viernes, 7 de febrero de 2020

[INFORME DE BATALLA] La Caída de Throt (Skaven VS Orcos y Goblins)

Muy buenas genios militares. Bueno, igual me he pasado. ¡Buenas genios militares en potencia! Hoy tenemos una de esas entradas que algunos leemos con especial atención, ¡porque se trata de un nuevo informe de batalla! En el grupo de Warhammer Fantasy MDNR de Barcelona y alrededores hay un pequeño grupo jugando una campaña de Karak-Ocho-Picos, y tenemos la suerte de tener dos infiltrados, ya que tanto Enric como EMiN participan. Y por eso, el primero nos ha preparado un informe de batalla entre ambos en exclusiva, para que todos los disfrutemos. Verdes, ratas, y escenarios peculiares...¿qué más se puede pedir?



¡Buenas de nuevo, coleccionistas compulsivos! Le estoy cogiendo gustillo a esto de escribir artículos, y hoy os traigo un informe de batalla… algo distinto de lo habitual.

Marmollicus en cargad transcribió no hace mucho un “polémico” artículo sobre la madurez del juego, cuando dejas de jugar partidas competitivas de torneo a 2000 puntos y empiezas a jugar “por la diversión de tu adversario” y que él juegue por la tuya, sin pensar en balanceos, etc. No estoy de acuerdo en que el término concreto sea “madurar” sino que lo veo más como “ampliar horizontes”, pero tecnicismos aparte, la conclusión si me gusta mucho: mola jugar también cosas distintas, aunque estén desbalanceadas, y probar cosas y reglas raras porque sí, y pensar en la diversión tuya y del adversario antes que en el balanceo. ¿A qué viene esto? Pues porque el informe que os traigo va mucho en este sentido.

Como sabréis si leéis habitualmente los post de Escalada de pintura, a mediados de julio un grupo de Barcelona (¡Aprovecho a dar las gracias a Victor/Skarnisk por la currada!) empezó a organizar una campaña de Karak-Ocho-Picos, en la que 3 skavens, 3 pielesverdes y 3 enanos se pelean por conquistar la fortaleza (lo cual me ha obligado a ponerme las pilas a pintar skavens a cascoporro). 

Bien, no se trata de batallas campales, sino que en función de la sala de la ciudad que invadimos o por donde nos invaden, se juega un escenario u otro, sacados de diversos libros distintos. Algunos escenarios son de 8ª y tenemos que adaptarlos como buenamente podemos, hay asedios, etc. Adicionalmente, puede que nos salgan reglas de luchar en el subsuelo, monstruos errantes, etc. Y para acabar, cada jugador tiene un personaje especial que debe mantener toda la campaña. Podéis leer las reglas,trasfondo y avances aquí.

Reconozco, por adelantado, que me está costando un poco acomodarme a este tipo de partidas, sobretodo porque me habían tocado un par de partidas muy injustas/casi imposibles para el otro jugador y me sabía hasta mal jugarlas (en estos casos hemos llegado a un acuerdo para modificar algunas reglas y hacerlo menos desbalanceado para mi contrincante y que al menos tuviera opciones).

En este escenario, en cambio, giraron las tornas: atacando el territorio pielverde de EMiN, nos tocó jugar la Caída de Kjell Puñorrojo, donde el invasor se ve atrapado en una emboscada y tiene que intentar atravesar un río que atraviesa el tablero. Aquí había un pequeño lío de adaptación porque el escenario dice que el defensor es el que cruza el río mientras que el atacante hace la emboscada… (y teóricamente, según las normas de campaña, yo tenía que ser el atacante y mi oponente el defensor). A pesar de tirarme piedras en mi tejado, el sentido común decía que mis skavens, al ser los que intentaban invadir terreno pielverde, tenían que ser los defensores sorprendidos en el intento, y así lo hicimos.

El ejército de EMiN, con unos geniales carros de garrapatos

Aproveché la ocasión, ya que tengo un tapete de terreno helado en casa atravesado por un río, (y una escenografía muy chula que me he comprado y quería estrenar) para pedirle si quería hacer la partida en mi casa. Le pareció genial, para poder hacer la partida una tarde entre semana a partir de las 15h, y así no tener que gastar “family points” por desaparecer hasta las tantas o un fin de semana, jeje.  Al tener más tiempo de lo habitual, y montar la mesa el día antes, he podido aprovechar a hacer minivideos y fotos de cada turno para no olvidarme cosas, y así traeros este informe especial:

Aparte del escenario en sí, los inputs para la partida eran los siguientes:

1. Teníamos que jugar con nuestros personajes especiales, en mi caso Throt el Inmundo, y en el de EMiN, Gorfang.

2. Ya antes de saber que partida jugaríamos quería probar el Emisario Oscuro recién pintado (trasfondísticamente además pega porque Throt tiene tratos con el Caos en el norte, y porque Thanquol decidió en su última partida que quería usar muchas tropas Moulder y escribió un trasfondo en el que aprovecha que Throt está invadiendo otras salas para “tomar el control temporalmente” de mis tropas… así que me apetecía representar que, hasta que lleguen más refuerzos del norte Throt tiene pocas tropas Moulder y tiene que rellenar con mercenarios. Lo consulté con los demás jugadores y les pareció bien, aunque el hecho de tener más magia podía ser injusto. Así que propuse que yo llevara el Emisario, y mi oponente el Arúspice que pinté al mismo tiempo. EMiN no sabía ni que era un “Auspire” pero me siguió el rollo.

3. Voluntariamente, quería usar pocas tropas Moulder, así que me autolimité a una unidad de ratas ogro y otra de ratas gigantes (y dejar la abominarrata en casa). EMiN, a su vez, voluntariamente, quiso representar que, tras varias derrotas consecutivas de Gorfang, los goblins están huyendo en masa a unirse al clan de Skarnisk y solo le quedan los que no pueden luchar bajo tierra (lobos y carros), mientras que el resto del ejército –personajes e infantería- son orcos de distintos tipos, que se resisten a abandonar a su caudillo en decadencia por otro que sea un simple goblin.

Estas cosillas parece que no, pero le dan un aire distinto a cada partida. Nos lo hacemos nosotros voluntariamente y cada cual a su gusto, y días antes nos enviamos los trasfondos para irlo compartiendo (Nota aparte: el grupo de whatssap de las 3 ratas es la risa, porque nos apuñalamos y lanzamos pullas constantemente en “lenguaje skaven”).
A continuación os dejo el trasfondo que hice:



Throt observó cómo su misterioso invitado salía de las sombras. La figura humanoide iba totalmente cubierta con oscuras telas, de los pies a la cabeza. Unos extraños cuernos asomaban por detrás de la túnica. Podría haber sido un skaven de alto rango o un vidente gris… pero su andar erguido y seguro, arrogante, lo descartaba rápidamente. ¿Se sentía aquella criatura superior a él?
-Llegas tarde. Habla, rápido-rápido.
 -Disculpad, eminente Maestro- Dijo la figura, pausadamente –Debía cerciorarme de que nadie me seguía. Hay que garantizar la confidencialidad de nuestros acuerdos. Espero que estéis conforme.
-Sí, sí. Ve al grano- Dijo Throt. Odiaba aquella manera relamida de comunicarse del Emisario, aunque sabía que tenía razón: si los demás skavens se enteraban de su acuerdo, podrían utilizarlo en su contra. -¿Qué quieres por tu ayuda-servicio?-
-Yo no deseo nada, mi Señor. Sin embargo, mi Señor me ha transmitido unas… peticiones, que deberán ser atendidas.
-Claro, claro. Si-sí. Dilas, antes de que me canse y te atraviese- Throt miró furtivamente de lado a lado. Había eliminado a los espías que le seguían, y había puesto ratas ogro en cada acceso a la caverna… pero nunca se debía dejar de observar a su espalda.
-El Señor Oscuro requiere de toda la piedra bruja y los esclavos pielesverdes capturados en tu última incursión- Continuó, como si no hubiera oído las desagradables palabras del Maestro Moulder. Throt conocía esos términos, la ayuda del Emisario siempre requería la entrega de esclavos y piedra bruja… en eso se parecía mucho a los hombres rata. Era un precio elevado, pero Throt necesitaba dar un golpe contundente para mejorar su posición pública, y no disponía –aún- de tropas para ello. Había conseguido defender con éxito los distintos ataques enanos y pielesverdes, pero eso no interesaba a los ciudadanos de Plagaskaven. Ellos querían historias de conquistas, tesoros, y reyes y caudillos encadenados para su diversión. Eso daba prestigio, carisma… y poder. Sí.  Necesitaba dar un buen golpe de efecto… pero el maldito Thanquol le había robado sus tropas Moulder, y, aunque los refuerzos estaban de camino, el viaje desde el norte era largo y tardarían un tiempo en llegar. Tenía que buscar otro tipo de apoyos.
-Si, si. Bien, bien. Los tendrás. ¿Cuántas ratas me proporcionarás?
-Yo mismo. Seré suficiente para inclinar la balanza a tu favor.
-¿Tu-tu solo?- Throt ser rió ante el Emisario, pero no estaba de humor para tonterías. Si no iba en serio, iba a empalarlo con su Coge-Mata-Mata. Había hecho tratos con el Emisario anteriormente en el lejano norte, y este siempre le había ofrecido buenos tratos: monstruos del norte: trolls, quimeras y demás – para sus experimentos, a cambio de oro humano, esclavos y piedra Bruja. Otras veces había servido de mediador para evitar guerras entre los partidarios del Caos y el Imperio Skaven, e incluso como interlocutor con los despreciables Dawi-Zharr.
-Sí. Será más que suficiente- Dijo el Emisario. Throt se dio cuenta de cómo la neblina y los vapores que flotaban por la caverna se extendieron como tentáculos, adquiriendo una fantasmal forma sólida y moviéndose con voluntad propia, como si estuvieran vivos. Los tentáculos hicieron un movimiento brusco, y retrocedieron tan rápido como habían aparecido… aunque no volvieron sin nada…Agarrados en la punta de cada tentáculo, había un acechante nocturno agarrado por el cuello. Cinco de ellos en total. Los Skavens encapuchados intentaban en vano deshacerse del abrazo de los tentáculos de niebla mientras esta los ahogaba. Sus ojos, abiertos de par en par, mostraban una expresión del más intenso terror mientras la vida se escapaba de sus cuerpos. Todos murieron al mismo tiempo, y el Emisario los dejó caer al suelo con un sonoro golpe. Throt estaba seguro de que no le habían seguido…. Aquellos espías debían estar esperando desde antes de que él llegara, y ni siquiera sus ratas ogro los habían olido. Tendría que hacer una purga entre sus allegados.
Throt sonrió maliciosamente, impresionado. Ese tipo podía ser muy útil. –Bien-bien, dile a tu Señor que si acepta solo los Esclavos, tenemos un acuerdo. La piedra es mía-
…………
Batua dio media vuelta frustrado y abandonó la fortaleza enana. El carácter de este antiguo pueblo le frustraba hasta más no poder. Llevaba semanas de negociación intentando avisar al rey Belegar de la presencia de uno de sus hermanos traidores en la fortaleza. Batua había seguido al Emisario Oscuro Vel-Vel-Er desde la última vez que estuvo en Albión, observando sus tratos, e intentando frustrar sus planes… y sus pasos le habían llevado hasta Karak-Ocho-Picos. Por lo visto los planes de Be-lakor eran que los skavens –criaturas del caos- ocuparan la fortaleza entera… y tenía que impedirlo. Había seguido las pistas, los rastros de olor a perro mojado típicos de los hombres rata, y de la magia negra y de cadáveres ahorcados por la niebla, la marca del Emisario… que le llevaban hacia el río que separa los picos del Karak. Ahí encontró un vado, medio congelado: un buen sitio para cruzar la poco vigilada superficie e invadir las fortalezas desde arriba. Por ahí planeaban atacar. Era un buen sitio para empezar una invasión…. Pero un sitio aún mejor para que un ejército, avisado, pudiera emboscarlos. En su cabeza el plan era infalible: apostar guerreros en la otra orilla y atrincherar máquinas de guerra, esperar a que los skavens y el Emisario cruzaran el río… y acribillarlos con artillería hasta que no quedara ni uno. Pero no había tenido una cosa en cuenta: la testarudez de los enanos. Para ellos, él era un simple y primitivo humano. Que importaba que su ascendencia le llevara hasta el primero de los Arúspices, y que generación tras generación hubieran dedicado sus vidas a la lucha contra el Caos… los muy tozudos, después de semanas, aún “tenían que deliberar la incorporación de un hechicero, y la confianza de seguir los planes de un imberbe”.  Podían pasarse meses así…y no disponía de ellos.
Suspiró cabizbajo, mientras seguía avanzando entre la nieve… no estaba todo perdido. Tenía otro plan… aunque no le gustaba lo más mínimo. El viento se avivó de repente y le llevó un intenso olor a heces a sus fosas natales. Se estaba acercando a su destino. Tener que mezclarse con los pielesverdes sería muy desagradable… pero estaba convencido de que, con un poco de astucia, serían mucho más rápidos de convencer. Era necesario hacerlo si quería salvar el Viejo Mundo.

Una vez escrito y enviado el trasfondo, EMiN lo completó:

Gorfang estaba en un duro aprieto, un par de orcos negros daban clara muestras de querer ocupar su asiento, pero es que hasta los goblins le estaban faltando al respeto a sus espaldas. Y es que en el mundo orco las derrotas tienen un precio, sobre todo si se deben a que has estado huyendo toda la batalla... Muchas peñas goblins estaban abandonando la fortaleza para irse con ese goblin feo y su seta gigante (Nota de Enric: se refiere a Skarnisk y Gobbla). Al principio de forma discreta, pero los últimos días hasta haciendo ostentación y celebrando que por fin tendrían un botín que saquear.
Por eso cuando apareció un oreja picuda en su sala del trono, en vez de comérselo, decidió escucharlo (y después ya se lo comería. Eso lo diferenciaba de los otros orcos: él podía pensar un plan). 
¡Su sorpresa fue mayúscula cuando el extranjero le contó por donde y cuando las sucias ratas entrarían en su territorio!
Sobre todo porque poco después de contarlo, los exploradores goblins que patrullaban su territorio vinieron a confirmarlo. 
Un malévolo plan se formó en su cabeza y, aunque ya se había quedado sin goblins con setas, sus orcos más leales, los exploradores goblins con sus lobos y ese gigante borracho le seguirían. Cuando se puso en marcha cientos de snotlings los siguieron. Esto enterneció al gran orco y es que los snotlings son "el mejor amigo del orco”.

Nota de Cordo: Los snotlings son el mejor amigo de cualquier jugador que los haya desplegado jamás en una mesa de juego. Y todos los que lo habéis probado lo sabéis...

Lista de ejército
La partida sería la caída de Kjell Puñorrojo, a 2000puntos (no más por falta de tiempo en acabar la partida). Los skavens despliegan primero, en un pasillo de 45cm de ancho que va desde el río hasta su borde del tablero, y después los pielesverdes despliegan donde quieran en su mitad de la mesa, y eligen quien empieza. Al final de la partida los pielesverdes obtienen puntos de manera normal (unidades y personajes muertos, cuadrantes, general muerto, etc) mientras que los skavens solo obtendrían puntos por cada unidad propia que estuviera totalmente en el lado orco del río (dando la mitad de puntos si está reducida a menos de la mitad de heridas, etc).  

Ahí pensé: mnyaa… no te da puntos matar, sino únicamente las unidades que sobrevivan y estén en su lado de la mesa, y va y te vas a gastar porrocientos puntos en magia ofensiva XD empezamos bien. Lloros ratunos aparte, aquí mi lista:

Comandante: Throt el Inmundo, 275pts (ocupa también opción de héroe)
Emisario Oscuro, 265 pts (ocupa también opción singular)
Ingeniero Brujo, con pack completo lanzamagia, 1 pergamino y espíritu de las tormentas, 135pts
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25 Guerreros del Clan con grupo de mando completo 150pts
Amerratadora, 60pts
19 Alimañas con escudo, grupo de mando y estandarte de guerra, 221pts
Picadora de la Condenación 40pts
20 Esclavos Skaven con músico, 44pts
3 Hordas de ratas, 135pts
4 Packs de ratas gigantes, 120 pts
5 Corredores de sombras 25 pts
5 Lanzadores de viento envenenado 50pts
3 Ratas Ogro 150pts
20 Monjes de la Plaga con arma adicional, grupo de mando completo, 185pts
3 Jezzails 60pts (no sabía que no llevaría fanáticos)
5 Portadores del Incensario, 85pts

La idea de la lista era, dado que mi frontal iba a ser de 45cm, tener tres columnas potentes que abrieran paso: la primera, en el centro, con las alimañas, la picadora y Throt el Inmundo. Y en los laterales, una columna con las ratas ogro, y la amerratadora y los guerreros del clan detrás; y en el otro lateral, el clan Pestilens (monjes y portadores). Delante de todo, no obstante, irían las unidades de desgaste: corredores con los Pestilens, para evitar que se me escaparan las unidades con furia asesina, y hordas de ratas indesmoralizables (y hostigadoras) para evitar cargas el primer turno (que EMiN podía desplegar a menos de 30 cm de mí y empezar primero si quería :O ) e ir a molestar los flancos nadando por el río.

Como mi río va “en diagonal haciendo eses” podía ser que EMiN desplegara unidades de acoso en mi flanco dándome por saco toda la partida, así que añadí los lanzadores de viento y los packs de ratas (que jugué toda la partida como si fueran 3 y no 4 XD). Detrás irían los jezzails, para acabar con los fanáticos que pudiera tener, o debilitar carros y demás. Y finalmente, una unidad de esclavos detrás de las alimañas protegería al Emisario Oscuro.

Los peores errores de esta lista van en el sentido de que ni siquiera me miré que hacía Gorfang, y di por supuesto que era un comandante especial pegón (… y resulta que es héroe…) así que supuse que tendría el arúspice y algún chamán (con mirada de morko y poco más), y fui agresivo, poniéndome un solo pergamino. En cambio… cuando apareció con un gran chamán como comandante, con más magia que yo, y que podía llevar el pie de gorko y aplastar mis múltiples unidades pequeñas sin piedad temblé un poquito. El segundo pergamino me hubiera venido muy bien, así como ponerme menos unidades pequeñitas (jezzails, lanzadores de viento, y pasar el pack de 4 ratas a 3, e ir a lo seguro con un segundo bloque de guerreros del clan).

La lista de Emin era algo así como:

Gran chamán Orco, de nivel 4, con bastón rugoso (que le permite repetir las tiradas de un hechizo por turno) y pergamino. 
Gorfang el orco negro
Arúspice
16 Orcos con grupo de mando, rebanadora y escudo
16 Orcos negros con arma de mano adicional y grupo de mando
16 Orcos Salvajes con arma adicional y grupo de mando
6 Peanas de Snotlings
5 Jinetes de Lobo con arco y músico
6 Jinetes de Lobo con arco y músico
4 Carros Goblin
1 Gigante

Curiosamente, EMiN no había elegido artillería, pero no le hacía falta para su plan: desgastarme las unidades a base de magia mientras cruzaba el río hasta que estuvieran lo suficientemente debilitadas como para que su infantería pudiera aguantar su carga, y darme por todos lados con carros y el gigante.

El enorme río separa a ambos ejércitos (que ya han salido de la maleta pero aún no han sido desplegados)


Preparación

El día antes desplegué la mesa y, con la tabla de reinos enanos preparé la escenografía. Salió un pinar, un pedregal, unas ruinas enanas, un lago de montaña, un risco, y… “un pico o pinar”. Decidí poner los dos, para que quedara más lleno y chulo de cosas, con 3 elementos por banda y el río en medio.
Tiramos por lado de tablero… y creo que ganó EMiN, pero no importaba mucho, dado que  este escenario permitía mover un elemento de escenografía en nuestro lado a placer. Así que  me acerqué la colina para que quedara dentro de mi columna de 45cm, y EMiN se apartó un bosque que le impedía desplegar bien su horda en forma de U para esperarme y rodearme.



En cuanto a hechizos, mi Ingeniero llevaba el rayo típico, y el Emisario Oscuro obtuvo los hechizos Rayo de Luz Oscura (7+ proyectil mágico de 1d6 de F5 a 45cm), Traidor en la Muerte (7+, cada enemigo caído hace un ataque contra su propia unidad, que cuenta para resolución), el 3 (8+ permanece en juego, una unidad enemiga tiene -1 al impactar), y el 5 (10+, todas las unidades enemigas sufren 1d6 impactos de f3. Tira un dado por cada unidad propia, con un 4+ también sufren 1d6 de f3). Grrr, no me había tocado el hechizo de provocar pánico, que es el que más me molaba de la lista, y además el 5º no podía usarlo al principio, al tener yo tantas unidades pequeñitas que pudieran verse afectadas… ¡Otro fallo táctico!

En cuanto a EMiN, su arúspice obtuvo el hechizo 1, las alas del destino (5+, 60cm, 2d6 impactos de F2), el regalo de la vida (7+, todas las unidades recuperan una miniatura con todas sus heridas. Los monstruos y carros con 4+ heridas iniciales recuperan una herida. Precioso hechizo…aunque ahora que caigo lo usamos para recuperar heridas de carros goblin, que tienen solo 3), y el Don del Coraje (8+, la unidad pasa a ser inmune a desmoralización hasta el inicio del próximo turno propio. Además, si la unidad estaba huyendo, se reagrupa automáticamente. ¡Otro hechizo buenísimo! Tengo que usar el Arúspice más a menudo)

Su chamán orco obtuvo, del gran waagh, el ¡A por ellos!, que te permite atacar una ronda extra de combate (que no llegó a usar), y….. el gran combo: el pie de gorko, gorko camina con noz, y waaaagh. Upps… esto iba a ser duro.

Despliegue



El defensor (yo) despliega todo su ejército primero, en una columna en su lado del río. Al no saber qué haría EMiN, me cerní al plan principal: columna izquierda con horda de ratas delante, ratas ogro en segunda fila, y guerreros del clan con ingeniero y amerratadora detrás, columna central con alimañas, Picadora y Throt delante, y esclavos con el Emisario detrás, y columna derecha con Corredores de sombras como cebo delante, monjes de la plaga y portadores en segunda fila, y lanzadores de viento y packs de ratas detrás cubriendo el flanco del río. Al final de todo, los jezzails en la colina.

Los snotlings salen a recibir amistosamente a las tres columnas de ratas

EMiN hizo una U con sus 3 unidades de infantería encaradas hacia mis 3 columnas en el centro, con 3 carros y unos lobos en un flanco (una vez pasado el vado helado del río, que se considera terreno abierto), y el otro carro, los segundos lobos y el gigante en el otro flanco (a cubierto tras el bosque), y los pobres snotlings en el centro de la U, preparados a hacer de gran cebo.

Turno 1 Skaven


EMiN me cedió el primer turno para verlas venir, y guardarse ases en la manga para hacerme huir en el sexto turno si hiciera falta. En el flanco derecho me di cuenta de que tenía una gran ventaja: al ser el río terreno difícil, mis hordas de ratas, hostigadoras, podían amenazar por ahí tranquilamente, mientras que la ralentización de movimientos y el daño que el terreno difícil hace a los carros perjudicaba que los orcos  pudieran atacarlas. Así que las ratas se abrieron y se pusieron a nadar en el frío río, buscando el flanco orco. La amerratadora se puso detrás de la horda de ratas, preparada para abrir fuego el turno siguiente.

Con el resto de unidades fui más conservador: estaba obligado a entrar en su trampa de cebo snotling… pero cuanto más tardara en hacerlo, menos turnos de combate habría (bajas mías, dando puntos a EMiN, dado que las bajas que yo le haga no cuentan) y más sobrevivirían mis tropas (más puntos para mi), y así le obligaría a venirme a buscar en vez de quedarse esperando. Avancé un poquito con todo. El pack de ratas gigantes y los lanzadores de viento envenenado, a su vez, como estaban en un culo de botella y no podían avanzar, decidieron separarse del grupo principal e ir a atravesar el río por la parte difícil, y así, con suerte, podrían rodearlo y molestar los flancos pielesverdes. Con los lanzadores de viento era buena idea, dado que no les afecta el terreno difícil por ser hostigadores… pero con las ratas fue un error: se pasaron casi toda la partida cruzando el dichoso río a paso de tortuga, cuando podrían haber sido mucho más útiles como refuerzos detrás. Grrr, un fallo de cálculo.

El campo de batalla empieza a oler a rata mojada cuando los hostigadores se adentran en la parte profunda del río

En la fase de magia, me dispersó tanto el rayo de disformidad como el rayo oscuro, pero gastó todos sus dados en ello, y le colé el portahechizos en uno de los carros del flanco izquierdo. El objeto no se gastó, pero obviamente saqué 1 impacto… que se dirigió al ingeniero… y saqué un 1 al herir, así que aunque fallé “la sorpresa” no me sentó tan mal. En la  fase de disparo, los jezzails no hicieron nada… pero saqué un 1 al impactar, que se convirtió en 1 de “disparo fiable” y un tercer 1 en la tirada para herir (fiuu). Al parecer, iba a ser un día de 1’s.

Turno 1 Orcos y Goblins


EMiN empezó superando todas sus animosidades (dado que tenía una unidad de orcos negros en el centro, y un personaje orco negro en un lateral, podía repetir la mayoría de tiradas). Decidió hacer igual que yo y dejar el centro más o menos quietecito, a la espera de ver qué pasaba. En el lado izquierdo, sus carros se posicionaron para amenazar a mis ratas (dejando un carro más atrás que otro para poderme contracargar si yo cargaba su primer carro con las ratas), mientras que en el flanco derecho sus lobos se adelantaron para hacer de cebo del clan pestilens y su furia asesina si los corredores desaparecían.

En la fase de magia, intentó volarme la amerratadora con el pie de gorko y el gorko camina con noz. Dispersé el primero y gasté un pergamino en el segundo hechizo. Sabía que cada turno me iba a entrar al menos uno de los dos hechizos y que debía irme despidiendo de mis unidades pequeñas… y el sentido común me decía “tiene el hechizo waaagh, guárdate el pergamino”, pero la ambición me pudo: si podía eliminarle un carro con la amerratadora el turno siguiente y matarle el otro a base de magia o así, y mi horda de ratas trababa su unidad grande, todo el flanco izquierdo quedaría más o menos bloqueado, y podría colar toda mi columna izquierda por ahí… así que gasté el pergamino. Por suerte, el arúspice tenía la línea de visión bloqueada y no llegaba a ver ninguna de mis unidades, así que no pudo lanzar el tercer proyectil.

En la fase de magia, sus lobos y carros de la izquierda le causaron una herida a las hordas de ratas, y los lobos y carros de la derecha una herida a los corredores de sombras. Por suerte, no llegó al 25% y no tuvieron que hacer un chequeo de pánico.

Turno 2 Skaven


Empecé el turno con una carga que no tenía demasiado clara… pero no perdía nada intentándolo: los corredores cargaron a los jinetes de lobo de la derecha (tenían todas las de perder, pero si no, el turno siguiente iban a caer igualmente a base de disparos o magia y los monjes tendrían que cargar igualmente. De este modo, con ayuda quizás del “traidor en la muerte” tenían una opción de vencer, y sino, mejor: morirían con honor, y los lobos tendrían que perseguirlos, cargando contra los monjes). Aguantó y disparó, pero afortunadamente iba a 6s a impactar y no acertó ninguno. Viendo que las fases de magia pielverdes iban a ser duras, y que los carros del flanco izquierdo no podían cargar a mis columnas sin pasar por terreno difícil, el ejército skaven empezó a avanzar hacia delante, con los portadores del Incensario y lanzadores de viento “abriéndose” aprovechando que eran hostigadores, y las hordas de ratas de la izquierda siguieron nadando buscando el flanco de los orcos con el arúspice y su general. Los packs de ratas gigantes de la derecha se metieron también en la fría agua.

Tras un turno orco muy estático, empiezan los primeros combates...

En la fase de magia, empecé con el portahechizos para forzarle a gastar 2 dados de dispersión o jugársela mucho con uno (dado que es de nivel 4), pero EmiN me recordó que el arúspice da +1 a la dispersión a todo el ejército, así que con un solo dado tuvo suficiente. Lancé mis dos proyectiles mágicos (del ingeniero y del emisario) a ver si se gastaba los dados de dispersión, pero no coló: dispersó el del ingeniero para salvar un carro, pero el emisario solo veía a los snotlings, y ese hechizo lo dejó pasar. Causé 3 heridas, y la primera peana snotling cayó. El hechizo que realmente quería lanzar era traidor en la muerte, por si alguno de los jinetes de lobo caía, pudiera atacar a los suyos y ayudarme a ganar la batalla… pero no se dejó engañar y me lo dispersó.

En la fase de disparo, la amerratadora se lanzó a por el carro de delante: saqué un 2, y un 4 (eso son 6 impactos, muy justillo para matarlo con la cantidad de 1s que estaba sacando), así que me arriesgué… y saqué otro 2, con lo que el disparo falló. Los jezzails hicieron algo mejor su trabajo y causaron una herida al carro.

En la fase de combate, maté un lobo, y ellos a su vez acabaron con dos corredores, con lo que se fueron por patas… y EMiN superó su tirada para no perseguir con L6, grrrr. Esto hubiera obligado a los lobos a trabarse con los monjes (y a morir durante su turno, para dejarme vía libre en el mío, sin que la furia asesina hiciera de las suyas). Claramente aquellos lobos no tenían un pelo de tontos. Como el Clan Pestilens es inmune a psicología no tuve que hacer pánicos.

...combates que acaban con ratas huyendo.

Turno 2 Orcos y Goblins


Esta vez la animosidad sí hizo de las suyas, y los jinetes de lobo del flanco izquierdo lo fallaron, a pesar de la repetición de animosidad del general (quedando por el flanco a merced de la horda de ratas).  

Los lobos del flanco derecho, que habían decidido no perseguir el turno anterior, cargaron a la picadora, que había adelantado el turno anterior para que, si los monjes tenían que cargar a los snotlings la ronda siguiente, pudieran ayudarlos y hacer limpieza de pequeñines. Mal posicionamiento por mi parte. Decidí huir, sabiendo que las alimañas me cubrirían, pero se quedaron a escasos centímetros de trabarse.

Aparte de las cargas, reposicionó los carros de la izquierda (viendo que no tenía intención de cargar con la horda de ratas, y dado que se estorbaban el uno al otro, limitados por el río), enviando uno al centro, para cuando los monjes de la plaga tuvieran que cargar a los snotlings. El carro de la derecha se quedó como cebo ante los portadores del incensario (huirían ante la carga, y yo me comería una carga de gigante). El resto de unidades se reposicionó un poco. Le comenté a EMiN que, si cargaba con la horda de ratas a sus lobos y ganaba, trabaría a la unidad de orcos por el flanco, donde no tenía al general, pero no quiso hacer cambios y los dejó como estaban (supongo que por miedo ante quedar “enganchados” frontalmente y dejar el flanco al descubierto ante una unidad no hostigadora).

En la fase de magia…estaba claro que el objetivo principal iba a ser aquella amerratadora. No había hecho nada aún en toda la partida, pero su potencial destructivo era muy grande, y colocada al otro lado del río, no tenía manera de alcanzarla sin magia. Le lanzó un pie de Gorko, sacando un 9, e intenté dispersar con 3 dados y fallé. El pie verde de un dios aplastó aquella amerratadora sin piedad. El arúspice lanzó el hechizo de curación, pero lo dispersé con los dos dados que quedaban. No tenía opciones de dispersar el Gorko camina con noz a 4 dados, así que apreté el culín y esperé que fuera leve. Apuntó a los portadores del incensario, y sacó 1 solo impacto. La rata murió, pero los otros 4 seguían en pie. Gorko dio otro paso, y aplastó a 3 lanzadores de viento envenenado. Por fortuna, superé el chequeo de pánico. Y entonces Gorko tropezó, y aproveché la ocasión para apuntar al carro que estaba indemne como cebo para los portadores del Incensario. El carro goblin fue pisado en mil pedazos, dándome una gran alegría.

Y voló, y solo quedaron tres carros

En la fase de disparo, el carro de la izquierda le causó una herida a la horda de ratas.

Turno 3 Skaven


Este turno tenía muchas cosas que hacer, pero antes… los lanzadores de viento envenenado (que ahora eran solo dos) superaron el pánico causado por los corredores que huían, a 5s (los chequeos por terror o por pánico por unidades huyendo se realizan al principio del turno, y si fallan, no pueden intentar reagruparse durante la fase de reagrupamiento de este turno).

Empecé cargando con la horda de ratas al flanco de los lobos de la izquierda, que decidieron quedarse. Me extrañó que lo hiciera, puesto que, dado que iban a acabar huyendo igual, yo hubiera reaccionado huyendo para que se trabaran con los orcos directamente, y que estos empezaran ya a hacer limpieza de ratas lo antes posible. Sin embargo, como veréis el turno que viene, EMiN tenía un astuto plan en mente y no quería arriesgar su unidad de orcos innecesariamente. 

Las alimañas cargaron hacia los otros lobos que tenían delante de los morros, y que declararon que huían sin mirar atrás. Aquí tuvimos que repasar el reglamento de cara a que orden se seguía, porque estábamos yendo a saco (y haciendo el movimiento por carga a la vez que la declaración de cargas) y esta vez el movimiento por huidas podía obligar a los monjes de la plaga a cargar a su vez (a los propios lobos huidos). Dado que el orden es: declaración de cargas, reagrupar, movimientos obligatorios, movimiento por carga, resto de movimientos, esto no era así (y como ya habíamos movido físicamente las miniaturas, hicimos un ejercicio de abstracción. Cosas del directo). ¿Por dónde iba? Ah sí, las alimañas cargaron a los lobos, que huyeron, y para no quedarme girado en su dirección bloqueando a la columna de la derecha, redirigí hacia los snotlings. Llevo muy mal lo de calcular distancias y pensé que no llegarían, pero sí que lo hicieron, y se trabaron frontalmente con los snotlings. Las ratas ogro también habían declarado carga a los snotlings, por el flanco (aprovechando que los orcos quedarían empantanados por la horda de ratas –si no pasaba algo raro- y no podrían cargar a su vez por el flanco a las ratas ogro). Con suerte en dos rondas de combate (la mía y la suya) podría acabar con esos verdezuelos, y podría reposicionarme para evitar ser flanqueado por el gigante u otros carros.

En cuanto a las cargas obligatorias…ua. Escribiendo el artículo me acabo de dar cuenta de que lo hicimos mal. El movimiento de carga de las alimañas a los snotlings, hecho antes de tiempo,  impidió que los monjes cargaran al quedar estas (las alimañas) delante bloqueándolo todo… pero realmente las cargas obligatorias iban antes que el movimiento de cargas, así que se hubieran trabado los dos: media unidad de alimañas y media de monjes de la plaga. Mira que lo hicimos bien con los jinetes de lobo pero se nos olvidó hacer pensamiento abstracto con los monjes y las alimañas XD que mal. Pues eso… mu mal. No lo hagáis en casa. Los monjes no cargaron a nada. No sé si me habría ayudado (al matar más snotlings, dado que las alimañas son defensivas, y estos en cambio hacen 3 ataques cada uno) o hubiera sido peor, al dejar de vigilar el flanco derecho del gigante). Nunca lo sabremos. Los portadores del incensario en cambio, que yo creía a salvo al haber matado al carro que les hacía de cebo, estaban justo a distancia del segundo carro. Esto no me lo esperaba… el carro reaccionó huyendo, y los portadores avanzaron 12cm…. Delante del gigante. Oupss… Me pasa por no saber calcular distancias. Viendo ahora el informe, veo que tenía una opción mucho más buena, que no supe ver: ¡Cargar directamente al gigante! Al ser objetivo grande, era visible a través del bosque, y al ser hostigadores, no se veían impedidos por el movimiento. (En realidad, tendríamos que haber acordado al inicio de la partida si el bosque tapaba línea de visión o no). Bueno… en su momento ni lo pensé. Se aprende mucho de los informes de batalla (¡Que todo el mundo los haga y los publique! Que molan mucho de leer jeje)

En la fase de reagrupamiento, tanto la picadora como los dos corredores dejaron de huir. ¡Querían más guerra! Viendo que tenía un frente de unidades trabadas delante, y que las unidades de EMiN impedían que fuera cargado por los pielesverdes, las unidades de segunda fila avanzaron y se adentraron en el río. ¡No pintaba mal la cosa! Mientras, los packs de ratas gigantes siguieron su lenta travesía a través del helado río, y los lanzadores de viento envenenado se adentraron en el bosque para acosar al gigante en futuras rondas.

¡Aaaatchim! Las ratas gigantes no acaban de entender su papel en la batalla (y sí, falta un pack entero de ratas).

En la fase de magia, los pielesverdes dispersaron sin problemas todos los proyectiles, y saqué un 1 con el espíritu de las tormentas. Malditas pilas de disformidad del chino… El único hechizo que conseguí colar fue traidor en la muerte. Hubiera molado lanzarlo sobre los snotlings, peeero, el hechizo dice que cada miniatura que muera, hace un solo ataque… así que no valía la pena. En cambio, sí que podía ayudar a las hordas de ratas enfrentadas con los lobos, y EMiN me lo dejó pasar.
En la fase de disparo, los estúpidos jezzails fallaron otra vez, y uno de ellos explotó en pedazos. ¿Quién había fabricado aquellos trastos?

Las hordas de ratas se preparan para empantanar a los orcos


En la fase de combate, las hordas de ratas mataron dos lobos, y uno de ellos, al morir, mató un tercero, con lo que gané por superioridad numérica y tres bajas (cometí un error, porque creo que me sumé el +1 de ataque por el flanco, ¡Pero no! Los hostigadores no se lo pueden sumar. De todas maneras, no cambiaba mucho, y aquellos goblins huyeron. No nos pusimos de acuerdo si debían huir atravesando tropas aliadas en contra dirección de las ratas (como creía yo), o hacia el borde de batalla más cercano, para no meterse entre unidades amigas (como creía EMiN). MDA en mano visto en casa tiene prioridad huir en dirección opuesta al oponente, pero para ahorrarnos buscar reglas (empezábamos a ir mal de tiempo) lo hicimos a 4+, y los lobos huyeron hacia el borde mientras las ratas se trababan con los orcos de detrás. Además, el carro de lobos que se preparaba para atropellar ratas falló el chequeo de pánico y huyó hacia el centro del campo de batalla.

Nota de Cordo: Los hostigadores se suman el bono de flanco como todo hijo de vecino, lo que no hacen es anular filas.

En el combate con los snotlings, necesitaba unas buenas tiradas para acabar con las 15 heridas que les quedaban (la media estaba en 14 heridas), pero entre las ratas ogro y las alimañas con Throt solo les cascaron 10 heridas, Una buena somanta de palos… pero insuficientes para evitar que las alimañas arrasaran y escaparan de la ira del gigante. 

Tras una confusa fase de cargas, los skaven no consiguen acabar con todos los snotlings...

"Aplastatopos" grita el gigante, ante la diversión que se le avecina (la biología no es lo suyo).

Turno 3 Orcos y goblins


Las cosas no pintaban bien para los pielesverdes: una parte del ejército estaba huyendo y el resto estaba demasiado lejos como para conseguir aprovecharse del aguante de los snotlings. Mientras, casi todo mi ejército seguía intacto, y el próximo turno entraría en el otro lado del río. Solo el gigante estaba en posición de hacer daño este turno, y cargó a los portadores del Incensario. Aun así, EMiN tenía un malévolo as en la manga: ¡el Waaaagh! Si conseguía lanzarlo en su fase de magia, podría darle la vuelta a la partida.

En la fase de reagrupamiento, ambas unidades de lobos se reagruparon (la de la derecha además, al ser caballería rápida, podía actuar normalmente), y el carro herido también. Se quedó apuntando a las ratas ogro por si conseguía lanzar el ¡Waaagh!. El otro carro (el que había huido de los portadores del Incensario) siguió huyendo, y salió del campo de batalla. El cuarto carro, que no había hecho nada en toda la partida, vino a buscar el flanco de las hordas de ratas del lado izquierdo. Las unidades a pie se acercaron y encararon, en  busca del waagh de la fase de magia.

Los jezzails se lo toman con calma desde lejos...

Y llegaba el momento de la verdad: tenía que aguantar toooda la salva de hechizos que me iba a lanzar, porque sí o sí tenía que dispersar el waagh (de hecho no me di cuenta durante la fase de movimiento, e iba pensando “¿Por qué hace estas cosas raras? Le voy a cargar el turno siguiente… que pretendeeeaaaaaah oh, ufff, tengo que parar el Waaagh como sea). Los pielesverdes ganan un dado adicional por cada unidad de 10 o más orcos trabadas cerca del chamán, así que el combate con las ratas gigantes le daban uno adicional (10 dados en total). El gorko camina con noz hizo un solo impacto a la picadora, y sacó un 1 para herir, después acabó con los dos lanzadores de viento envenenado que quedaban, y después se marchó. El arúspice lanzó el regalo de la vida con éxito, recuperando un jinete de lobo en cada unidad, una herida en cada carro (error nuestro, porque los carros goblins tienen 3 heridas cada uno, y no tendrían que haberse curado), y una peana de snotlings entera. Le quedaban 4 dados contra mis 5… Pintaba bien, ¡Podía pararlo!… y sí. Típico. Sacó fuerza irresistible. El horror. Lo peor que podía pasar. Las ratas tenían un grave problema.

Al grito de “Waaaaaaaagh”, en el flanco izquierdo, el carro de lobos cargó a las hordas de ratas por el flanco, mientras los orcos negros y el otro carro se lanzaron a por las ratas ogro. Como había poco espacio para tanta masacre, los orcos negros solo tocaban “la puntita” y no podrían atacar todos. Algo es algo. A su vez, los orcos salvajes cogieron el flanco de los portadores del Incensario. Esto pintaba muy mal.

Como curiosidad, tal como habían quedado, ahora los portadores del Incensario dejarían de huir en dirección contraria al gigante, y huirían de los orcos salvajes, con lo que el gigante (si perseguía) quedaría trabado con los monjes de la plaga, y serían los orcos negros los que les cogerían el flanco a la unidad de Throt. Que mal pintaba todo. Esa fuerza irresistible dolía, dolía mucho.


¡Waaaaaaagh! Spoiler: Esto va a doler...

En el flanco izquierdo, el carro hizo una escabechina con las hordas de ratas, que intentaron por lo menos matar al arúspice… pero no hicieron nada (solo mataron un orco). Al final, 9 heridas a las ratas me dejaban con una sola peana aguantando con 4 heridas.

En el centro, entre el carro goblin y los orcos negros acabaron con dos ratas ogro (7 heridas), pero entre la que quedaba y la unidad de alimañas causaron 5 heridas a los snotlings. Mi superioridad numérica y el estandarte de guerra me permitieron rascar el empate. Con la masacre de ratas ogro, el carro y los orcos negros quedaron destrabados del combate (Comentario para nota: por casualidad estuve leyendo el artículo de la WD sobre envoltura de flancos, donde comentan que si pasa esto, intentes ajustar y apretar las unidades como buenamente puedas para que no se destraben unidades. Teóricamente, en este caso, debería haber quitado la rata ogro de la derecha y la de la izquierda y dejar la del centro, quedando los snotlings y el carro trabados con las ratas ogro. Los orcos negros sí que físicamente no tenían sitio, así que estos sí que quedarían destrabados).

En el flanco derecho, como era de esperar, los incensarios se agitaron, matándome una rata en el proceso, y al campeón orco salvaje. Después, el gigante, con iniciativa 3, gritó y voceó. No nos quedó claro si después del grito con aliento choricero los orcos salvajes podrían haber atacado igualmente (las ratas seguro que no), pero dió igual: perdieron la furia asesina, y el gigante les superaba en número, así que huyeron y fueron alcanzadas. El gigante se trabó con los monjes de la plaga, y los orcos salvajes con las alimañas. Superé el chequeo de pánico… pero Throt había perdido ahora su modificador por filas, y tendría que hacer un chequeo de terror (por el gigante cercano) al inicio del turno.

Habían cambiado las tornas, y aquellos pielesverdes no tenían ninguna intención de permitir el paso a Throt.

Sí, vaya que dolió

Turno 4 Skaven


Soy tonto perdido, porque superé el chequeo de pánico de la ronda anterior (L10) con Throt con un 10 justo, y EMiN me dijo: ¡Por los peloos!, y yo, arrogante cual elfo oscuro, le respondí: no me preocupaba demasiado, porque tengo el fetiche skaven, que me deja repetir una tirada, así que si hubiera fallado llevaba un seguro. Ok. Grabo el turno así rápido, y tiro el chequeo por terror del gigante, y fallo…. Y se me olvidó usar el fetiche XDD Así que las alimañas huyeron y yo ya estaba a media fase de movimiento cuando me acordé del maldito fetiche. EMiN, que es un buenazo, me dejó volver a tirar (y a la segunda va la vencida :D) y rebobinar mientras se partía de risa.

En la fase de movimiento… poco tenía por hacer. Viendo lo mal que pintaba la cosa, retrocedí un poco con las infanterías que llevaban mago dentro, el pack de ratas por fin cruzó el río, y los dos corredores se adentraron en el bosque (no sé qué iban a hacer el resto de la partida… pero a lo mejor servían de algo). En fase de magia, me consiguió dispersar todo (yo quería meter el -1 a impactar a los orcos salvajes y el traidor en la muerte), aunque para ello tuvo que gastar un pergamino. En la fase de disparo, para variar, los jezzails supervivientes siguieron sin hacer nada.

¡Y en combate vino lo bueno! Yo las veía muy negras con Throt pillado por el flanco, pero solo consiguió matarme dos alimañas, más estandarte, más flanco, más dos filas (al morir el campeón en la ronda anterior se quedó con 15 y no tenía la tercera fila), consiguiendo 6 puntos, y a cambio mi rata ogro de la otra punta acabó con el snotling que quedaba y Throt mató un orco. Con la superioridad y el estandarte + estandarte de guerra, gané de 1 punto. Los orcos salvajes fallaron el chequeo y Throt los persiguió, sin atraparlos. El turno siguiente me acordé de que Throt no puede perseguir (porque se dedica a comerse los cadáveres), y volvió “más o menos” a su posición original. No sabíamos si las ratas ogro podían perseguir (porque, técnicamente solo estaban trabadas con los snotlings), y las dejamos donde estaban. (Viendo el vídeo, se nos olvidó también chequear pánico con el carro de lobos, pero ya me había perdonado el fetiche, así que correremos un tupido velo).

El gigante sacó un barrido con el garrote y un solo impacto, y gracias los bonos estáticos, los monjes ganaron, y empezaron a rodearlo. Comentando la partida por whatssap, EMiN se acordó de que cuando el gigante pierde, tiene que tirar a ver si se cae con un 1… pero se nos olvidó hacerlo durante toda la partida.

Ufff, tener a Throt y su unidad a salvo cambiaba mucho las cosas, y podían marcar la diferencia entre la victoria y la derrota.

Imaginaos que Throt no ha perseguido jaja

Turno 4 Orcos y goblins


Ya llevábamos más de media partida, y la cosa estaba muy reñida. En aquellos momentos la victoria pintaba skaven, pero cada baja que hicieran los pielesverdes alteraría mucho la balanza (ya que serían puntos directos para ellos, a la vez que puntos que me quitarían). Por desgracia, nos quedaba muy poco tiempo para acabar la partida, así que nos pusimos en modo sprint.

Los dos carros de goblins que quedaban cargaron a las ratas ogro, superando los dos chequeos de miedo ante la atenta mirada de Gorfang. Una lo hizo por el frontal y la otra por el flanco. Aquí nos salió una duda, que podría cambiar el transcurso de la partida: ¿Hacia dónde  arrasarían los carros o huirían las ratas? Las reglas te dicen “del que tenga más potencia”, pero… ¿Y si la potencia es la misma? El reglamento se queda tan ancho con la respuesta… así que ni idea ¿Serían los orcos quienes “empujarían” a los skavens hacia el matadero que quisieran? ¿Los skavens huirían donde “tácticamente” fuera más favorable? Ante la duda, tiramos un dado: 1-3 huirán de un carro, 4-6 del otro. Desgraciadamente las ratas huirían del carro “lateral”, atrayendo a los carros hacia los esclavos con el emisario oscuro en vez de llevarlos a hundirse en el río. Grrrrr (en ningún momento se planteó que lo que quedara de las ratas ogro no fuera a huir).

Cargas aparte, los orcos salvajes siguieron huyendo y se adentraron un poquito en el lago helado del fondo. El resto de unidades avanzaron al máximo, preparadas para intentar luchar el primer turno: la unidad de orcos con Gorfang se preparó para cuando yo avanzara los guerreros skavens (cosa que tenía que hacer para que me dieran los puntos), mientras que los orcos negros les cubrieron el flanco de la unidad de Throt y la picadora. Los lobos se acercaron a molestar.

En la fase de magia, conseguí dispersar el gorko camina con noz, pero no el pie de gorko, que acabó con la picadora. Pobrecita. Además, el arúspice tenía un as en la manga y lanzó el Don del Coraje a los orcos salvajes, reagrupándolos (y haciéndolos inmunes a desmoralización). Grrr… ahora que los daba por perdidos.

En la fase de combate, como era de esperar, los carros reventaron a la rata ogro y a dos de los cuidadores, y el tercero fue arrollado en la huida…. Que llevó a ambos carros a trabarse con la unidad de esclavos y el Emisario. Viéndolo en perspectiva, hubiera sido muy bueno por mi parte girar un poco la unidad de guerreros del clan, para que pudieran contracargar a los carros por el flanco… pero no vi aquella posibilidad en su momento… así que tendrían que arreglárselas solos.

Por otra parte, los monjes de la plaga, que rodeaban al gigante (8 de ellos, 25 ataques) causaron 2 heridas al gigante –más o menos la media-, y este a su vez les causó 5 heridas con su barrido de 1d6 impactos. Upps… Sin embargo, las dos filas (la tercera no se aplicaba porque estaba rodeándolo), estandarte y superioridad numérica volvieron a darme la victoria. Sin embargo, el tío se mantuvo valiente, con su tozudez y L10  (pero nos olvidamos de ver si se caía). 

Los carros arrasan hacia el Emisario Oscuro

Turno 5 Skaven


Empecé el turno cargando con Throt a los orcos negros que tenía justo delante, por instinto. La verdad es que fue una decisión estúpida, porque, aunque ganara el combate y les hiciera huir, no podría perseguir… y podría recibir una carga por el flanco de la unidad de orcos con el general. ¡Pero otra vez se me había olvidado la dichosa habilidad de Throt!

Como no me acordé de que no perseguía, no envié los guerreros skavens a cubrirle el flanco, sino que solo avanzaron un poquito, para poder acabar de cruzar el vado el turno siguiente, y a la vez, con línea de visión del ingeniero a los carros. Dejé las ratas gigantes quietecitas, porque tampoco sabía qué hacer con ellas, y en aquel momento podían significar la diferencia entre ganar o perder si acababan fallando algún pánico o terror tonto y pasaban de darme 120 puntos a dárselos a los pielesverdes.

En la fase de magia, quería hacer explotar el carro al que le quedaban dos heridas con el ingeniero y la piedra bruja que aún guardaba, dado que puede lanzar hechizos a unidades trabadas (aunque fuera a costa de sacrificar esclavos), pero antes quería lanzar hechizos “cebo” por si EMiN quería dispersármelos: lancé por fin niebla de muerte (1d6 impactos de f3 para todos), pero me lo dispersó, y la maldición del señor oscuro (-1 al impactar a una unidad enemiga) a la unidad del general… y disfuncioné, finalizando mi fase de magia. Grrrr. Basta decir que los jezzails volvieron a no hacer nada.

¡Ua, que mala suerte! ¿Por qué a mí, oh rata cornuda? –dijo Throt…. Y la rata cornuda le escuchó, pues en la fase de combate, Throt consiguió causar las 5 heridas a los orcos negros, que huyeron sin mirar atrás. Entonces me acordé de que Throt no podía perseguir y que iba a ser cargado por el flanco (dios… que espeso estaba) …o no… puesto que los orcos con el general dentro fallaron el chequeo de pánico y huyeron también (no sabemos si, al estar el general con L8, la unidad puede usar el liderazgo del arúspice, de L9…. Pero sacó un 10, así que no hubo duda posible). ¡Las alimañas no se lo podían creer! (Estaban aterradas viendo al general enemigo acercarse mientras Throt abría armaduras de orco negro como quien pela un centollo).

Además, los monjes de la plaga causaron 3 heridas al gigante, y aunque este volvió a matar 5 monjes con 1d6 impactos, esta vez el gigante falló el chequeo de desmoralización pese a la tozudez y L10 y huyó, con una herida restante, y con los 10 monjes que quedaban persiguiéndole de cerca. Una de las unidades de lobos, al ver semejante destrozo salió huyendo, aunque la otra mantuvo el temple.

Como era de esperar, en el combate de los dos carros contra los esclavos, estos fueron trillados y huyeron con el Emisario. EMiN decidió perseguir con un solo carro e intentó no hacerlo con el otro (con su L6) y lo consiguió. El otro carro atrapó a la unidad y se dirigió hacia los jezzails.

¡Huid pielesverdes!¡Huid!¿Dónde está el humano?

Turno 5 Orcos y Goblins


A pesar de haber conseguido acabar con el rescoldo mágico más importante, pintaba mal la cosa para los pielesverdes… Tenía 4 bloques en su lado del río (aunque de los monjes quedaban 10 solamente) y en cambio casi todo su ejército estaba huyendo. De hecho, solo los goblins seguían firmes… y la unidad de lobos que quedaba falló el chequeo de pánico por el gigante huyendo y se largó también.

Nota de Cordo: ¿Por qué Enric expresa sorpresa de que solo los goblins siguieran firmes?

No obstante, EMiN no tenía ninguna intención de tirar la toalla, y, esperando rascar algún punto, cargó con el carro más lejano a los jezzails de la colina. Como aguantar era una muerte segura, decidieron huir (a ver si se reagrupaban el turno siguiente) y se metieron entre las ruinas enanas, a 45cm de los lobos, fiuu! Estos por tanto movieron 22 y se quedaron cerca.

En la fase de reagrupamiento, Morko le sonrió, puesto que todas sus unidades: orcos, orcos negros, el gigante, los lobos… e incluso los lobos que acababan de huir por pánico volvieron a por más (si…estos últimos no tendrían que haber tirado esta ronda... Otro gazapo por ir con prisas XD).

Los orcos salvajes salieron del lago donde se habían metido la ronda anterior huyendo, y el carro que no había perseguido apuntó a la retaguardia de Throt para cargar en su último turno.

Como este turno no hicimos vídeo… no se que pasó en la fase de magia (solo tengo las fotos de las distintas fases y solo hay un cambio). Lo único: que un pie de gorko o similar mató a 5 de los portadores del Incensario, dejando la unidad hecha polvo, en 5 integrantes solamente. Ahora que lo pienso… puede que el chamán orco disfuncionara, y perdiera un hechizo al azar (el de realizar una ronda de ataques extra).

Turno 6 Skaven


Empecé el turno sin declarar cargas, y milagrosamente los jezzails se reagruparon. Haciendo en casa recuento de puntos, en aquel momento EMiN me había matado el Emisario con esclavos (319), las ratas ogro (150), los grupos de apoyo (100), la horda de ratas (135), los lanzadores de viento envenenado (50) y los portadores del incensario (85). Sin captura de estandartes o general, y sin cuadrantes (obvio… si toda la batalla era en el centro). Así que tenía 840 puntos. Por mi parte, dentro del río tenía a throt y su unidad de alimañas (496pts), los packs de ratas (120pts), y el Ingeniero con guerreros (285). Los monjes, al igual que los corredores, estaban a menos de la mitad, así que darían tantos puntos a EMiN como a mí. 840 para los pielesverdes, y 901 de momento para los skavens. Un empate muy cuadrado, y con poco que hacer por mi parte (además… con magia era muy factible que los monjes de la plaga acabaran por caer).

El empate no era suficiente para “conquistar el territorio”, así que, lo había intentado, pero no había sido suficiente. Con una partida tan complicada, la lista tenía que ser muy precisa en su función, y, dado que Throt y el Emisario ya se comen una burrada de puntos y opciones, queda poco margen para hacer cosas (podía eso sí haber mejorado la lista, como comenté anteriormente en la descripción). Lástima del Emisario y los carros… si hubieran perseguido en la otra dirección, otro gallo cantaría. Grrrrr.

Pero algo es algo: tenía un digno empate, conseguido con sudor y esfuerzo, y tenía que mantenerlo. No declaré cargas, pero los monjes iban con el piloto automático y se lanzaron a por la última herida del gigante.

Nota de Cordo: Me parece que Enric olvidó que tenía un rol skaven. ¿Digno empate?¿Sudor?¿Esfuerzo? Si no iba ganando holgadamente era hora de huir...

La ronda siguiente, aventuré, tenía muchos números de comerme un waaagh (ahora que solo dispersaba con 3 dados), así que me preparé para ello: ¡Los corredores de Sombras! Esos dos piltrafillas llevaban varios turnos escondidos en el bosque, y era el momento de hacerlos brillar. Marcharon hasta colocarse delante de la unidad de Throt, para que los orcos negros no pudieran cargarle en la última ronda. A su vez, Throt les dio la espalda y avanzó hacia el carro, para que si este cargaba, Throt le pudiera dar una buena paliza (de nuevo, con las prisas de acabar la partida, se me olvidó poner a Throt en una posición más central donde pudiera golpear, pero EMiN me dejó rectificar más tarde). Este movimiento fue un error, porque dejaba la retaguardia de las alimañas a cubierto solo por los corredores. Siendo skaven, podría haber enviado a Throt a la retaguardia y seguir usando su liderazgo, sin “poner el culo” a los orcos. Es la pega de ir con prisas, que vas haciendo rápido-rápido y acabas haciendo tonterías. Los guerreros con ingeniero pasaron el vado, y el pack de ratas se alejó lo máximo posible (no sé de qué exactamente… porque con mis filas los lobos no me daban ningún miedo, pero teníamos que ir muy rápido que se hacía tarde).

En la fase de magia, pese a la piedra de disformidad, no le costó nada dispersar mi rayo… y entonces vino el desastre. Los monjes, con sus 16 ataques, impactando a 4s al gigante… sacaron 3 impactos. ¡3! Ninguno de ellos consiguió herir, y el gigante vivió, con su única herida, y el culín apretado. Este a su vez les lanzó un eructo con tropezones de lentejas que les hizo dar media vuelta y salir huyendo, y… causaron pánico a los corredores de sombras, que se largaron abandonando su posición. Aaahora sí que Throt tenía un problema.

Throt queda totalmente vendido tras un gran error estratégico...
Turno 6 Orcos y goblins


Muy muy rápidamente, los carros cargaron. Uno a Throt, y el otro a los jezzails entre las ruinas. Sí, esta segunda carga era un suicidio… pero EMiN no perdía puntos por sus unidades muertas, así que se la jugó. Aguanté y disparé, sin hacer nada… pero el carro, al grito de “wiiiiiiii” se estrelló en mil pedazos contra las columnas con ese 1d6 de F6 que reciben. El gigante a su vez cargó por la retaguardia a la unidad de Throt.

Las unidades avanzaron al máximo, preparándose para el Waaagh que vendría… y que vino. Con 3 dados no pude dispersarlo, y los orcos cargaron a los guerreros skaven, los orcos negros por la retaguardia a las alimañas de Throt, y los lobos por el flanco, y al pack de ratas (una de estas cargas no habría sido posible, porque los lobos técnicamente no se podían reagrupar justo empezar a huir… pero vamos, es lo de menos).

¿Hace falta contar lo que pasó aquí?

En el combate, pese a que las alimañas hicieron un buen combate y que Throt se cargó al carro, no fue suficiente, perdieron y huyeron. Ni siquiera hicimos el resto de combates porque teníamos que recoger y EMiN se tenía que largar, pero aquello había cambiado la balanza totalmente: de los 1045 de los orcos (gracias a la muerte de los monjes y corredores) y 900 míos, a al menos 1550 contra 400 (y los guerreros skaven tenían una expresión de “voy a huir también” que se notaba a la legua). Ofrecer la retaguardia fue un error gordo. Analizándolo, la opción “correcta” hubiera sido dejarlos mirando hacia el frente, con Throt en una esquina, para que pudiera atacar a los jinetes de lobo. De este modo, si Throt se cargaba a un par de jinetes (más vulnerables, además), nadie hubiera negado las filas de las alimañas ni el bono por flanco/retaguardia, y quizás, el estandarte y el estandarte de guerra hubieran equilibrado la balanza. Pero no. No caí en ello, me confié a tener los corredores, y que los monjes de plaga pudieran hacerle la triste herida que le quedaba al gigante… y salió rana (“salió rata”, jeje, juego de palabras, jojo, jeje)

Baste decir que los 5 monjes de la plaga (que por cierto, sobrevivieron) siguen castigados de cara a la pared en la estantería por su incompetencia, y ahí seguirán hasta la próxima ronda de Karak-Ocho-Picos.

Throt había fallado… pero ya estaba pensando a quien echar la culpa.

Así acaba el intento de invasión de Throt.

Conclusión


Espero que hayáis disfrutado leyendo el informe tanto como yo disfruté jugando la partida: jugar con dos ejércitos totalmente pintados, en un campo de batalla nevado y chulísimo, adaptado a la partida, cruzando el frío río, con ejércitos trasfondísticos, sus personajes especiales, y una historia detrás, y pensando más en pasártelo bien y en justificar el trasfondo de lo que pasa que en conseguir una victoria, en una partida con una configuración muy distinta a lo habitual, no tiene precio.

Disfrutamos mucho la partida, lo pasamos genial, y lo único que me supo mal fue que se nos echara el tiempo encima y tuviéramos que acabar los últimos turnos corriendo.

Conclusión fase de magia: ya que estamos, os comentaré mis impresiones de ambos personajes mercenarios: el Emisario mola porque es un hechicero de nivel 4, con +1 al lanzar hechizos, que no ocupa opción de comandante, y solo por eso, ya es muy potente. Sin embargo, su magia me pareció muy normal, parecida a otros saberes de hacer daño, o no supe aprovecharla correctamente (ahora… un Emisario contra skavens tiene que ser una pesadilla: chequeos de pánico, matar personajes si no superan chequeos de resistencia, impactos de f3 a todas las unidades… auch). El arúspice, por otra parte, me ha encantado aún más: el +1 a dispersar de todo el ejército es una gran ventaja, y es que además tiene un tipo de saber muy bonito: puntual, de apoyo, pero muy estratégico. Una magia “muy blanca” que me encantaría probar más a menudo: poder curar a todo el ejército, o volver a una unidad cualquiera del campo de batalla inmune a desmoralización por un bajo coste es bonito. Lo volveré a probar, seguro, ya sea con bretonia, donde pega mucho, ¡O con ogros! ¡Liderazgo extra, impactar mejor, salvaciones… y curar un ogro entero de cada unidad! ¿Qué puede salir mal?

Espero que os haya gustado el informe… y nos vemos en los siguientes :D



6 comentarios:

  1. No paráis! Así da gusto.

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  2. Enhorabuena por el informe. Muy divertido e interesante. ;)
    ¡No bajes el ritmo de informes! :P

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  3. Gracias por el informe, muy bien detallado todo. Genial el trasfondo de la batalla. Muy chula la partida.

    Tengo una duda. En la foto del turno 4 de orcos y goblins, ¿los monjes no deberían sumar 1 fila en lugar de 2?
    A mi también me gusta mucho el arúspice. En ejércitos élite como dices es más versátil.

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    1. ¡Tiene truco la cosa! La foto está tomada después del combate, pero los bonificadores por filas se obtienen al principio, donde aún tenían las tres filas (contando la primera). Después, la escabechina del gigante redujo una fila durante el combate, y luego algunos skavens más envolvieron al gigante

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  4. ¡Gran informe! Desde luego parece que fue una partida diferente y divertida. Enhorabuena y ¡queremos más!

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  5. Muy guapo el informe , a ver cómo sigue esa campaña y a ver si un día juego una se me encantaría .

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