemento más, en esta ocasión fue un factor que creo que en este batalla estaba más a mi favor. En todo el centro había una gran colina lo que a priori bloqueaba la línea de visión de ambos.

La batalla comienza y empiezo a sufrir la tormenta mágica de mi adversario. Un vidente gris y 2 ingenieros con objetos portahechizos pueden haceros llover de todo. De hecho, Juan Carlos consiguió el objetivo de lanzar 6 hechizos en la batalla. Pero gracias mis chamanes, conseguí aguantar hasta llevar al cuerpo a cuerpo y zurrar bien a las ratas.



En esta ocasión los planes salieron bien, como los de Anibal Smith: las animosidades no fallaron, un garrapato despachurrador en el flanco izquierdo mío causó estragos destrozando monjes y portadores de la plaga, y mi caballería de salvajes en jabalí cargó por flanco derecho a una de las unidades más débiles de los skaven, haciendo que por ahí la líneas de batalla skaven se rompieran.

Esta batalla por el tiempo de juego fue a 4 turnos, en donde no digo yo que si hubiésemos jugado a 6 turnos las cosas hubieran ido de otra manera.

Conseguí 3 de las 6 tareas a realizar: Todos los personajes vivos, arrasar y destruir unidad en persecución, carga por flanco de unidad anulando filas.

Batalla decisiva, luego ni tan mal, oye.



3 RONDA: Contra El Imperio de Jous.



En la batalla del despliegue total, como yo la llamo, me tocó desplegar todo y empezar con todo. De nuevo Imperio, así que lección aprendida de la ronda 1. Dos Unidades de herreruelos esta vez, que no tardé en destruir con magia, no vaya a ser. Me viene tan arriba con la magia que en un atracón de setas, mi gran chamán disfuncionó al tomarse la segunda seta volviéndose estúpido sin poder tirar más hechizos y dando bandazos como un fanático.  Un festival también vamos, como en ronda 1, que Josu remató con la magia matando al chamán cuando este se metió en un bosque.

Otro cañón de Salvas, vaya. Un gran cañón, revaaaaya.

Aquí fueron determinantes las animosidades. Un gran bosque dividía mi zona de despliegue en dos, luego allí decidí poner a los jinetes de araña para atravesarlo rápidamente. 3 Animosidades seguidas fallidas con esta unidad…¡¡¡3!!! (¿por esto no dan premio tan poco?). Mis salvajes igualmente en turno de carga fallan la animosidad y a tomar viento con el cañón de salvas. El gran cañón de Jous donde ponía el ojo ponía la bala. Mi gigante mediocre…Non-ti-preocupare…

En mi flanco derecho fue donde más daño causé, pero lamentablemente fue parcial: no conseguí acabar con unidad de caballería de 8, dejando sólo y libre como el viento a un triste caballero. Dañé el cañón de salvas pero nada más.

En el flanco izquierdo mis fanáticos causaron tal lío que Jous decidió ser conservador y no arriesgarse a cargar (no sé si llegó alguno a una unidad al soltarlos, ahora no lo recuerdo), pero llegó a ser un problema serio hasta para mí, teniendo que llegar a atravesar a varios fanáticos si quería zurrar al contrario… Así pasó, que las tropas enemigas empezaron a recular, en un gesto “harto cobarde”, pero tremendamente táctico.



Mientras, un grifo y su gran mago caían en mi retaguardia con la intención de que saliera huyendo por patas de ellos a causa del terror. Menos mal que aguanté pues si no me hubiese visto obligado a huir sobre los fanáticos.

Como veis otros 5 turnos de desdichas y risas. La cosa quedó en derrota decisiva, y la sensación de haberlo intentado al menos.

Y esto fue todo amigos. Tres batallas muy dispares y muy divertidas, en la línea de los orcos y goblins.

Un saludo a todos y gracias LEM por haber publicado estas líneas en su blog.

Nota de Cordo: ¡A ti kompañero verde!

Nos vemos en la próxima.

Palín

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