Hace unos días pudimos disfrutar de la entrada de escalada de Alith Anarr, que durante estos últimos 6 meses nos ha enseñado como su ejército caótico consagrado a Malal nacía y crecía (sin hacer mucho caso a la policía...). Una de las características de su paso a paso es contarnos el trasfondo de los personajes y unidades que lo forman, y para celebrar los 2.000 puntos alcanzados, este mes además de la escalada nos ha mandado un relato tan perturbador como el anárquico dios del Caos.
Matteo di Montiferro estaba disfrutando del momento. Se encontraba cerca de un bosquecillo junto con un buen grupo de sus hombres. Se acababa de quitar el casco y tenía una ancha sonrisa sobre su cara con marcas de la viruela y a saber qué otras enfermedades que había sufrido además de varias cicatrices. La sonrisa iba destinada a un skaven que estaba engrilletado sobre una mesa aunque algo más lejos había una jaula con varios hombres rata más.
- Amigo mío, usted y yo vamos a mantener una bonita conversación.
Mientras tanto, se quitó tranquilamente el guantelete derecho así como las protecciones del brazo derecho dejando a la vista un brazo pálido lleno de marcas de heridas. El skaven se revolvía nervioso sobre la mesa. Matteo cogió un largo clavo de hierro y se lo enseñó al prisionero mientras ampliaba aún más su sonrisa. Con un rápido movimiento, el clavo se hundió en la carne del antebrazo y sobresalía por el otro lado. La sensación de dolor y liberación fue maravillosa sintiendo como la sangre iba goteando hasta terminar en el suelo. Los ojos del skaven eran de sorpresa absoluta.
- Si esto me lo hago yo a mí…Imagina lo que puedo hacerte a ti si no respondes a mis preguntas. ¿Quién de ahí es el jefe?
- Mi señor, el archimago Karl Erdmann os convoca a una reunión. Como gesto de buena voluntad os entregará al hechicero de estas ratas.
- ¿Está en buen estado? – preguntó emocionado.
- La verdad es que está herido y le faltan algunos miembros pero estará listo para recibir vuestras atenciones.
- Muy bien, informa al brujo que acudiré a la reunión.
Mientras decía esto, le realizó un corte al hombre rata en el pecho. Le desolló un palmo de piel y le echó un buen puñado de sal mientras la aprisionaba con la piel del pecho para que se quedara bien amontonada en la herida. El skaven gritaba salvajemente mientras Matteo se acercó a su cara:
- Esto es para que te acuerdes que tenemos una conversación pendiente. Volveré pronto.
Soy fan de este proyecto, me encanta la personalización que tiene, el trasfondo, el esquema y la cohesión. Bravo por esos 2000 puntos de anarquismo caótico.
ResponderEliminarYo tmb soy fan y lo suscribo todo al 100%. Proyecto para quitarse el sombrero digital. Una maravilla.
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