viernes, 11 de noviembre de 2022

Crónica-resumen del II Torneo Abades de Maisontaal (Warhammer Fantasy)

 Buenos días leales al Warhammer de toda la vida. He sufrido un fuerte ataque de pereza últimamente y me ha costado la vida ponerme con este artículo. Gran parte es la suerte de saber que otros iban a cubrir esa tarea, pero aún así, el II Torneo Abades de Maisontaal fue una auténtica gozada, y me sentiría mal si no os lo cuento yo mismo. Así que henos aquí una vez más.


Antes de empezar y por si os da cosilla tener que leer a este destructor, Alba escribió su propia crónica en este enlace, que merece la pena visitar. De hecho me he tomado la libertad de arrebatarle dos o tres fotos para complementar a las que tenía. Que no se entere nadie.

Como esta entrada es para aportar mi perspectiva como jugador, os voy a contar mis movidas. Esta vez no entraré en detalle sobre el desarrollo de cada partida, no hice suficientes fotos, me da pereza, no me acuerdo de algunas cosas y además iba con una lista absolutamente ridícula para presentarse en un torneo y con cero pretensiones, y eso se nota jugando. Os adelanto que pese a intentarlo, no pude traer la Cuchara de Palo para el Trono de Cucharas de Leyendas en Miniatura. Me han dicho que como vuelva a fallar me destierran o me convierten en engendro del Caos...

Empecemos por comentar que el torneo de Abades de Maisontaal se celebra en Córdoba, mi ciudad natal, en la tienda Estalia. También merece la pena comentar que este año me he metido entre pecho y espalda el Corona de Estalia, las Freak Wars, visita al torneo de La Guarida en Bilbao, torneo de Battlebunker en Vitoria, torneo Custodios de Morr en Valencia, escapada rural Leyendas en Miniatura y tenía en el horizonte el IV Torneo Leyendas en Miniatura e intentar asistir en Barcelona al de Escribas del Viejo Mundo (que este año no podrá ser). Así que aunque acudir a Córdoba podía interesarme, la vida no da para todo, y cuando convocaron el torneo y se llenó el primer día, pues deseché totalmente la idea.

A la vuelta del verano venían las Freak Wars, y como recordaréis, hicimos una pequeña batalla a 10.000 puntos por bando y tres mesas. Necesitábamos tener 3 tapetes iguales, y hablamos con Impriwars, que nos los dejó a precio de coste como favor, pero claro...¿qué hacemos nosotros con otros 3 tapetes de hierba? Total, se me ocurrió preguntar en el grupo que tenemos de organizadores de torneos si alguno de los organizadores, clubes o asociaciones necesitaba tapetes, para hacerles llegar alguno de ellos tras el único uso de las Freak Wars. Los organizadores de este torneo (Alba y Tono, al segundo lo podéis leer en sus impresionantes escaladas en este mismo blog) vinieron a nuestro rescate y me pidieron dos, así que compromiso adquirido.

Y luego entre mudanza e historias, se me echó el tiempo encima. No tenía una caja apropiada para enviar los tapetes por correo, y además como miden 120 cm (más lo que abultara la caja) superaban el tamaño máximo del paquete estándar...total, de perdidos al río, les dije que llevaría personalmente los tapetes para el torneo y así de paso visitaba a la familia.

Luego se les empezaron a caer jugadores y bueno, me lío solo, que al final acabé jugando e improvisando una lista. Vamos con la lista absurda.


Se trataba de un torneo a 1.500 puntos (lo cual hace más fácil transportar un ejército pielverde que a 2.000) y ya había jugado este año Elfos Oscuros, así que tocaba verde bueno para resarcirme de haber usado los otros verdes en el Custodios. Este torneo permitía personajes especiales y no aplicaba Reglas de Cortesía, así que sinceramente, me podía encontrar enfrente cualquier cosa infumable. No tengo ningunas ganas de sacar a pasear la lista dura de magia, fanáticos y porrocientas unidades y amargarle el día a nadie (ni a mí mismo) así que barajé algunas opciones locas.

Al final me quedé con voy a hacer una lista que no tenga nada de tamaño inferior a un orco. Es decir, quitar las pocas unidades buenas del libro: sin snotlings, sin jinetes de lobo, sin bloques de goblins, sin fanáticos, sin máquinas de guerra, sin karros de lobos, sin chamanes baratos...

Esto hizo bastante rápido configurar la lista ya que se reducía a las siguientes posibilidades:
  • Básicas: Guerreros orcos, grandotes, arqueros o salvajes.
  • Especiales: Orcos negros, jinetes de jabalí, salvajes en jabalí o karros de jabalíes.
  • Singulares: Gigante o trolls.

Como iba a hacer el cabra, bauticé la lista como Espíritu de Narbek, por lo tanto empecé por meter el Gigante y los Orcos Negros. Lo demás es cuestión de rellenar las especiales y los huecos de personaje y todo lo demás a básicas. Como me podía encontrar la típica lista de 3 hechiceros, en vez de usar la Koraza Dura de Pelar de Drog en el gran jefe puse los Traztoz Brillantes de Sizzla por las risas. No sirvieron de nada pero era lo correcto.

Esta fue la lista:

  • Gran jefe orco negro en jabalí con arma a dos manos, armadura pesada, Escudo Hechizado y Traztoz Brillantez de Sizzla
  • Chamán orco de nivel 2 con Pergamino de Dispersión y Aro Pegapiñoz de Nibbla
  • 10 arqueros con músico
  • 16 guerreros con músico
  • 10 guerreros con músico
  • 20 orcos salvajes con pinturas de guerra y grupo de mando completo
  • 9 jinetes de jabalí con escudo, grupo de mando completo y Eztandarte del Whaaagh de Gorko
  • 5 jinetes salvajes de jabalí
  • 20 orcos negros con arma a dos manos, escudo, grupo de mando completo y Eztandarte del Beztia de Nogg
  • Gigante
La lista es mala con ganas, no vamos a dedicarle más análisis.






La semana previa al torneo la verdad es que tenía bastantes ganas, aparte de que pude comprobar cuando me metieron al chat de wasap que conocía ya a medio torneo (como viene siendo habitual ya). Pusieron fuertemente a prueba mi paciencia con el spam en dicho chat (que el ambiente era bueno, pero madre mía...), pero logré superar los diferentes chequeos de animosidad, más o menos.

Antes de ponerme en marcha hacia Córdoba, nos pasaron los emparejamientos. En mi caso empezaría el torneo en mesa 1 contra Bretonia, lo cual me ponía efectivamente en camino hacia la ansiada Cuchara. Tendría que poner mis esperanzas en el Gigante (lo cual no es buena idea).

El viernes me puse en camino hacia Córdoba, me llevé a Nalter para dejarlo ese finde en su pueblo y estuve en casa de mi abuela para cenar. Quizás no iba a ganar una mierda, pero lo que es comer...

Llegó el sábado, y me fui para la tienda. Córdoba es una ciudad mucho más manejable que Madrid y la tienda estaba cerca de casa mi abuela, me fui andando mis 10-15 minutillos y llegué pronto para poder darles los tapetes y echar una mano si era necesario. Tenía muchas ganas de conocer en persona a Alba y a Tono, que son absolutamente encantadores y es una suerte tenerlos en nuestra comunidad. Además no me dieron casi trabajo. Cotilleé un poco la tienda, Estalia está muy bien, para vuestra información, y estuve fijándome en las mesas, la verdad es que fueron unas mesas con más escenografía de lo habitual, y elementos más grandes, pero estéticamente muy bonitas y que permitían la jugabilidad, así que con ganas de ponernos a ello.

La previsión era jugar dos rondas por la mañana y una por la tarde, para acabar sobrados y que los que tuvieran que volverse (a Jaén, Sevilla, Badajoz, Granada...) lo tuvieran fácil, así que había que arrancar prontico. Fueron llegando los jugadores, todos bastante animados y bastante despiertos.

Pude estrechar algunas manos nuevas, otras que habíamos contactado online como Aneg, Largo o Bollo, y volver a encontrarme con Garvec, Roberto, Larkin, Imanol, Trankuilo...

Cuando dieron la orden, nos metimos en harina. Mi primer oponente era Diego, que resulta que es de los que pinta escuchando nuestros vídeos (¡un honor para nosotros!) y la verdad es que disfrutamos de la partida, congeniamos en el minuto -1.


Antes de empezar os tengo que contar que Alba y Tono habían impreso y pintado una pieza de escenografía central, para representar la Maisontaal, que se colocaría en mesa 1 en la tercera ronda y otorgaría solo en esa ronda puntos extra por controlarla. Cuando se dieron la vuelta cambié la torre que había en el centro de la mesa 1 por la Maisontaal (eran piezas de tamaño prácticamente igual) para asegurarme de que saliera en las fotos (porque luego se me olvida). Lo vieron, no me regañaron mucho, y me permitieron dejarla para la partida. Si es que son dos cachos de pan. No solo eso, sino que les he pedido fotos extra y aquí están...








Diego llevaba una lista muy muy compacta. No llevaba personaje especial, y su lista tenía dos paladines (uno general, otro porta de batalla), una doncella de nivel 2 caballo, 5 caballeros del reino, 8 caballeros andantes con lanza de caballería (por lo cual me pidió perdón, y yo le perdono, pero la Dama no), 10 cazadores, 5 hombres de armas a caballo con arcos, 3 caballeros del pegado y 7 caballeros del grial.

Como podéis ver en el despliegue, yo tenía dos unidades para sus reinos, cuatro para sus dos cuñas (con la idea de hacerle pasar por la zona estrecha y contracargar) y los jabalíes para hacer de las suyas. El plan era sencillo, cederle el primer turno, que me cargara en el segundo y contracargarle sí o sí. 






Os resumo los momentos álgidos de la partida.

  • Turno 1 Diego mueve más de que creía, y resulta que los griales están por un par de cm a tiro de mis jabalíes salvajes. Al carajo mi plan, los jabalíes salvajes absolutamente en bolas cargan por el frontal a los griales con personajes. Eso significa que cuando me destroce podrá perseguir o arrasar, ponerse en la boca de mis orcos negros y al siguiente turno cargarles sin que yo pueda huir y provocarle fallida. Total, que viendo que se va todo al carajo, avanzo, con la idea de tirarle Mano de Gorko a los Guerreros y trabar a su cuña de andantes (que recuerdo, iban con lanza, no arma a dos manos) para mitigar el daño. Lógicamente no saco fuerza irresistible y el pergamino me lo impide.
  • Contra todo pronóstico los jabalíes salvajes matan 2 griales y no sufren bajas a cambio. Pierdo el combate por 1 o 2, pero fallo el chequeo de desmoralización. Mierda para mí.
  • Los Caballeros del Reino cargarán a mis guerreros orcos azules, que huirán provocando fallida. Los Reinos darán flanco a mis Salvajes. Los Salvajes fallarán animosidad y se negarán a cargar al flanco a esa gente.
  • En turno 2 para mi sorpresa, no carga una cuña a los guerreros y otra a los orcos negros, sino ambas a los orcos negros. Ahora sí que están muertísimo, así que huyo con ellos sabiendo que serán alcanzados seguro por los griales, pero con la esperanza de que los andantes con el pivotaje no lleguen y den el flanco a los guerreros orcos naranjas...pues no, llegan ambas cuñas a cogerme.
  • Aún hay un rayo de esperanza. Mi gigante ve a los andantes al flanco, le cargo y toco en el último de la fila. Saco Saltar Arriba y Abajo (¡ya es mío!) que son 2D6 de F6, le estoy anulando filas y tengo flanco. Chequeo caída y saco un 1 y me caigo. Acabo perdiendo pero el gigante se queda, aunque el turno que viene no pegará por que es el suyo y se levanta en el mío.
  • Durante dos rondas de combate no le hace nada al gigante, pero en la segunda yendo con L10 tozudo saco un 11 y el gigante es destruido. Como estaba "en el suelo" ni siquiera tira para huir.




  • Mis jinetes de jabalí se habían dado la vuelta para tratar de reconducir la situación, tras ser entretenidos por los hombres de armas a caballo (a los que matan) arraso por si me salvo del arco de los Griales. No lo consigo por 2 cm. Me cargan al flanco, donde tengo al gran jefe (aunque lo veáis al otro lado en las fotos, es que no encaja). El gran jefe muere por mordisco de caballo, la unidad es pulverizada.



  • Tras una triple carga a mis salvajes en que me causa 14 bajas (creo que salvé dos pinturas de guerra en todo el torneo) huyen, falla para no perseguir y me persiguen las 3 unidades, saliendo por el flanco. Solo tengo en mesa 16 guerreros orcos, pero veo que tiene que entrar todo junto y se va a estorbar, los coloca para cargar. En el turno 6 cuando entran le cargo al flanco a los andantes, gano por resolución estática, falla y me llevo andantes y general. En vez de perder de 2000 y pico pierdo como de 1500.

¿Quién es el salvaje aquí?


La partida con Diego fue divertidísima, aunque no me saliera nada hasta el final. La verdad es que él tampoco tuvo una suerte desmesurada en absoluto, simplemente yo saqué los 1s siempre en el mejor momento...

Como le había dicho antes de empezar la partida...¡ya iba a jugar dos rondas en la mesa 1!

Además y según lo previsto, la Cuchara estaba más cerca. Mientras tanto, las cosas seguían su curso en los campos de batalla...




¿De quién es esta herejía?

Los Altos Elfos de Trankuilo

Tras aprovechar entre partidas para charlar con unos y otros y comentar las partidas, "las celebrities" tomamos camino de las mesas del fondo, tal y como debe ser. Hubo algo de confusión cuando asignaron mesas en la ronda 2, ya que por ejemplo Imanol habiendo ganado de masacre pasó de mesa 3 a mesa 5. O yo, habiendo perdido de muchísimo y con Diego permaneciendo en mesa 1, no me fui a las 12, sino a la 10. Esto tendrá su explicación más adelante.

Para la segunda ronda me emparejaron con Pablo, de El Templo de Myrmidia, el grupo que se ha formado en Sevilla y las zonas cercanas. Curiosamente habíamos intercambiado un puñado de correos en los albores de dicho grupo. Me dio recuerdos de Beni (curiosamente luego tenía un wasap de Beni de que le diera recuerdos a Pablo, jeje). Los chicos de El Templo de Myrmidia (eran 4 o 5 de expedición) me entregaron un diploma para Leyendas en Miniatura, por la contribución al hobby, y que os dejo la foto más abajo, y a mí al menos me hizo ilusión el gesto. ¡Aquí todos somos amigos! ¡Muchas gracias!






Pablo jugaba una lista de Mortales del Caos de Caos Absoluto, muy clásica. Había una unidad grande de Guerreros, una de Bárbaros, dos de Mastines, unos Jinetes Bárbaros, un Carro del Caos, unas Furias y una de Caballeros Elegidos (uffff, y yo sin fanáticos). Sorprendentemente llevaba 3 personajes (no especiales): un Hechicero del Caos de nivel 1, un Paladín porta de batalla y un Paladín Legendario en Montura Demoníaca.
Básicamente tenía que cuidarme de los Caballeros y del Carro.

En este escenario había unos cofres que controlar en la diagonal, que Alba había estado pintando con mucho amor. Le pedí si me podía quedar uno tras la partida (con ojos de Gato con Botas) y no supo decirme que no...

Aproveché para hablar un poco con ella y con Tono el tema del control de objetivos, ya que en las bases no lo habían dejado atado. La idea era que se controlaba al final del último turno en contacto con el marcador, no se podía "recoger" antes con las unidades.






Al igual que Diego, Pablo tampoco era un jugador muy veterano, y le faltó algo de seguridad en varias decisiones, lo cual hizo que no me presionara lo suficiente. Me comentó que estaba aún aprendiendo como usar las Furias, así que nos tomamos la partida como algo más o menos didáctico y le fui dando algún consejo por el camino. Me costó el chamán más adelante, pero mereció la pena, jeje.

Realmente esta partida se decidió relativamente rápido, aunque luego por su superior movilidad podía rascar bastantes puntos. Así especialmente notable:

  • En el turno 2 mis jabalíes, aprovechando el Eztandarte del Whaaagh (+3cm de movimiento, 6 a la carga) pillaron de frente a sus Elegidos con Paladín. Tuvo una suerte desastrosa en las tiradas de armadura, ya que en las primeras que eran de las monturas y jinetes, yendo a 2+ o 3+, palmaron 2 caballeros, y mi general se llevó otros 2 (este es más normal con F7). Aún así su paladín llevaba la Espada Berserker, y entre él y su montura podían limpiarme. Bueno, la suerte es así de cabrona. Me hizo 4 heridas de F5, y salvando a 5+ yo salvé todas. Todas. Así que lógicamente huyó y el flanco cayó.
  • En el otro tapón, intenté cargar yo y no llegué (orcos negros a guerreros y guerreros orcos a bárbaros) pero pude poner el gigante para evitar que cargara el a los orcos negros. Luego reforcé al gigante con ellos y tras varias rondas (incluido superar una desmoralización a doble 1 como un señor) los guerreros del Caos fueron aniquilados. Los bárbaros pusieron en fuga dos veces a mis guerreros, pero no los alcanzaban, y eso les hizo perder un valiosísimo tiempo.
  • Al final de la partida mi Gigante, al que le quedaban 2 heridas (estuvo cerca de matarlo con los guerreros del Caos) controló un tesoro (así que es posible que vaya a su peana el marcador) y Pablo pilló dos, uno con Furias, otro con Mastines y sacrificando los Jinetes Bárbaros para sacar a mis Salvajes del objetivo.




De nuevo, muy satisfecho de la partida con mi rival, tuvo sus momentos épicos, sus tiradas absurdas y en general su buen rollo. Pablo empezaba a demostrar el cansancio de jugar varias partidas seguidas, y creo que eso también le pasó factura. Espero que nos volvamos a cruzar.

El gran fracaso es que se acababa de esfumar mi Cuchara...

Nosotros acabamos en tiempo (algunos iban por turno 2 cuando nosotros habíamos jugado los 6 tranquilamente) y pusimos los ejércitos para las fotos y evaluación de pintura y conversión. Aproveché para sacaros visuales varias.


Huestes de Pablo


El hereje de Garvec

Las fotos no le hacen justicia, era muy bonita

A este ejército lamento no haberle sacado fotos de cerca, nos íbamos a comer...

Roberto

Trankuilo

¿Os suena ese carro?

Larkin



Sí, son kóbolds de fuego


Aneg, al que podéis leer en sus escaladas aquí

Y eso que en el transporte le habían jodido un puñado de minis



Esta unidad me encantaba

El trío calavera de Manuel

Pillados infraganti



Algunas partidas tenían que terminar turnos, así que pararon el reloj y nos fuimos a comer unos flamenquines. No sé el resto de mesas pero nosotros tuvimos una conversación muy animada, y también una poderosa discusión sobre si el ejército top1 son Elfos Silvanos, Condes Vampiro o Caos.

Los señores norteños dijeron que había sido poca comida. Total, Garvec y yo pedimos de postre un trozo de tarta de zanahoria. La tarta era enorme y más contundente que el plato principal, casi nos quedamos ahí.


Como algunos tenían que acabar su ronda, los que habíamos hecho los deberes disfrutamos de 20 minutillos extra de sobremesa, que siempre está bien. Que había ya muchos anécdotas que contar.

Me temo que de la tercera ronda no tengo fotos, un desastre, más allá de esta con Alfredo que sacamos al acabar. Alfredo llevaba Orcos y Goblins y hacía MOGOLLÓN que no enfrentaba pielverde contra pielverde. El tema es que hay algunas interacciones de reglas (de animosidad y magia) bastante locas y que nos dieron varios quebraderos de cabeza.

Alfredo llevaba personaje especial, concretamente a Borgut Machakajetoz que es básicamente el mejor personaje accesible en el libro. Por menos de 200 puntos es un personaje orco negro con L9 (ojo), armadura de 1+ repitiendo, 4 ataques (3 de F6 y el otro de rebanadora), que en desafíos hace un ataque extra de F7 que si hiere hace que el otro pegue último y que además te mejora gratis a grandotes una unidad de guerreros orcos. Bastante absurdo la verdad. Acompañando había una grande de guerreros orcos (con lanza), otra de grandotes (no sé si con lanza), una de goblins nocturnos con lanza (dos fanáticos), 28 kóbolds de fuego (con lanza), dos de lobos con arco, dos karros de jabalíes, dos lanzapinchoz y un gigante.

Teníamos un elemento enorme en el centro de la mesa (un zigurat), debatimos si usarlo como colina pero era incómodo poner unidades encima así que quedó como impasable. La mesa se dividió por tanto en dos.

En mi flanco izquierdo los guerreros naranjas, los arqueros, el gigante, los jinetes de jabalí y el chamán se enfrentaban a dos lanzapinchoz, un karro, los goblins nocturnos, unos lobos y los grandotes con Borgut. En el otro los jabalíes salvajes, orcos negros y orcos salvajes se enfrentaban a lobos, kóbolds y guerreros orcos, y en el extremo mis guerreros azules con su otro karro.

La partida fue bastante táctica (más allá de varias animosidades que nos cambiaron el plan a ambos) y tuve que huir dos veces con mis jabalíes para no llevarme la del pulpo.

Mi gigante cayó sin pena ni gloria por ejemplo, sus fanáticos no hicieron nada, y pese a su L9 tuvo varios chequeos para verlos, falló más que yo en ese plano.

Pero aparte del hecho de que sus kóbolds pillaran por el flanco a mis orcos negros y los pusieran en fuga, creo que lo más reseñable es la situación del turno 6.

Había empezado yo, y en mi turno había perdido el gigante, algún jabalí, un puñado de orcos negros, orcos naranjas y de salvajes. En puntos, casi nada.

Alfredo había perdido su gigante, una de lobos, un lanzapinchoz, un karro de jabalíes, la de 25 guerreros orcos, la mitad de los grandotes y los fanáticos estaban KO, y creo que ya había palmado su chamán. Es decir, iba ganando yo como mínimo de marginal, sino de decisiva. 

El escenario era el habitual, pero en vez de cuadrantes daba más puntos matar al general (300 extra).

Si mi objetivo hubiera sido ganar, en ese turno 6 lo que tenía que hacer era alejarme de él y que la partida acabara así, básicamente solo me exponía a un disparo de lanzapinchoz a largas.

No lo hice. De hecho, mis jinetes de jabalí (5 más el general) podía cargar a sus grandotes con Borgut. Y mis guerreros orcos naranjas podían cargar a sus 25 goblins nocturnos con lanza (algo suicida) o intentar llegar al flanco de los grandotes (que yo creía que llegaban).

Para su sorpresa, cargué con ambas a los grandotes. Los guerreros orcos no llegaron por 1 o 2 cm, ya que los goblins nocturnos les obligaban a pivotar para evitarlos.

Al llegar los jabalíes contra los grandotes, Alfredo me declaró un desafío con Borgut. Yo tenía campeón, podía aceptarlo con él. Pero no lo hice, lo acepté con mi general. Me hirió con el ataque especial, que me hacía pegar último, y me mató al general con el resto. Además mis jabalíes no mataron ni un solo grandote y me mató 3 jabalíes en respuesta. Huí por autobreak, perdí el estandarte, causé pánico a los guerreros naranjas que huyeron, causé pánico al chamán que huyó, al perseguir sus grandotes se pusieron en alcance de mis arqueros y en su turno 6 se los llevó por delante.

Perdí (o él ganó) 1073 puntos por esas cargas. Pasé a perder de decisiva justa creo. Alfredo me preguntó porqué había cargado sin necesidad alguna.

¿Por qué os he contado esto con detalle? Porque puede parecer que me equivoqué, pero no, hice lo que tenía que hacer.

Mi actitud para el torneo fue la misma desde el principio, ir a disfrutar el tiempo con gente agradable, hacer amigos, y tener anécdotas que contar. Ganar de 300, de 600 o de 1500 (o perder) no cambiaba nada, no me estaba jugando nada, yo ya sabía que esa partida "la había ganado", era plenamente consciente. No estaba en la mesa 1, pero estando en la mesa 1 probablemente hubiera hecho lo mismo, porque ahí igualmente tienes que intentar ganar con el mayor margen posible. El único caso en que no hubiera hecho eso es jugando por equipos, si el resultado hubiera bastado a mi equipo. Había tenido una primera partida guay en que no me había salido nada, una segunda partida guay en la que me había salido todo, había tenido una tercera partida muy táctica en movimientos en que estaba enfrentando pielverde contra pielverde y cuyo objetivo era matar al general enemigo, en que ninguno de nuestros generales había combatido contra nada. ¡LLEVABA UNA LISTA DE SÓLO ORCOS! ¿Qué iba a hacer?¿No cargar?¿No tratar de buscar un momento memorable? Y una vez allí...¿evitar el desafío? Pues claro que no, quiero la experiencia completa, aunque tenga mucho más que perder que que ganar, lo suyo era intentarlo.

Ahora los dos nos acordaremos de ello. Además, en el fondo que ese ataque especial (a 4+, 2+) me hiciera pegar último podía perfectamente no salir, y aunque Borgut tuviera armadura de 1+ repitiendo yo pegaba con F7, la dejaba en 5+ repitiendo...merecía la pena intentarlo.

Y por si fuera poco, además a nivel estratégico también era lo suyo, puesto que resulta que la clasificación no era por diferencia de puntos, sino por puntos de victoria, así que era mucho más importante hacer el mayor número posible de PV propios más que evitar que no los haga el rival.

En resumen, que no me arrepiento. Y que lo que os quiero transmitir es que en una situación así, si el cuerpo os pide hacer la "peor jugada", salvo que estéis testeando algo y queráis sacar conclusiones, lo suyo es disfrutar del juego.

¡Gracias por la partida Alfredo! Ha quedado patente que Borgut es mucho mejor que Grimgor...


Tras acabar la partida, refrescar el gaznate y estar de charleta un rato con otros jugadores (no fui el único al que el Gigante se le cayó en el Saltar Arriba y Abajo) pasamos a la entrega de premios y sorteos. Por suerte no me llevé nada del sorteo, que bastante tengo que pintar...

Enhorabuena a todos los premiados, especialmente a Diego que se marcó un Rey de la Colina jugando las 3 partidas en mesa 1 y llevándose el título (y las llaves de la Maisontaal), y a Aneg por su premio de pintura, el Rey Fénix (el bueno) estará orgulloso. ¡También a Largo por esa Cuchara de Palo!

Quisiera hacer notar que empaté a puntos (exactos) con Roberto y sus Enanos...¡toma caca de snotling tapón!
















Aunque el día se prolongó un poco más (un poco, hasta las 2 de la mañana con Manuel, Larkin, Garvec y Trankuilo) las últimas fotos que quiero compartir son con Tono y con Alba. El torneo fue excelente. El ambiente fue excelente. Todo fluido. Muchas menos dudas de las que esperaba para tener tanto jugador novel, premios generosos, mesas muy chulas, ejércitos variados, muchos abrazos...no hay mucho más que se pueda pedir.

Mi único apunte, como ya les transmití, es el sistema de puntuación, al puntuar solo por puntos de victoria propios resulta algo extraño (de hecho mi posición final es mejor de la que me merezco). Aunque tampoco es que lo vea un problema, solo que de puntuar así, al no ser lo habitual, creo que tiene que quedar muy presente en las bases para evitar confusiones.

Os dejo su contacto, por si os movéis por Córdoba o provincias limítrofes:
batallademaisontaal@gmail.com

Espero tener la ocasión de asistir a más en el futuro, y de colaborar con ambos, porque son muy grandes (y que se les pasen los nervios). También muy contento con todos los jugadores, hablé más o menos con la mayoría, y me reí muchísimo, que es lo que buscaba.

Un saludo especial a los chicos de El Templo de Myrmidia, tenemos que cruzarnos más.




1 comentario:

  1. Pedazo de crónica, y pedazo de torneo. Fue un auténtico honor y un placer jugar contigo esa primera partida: además de divertidísima me sirvió para aprender mucho de un maestro. Es enorme la contribución al Hobby que haces desde Leyendas, y tengo la impresión de que estamos viviendo una época dorada de Warhammer que difícilmente se repetirá. Un saludo y espero que volvamos a vernos en otros campos de batalla!. Fdo.: Diego.

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